Impulsada por un creciente nivel de consumo, la venta de pollos parrilleros ha superado al cerdo y compite ya cabeza a cabeza con el vacuno.
"A pesar de la gran recesión que atraviesa el país la estamos peleando, porque el pollo es un producto que tiene un precio muy accesible y está traccionando bastante bien la venta", nos dice satisfecho Raúl Vecchio, socio gerente de la firma Avitec SRL, que atesora 35 años de experiencia en la cría y engorde de pollos parrilleros en el país.
La inflación erosiona el poder adquisitivo de las personas y genera cambios de hábitos, cobrando relevancia el pollo, al tiempo que cae el consumo de carne vacuna, que se ubica en mínimos históricos, lo cual marca el extraordinario crecimiento de lo que en un momento llamamos carnes alternativas y hoy simplemente llamamos carnes.
"A nivel consumo estamos muy parecido al de la carne vacuna, entre 40 y 45 kilos por habitante/año y atrás viene la carne de cerdo, mientras que en otro momento estábamos ubicados mucho más abajo", precisa Vecchio, A la vez, advierte que "hoy no es barato producir, porque el 70 por ciento de los costos se lo lleva el alimento cuyo precio se viene incrementando por distintas razones, el año pasado como consecuencia de la sequia y ahora por las pérdidas que está causando en el maíz la chicharrita, además del costo de la energía; tenemos muchos desafíos, pero sino uno produce con eficiencia se puede lograr buena rentabilidad".
Sostenido crecimiento
La empresa comenzó la actividad tímidamente hacia afines de la década del 80 y hoy cuenta con un gran número de granjas propias distribuidas en puntos estratégicos del país. "Empezamos como todos con una mini estructura y no hemos dejado nunca de apostar a la actividad, así logramos tener hoy nuestro plantel de reproductoras, un planta de incubación, un molino y una fábrica de expeler para producir nuestro alimento y varias granjas distanciadas entre sí por razones sanitarias, ubicadas en alrededores de las ciudades de Rosario y Salto, y una amplia red de distribución que cubre las principales ciudades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos".
El ciclo de producción es completo. "Compramos las reproductoras, ellas ponen huevos, estos huevos los incubamos y sale el pollito que va a las granjas para el engorde, completando así el proceso a los 45/50 días con un pollo terminado", nos describe Vecchio.
El volumen de producción es enorme. "En promedio entregamos unas 300 mil aves por semana, equivalente a un millón de kilos de carne sin eviscerar, todo con destino al mercado interno, no exportamos por el momento porque la Argentina no es tan competitiva por el atraso cambiario y la ausencia de reglas de juego claras, pero creo que hoy se está ordenando la economía y si logramos estabilizarnos, vamos a poder recuperar los mercados perdidos y así apuntalar el crecimiento del país todo".
Hoy la avicultura está atravesando un buen momento y esto se ve reflejado en el inocultable entusiasmo que trasmite Raul Vecchio, como tantos otros avicultores, pero no por ello abandona el deseo de seguir creciendo. "Sería bueno que abramos nuestro mercado al mundo, no solo para el desarrollo de nuestra actividad, sino del país en su conjunto porquela avicultura ocupa una gran mano de obra, solo nosotros absorbemos 250 empleados, y puede generar el ingreso de divisas genuinas".