El productor periodístico Mariano Lobianco se está recuperando de una experiencia traumática vivida al arribar al aeropuerto de Caracas, Venezuela, donde viajó para cubrir las elecciones presidenciales en ese país.
Fueron las peores veinticuatro horas de su vida porque experimentó mucho temor por lo que pudiera ocurrirle a él y a sus compañeros de viaje que corrieron la misma suerte al quedar encerrados, e incomunicados con gran incertidumbre con lo que pasaría con ellos hasta que finalmente los embarcaron de regreso a nuestro país.
"Hemos tenido coberturas complicadas en distintos lugares de acá, en Argentina y en el exterior, pero nunca una situación vivida como ésta, y la verdad es que, en tipo, la primera vez. La verdad es que hemos tenido coberturas al límite y bueno, nunca he estado tan complicado como ahora, porque bueno, desde que llegamos, como les dije, no nos dejaron entrar a la misión, llegamos, viste el trámite que uno hace normalmente cuando está en un aeropuerto, con el pasaporte".
En el interín se enteraron que el periodista Jorge Pizarro había sido retenido en Venezuela y sería deportado.
Lobianco desde hace muchos años realiza transmisiones satelitales para coberturas periodísticas en nuestro país e internacionales de los canales nacionales de televisión abierta y por cable. "Nosotros viajamos para hacer la cobertura para América y A24, y cuando ya llegamos ahí, yo paso la información al canal, y ya me la veo venir todo como venía la situación, y fue tal cual y aún peor lo que hemos pasado, porque cuando llegamos allá, nos sacaron los pasaportes y cada 20 minutos venía un personal ahí de migraciones distintos interrogatorios".
En la fila de migraciones empezaron a interrogarlos. "A medida que iba pasando el tiempo, ya me di cuenta que está muy complicado. En cada instancia que pasábamos de papeleo nos iban entrevistando personas distintas. Cada veinte minutos nos sometían a la misma indagatoria formulada por distintos agentes", relató.
En cada interrogatorio los efectivos se comunicaban por Whatsapp con jefes para compartir la información que obtenían.
En la fila de migraciones permanecieron más de tres horas, de donde los corrieron hacia una sala rectangular.
El equipo periodístico del canal de noticias argentino TN pudo pasar porque en el mes de abril gestionaron visas laborales para hacer esa cobertura.
Mariano Lobianco y dos integrantes más del equipo periodístico viajaron a desarrollar la cobertura electoral. "Íbamos con notas pactadas con el ministro de comunicaciones del gobierno actual, con funcionarios del gobierno de Maduro, y estaba todo ok", contó el productor.
"Nos retuvieron también con otros colegas de otros países, gente normal, que no era periodista, que no iban de vacaciones", agregó al relato.
"Después de cuatro horas nos meten en una habitación, y nos exigen que entreguemos nuestros teléfonos. Nos revisaron los dispositivos. Nos sacaron fotos y nos filmaron videos en los que hicimos declaraciones sobre cual sería nuestro trabajo en la cobertura. Seguíamos con mucha incertidumbre sobre como seguiría todo. Les hicieron saber que si iban a cubrir las elecciones serían controlados y monitoreados por el servicio de inteligencia".
A los argentinos los dejaron junto a sus equipajes personales y laborales; donde tenían equipos para filmar y hacer transmisiones en vivo.
En un momento determinado les anunciaron que serían deportados, pero permanecían encerrados sin acceso a hidratarse, alimentarse y utilizar el baño con libertad.
"No teníamos alimentación, queríamos ir al baño y no nos dejaban, queríamos tomar la medicación que tanto la gente como nosotros teníamos que tomar, no nos permitían", reconstruyó Lobianco.
En ese espacio de confinamiento ya había otros turistas que fueron privados de la libertad en trasbordo aeronáutico de un viaje hacia las islas Margarita. Dentro un cubículo de tres metros por cuatro compartían el espacio con las otras personas sin los accesos a cuestiones básicas y con el temor que hicieran algo contra ellos.
Permanecieron más de 24 horas incomunicados, durmiendo en el piso, mal alimentados y con escasa o muy limitada hidratación.
En una de las valijas con el equipamiento para las transmisiones a Mariano Lobianco le quedó oculto un teléfono celular habitualmente utilizado para las conexiones internas. Esos dispositivos le permitieron hacer contactos con familiares y las autoridades del canal televisivo que los contrató para la cobertura.
Así lo contó: "tenía un teléfono que nosotros usamos para comunicación interna, logré activarlo con una batería. De esa manera pude mandar un mensaje para informar a mi familia y a los allegados de la otra gente y al canal del problema", expresó.
Finalmente los embarcaron en una aeronave que volaba a Perú y donde los demás pasajeros también eran personas deportadas. Se trataba de legisladores, diplomáticos y periodistas de distintos países a quienes les frustraron sus posibilidades de presenciar las elecciones.
"Suplicabamos agua porque teníamos que tomar medicación y yo, bueno, tuve una operación importante, tenía que tomar la medicación y era hablado de una pasé, no te respondían, no, no, no, nadie le hacía nada y no es que vos decís, por 5 minutos viene otro, nadie te daba, estabas en un limbo, no eras nadie, así que gracias a Dios, pero dentro de todo un final feliz porque yo digo que dentro de todo, como se planteaba esa cobertura, lo mejor que nos puede haber pasado es que lamentablemente nos hayan deportado porque no íbamos a poder trabajar como teníamos que trabajar en forma neutral. Limitado y presionado de esa forma ya de entrar, imagínate que después de una cobertura como te va a amenazar libremente, así que bueno, fue bastante complicado", describió en forma cruda como hubiera sido el trabajo en las condiciones planteadas por el régimen gubernamental venezolano.
Finalmente, en las primeras horas de la tarde del domingo arribaron a Argentina luego de embarcarse nuevamente en Perú y tras hacer escala en Santiago de Chile.
El alivio para familiares y amigos de los trabajadores de prensa que lograron llegar ilesos y en pocas horas tras sufrir esa privación de la libertad en forma arbitraria para limitar la información transmitida sobre el desarrollo del proceso electoral en Venezuela.