Bajo el lema: "A ejemplo de San Roque, con humildad y ternura, acerquémonos al hermano", durante los últimos días, la comunidad del templo ubicado en avenida Vélez Sarfield 460, atravesó la novena.
El santoral evoca a San Roque cada 16 de agosto pero en Pergamino la celebración central tendrá lugar este fin de semana.
Sanación interior
En el marco de los festejos patronales, hoy, bajo el lema del salmo: "El sana a los que tienen e l corazón roto y les venda las heridas", habrá un taller de sanación interior. La jornada se extenderá desde las 15:00 hasta las 18:00 con la celebración de la misa.
Procesión y misa
Como se mencionara anteriormente, las actividades centrales en honor a San Roque tendrán lugar mañana. A las 16:00 tendrá lugar la procesión que comenzara en el templo, continuará su recorrido por calle Maipú hasta Laprida, por esta última arteria se llegará hasta Ramón Raimundo para llegar nuevamente a avenida Velez Sarfield y de allí hasta la Parroquia donde el padre Adrián Galligani celebrará misa.
"Iglesia en salida"
Con vistas a la festividad de San Roque, desde la comunidad, se recordó un pasaje del Sínodo de la Sinodalidad que expresa: "Dios ve la realidad y no se desentiende de ella. Para él, la historia con su entramado de vida, con sus problemas y desafíos, con sus dolores y esperanzas, es 'tierra sagrada' y nos invita a que nos hagamos cargo, saliendo al encuentro de los hermanos de nuestras provincias y barrios.
"El Espíritu nos impulsa a ser Iglesia en salida para anunciar la buena noticia de Jesús a todos aquellos que la buscan con un corazón sincero. El nos pide que estemos abiertos a la sorpresa y a la creatividad para apreciar las semillas del Verbo esparcidas en todos los ámbitos de la sociedad. Queremos expresar cercanía, alegría y acompañamiento para comunicar lo esencial del anuncio evangélico".
Asistente de enfermos
En Italia y Francia se veneraba ya a San Roque en el siglo XV, poco después de su muerte. San Roque era hijo del gobernador de Montepellier, lugar donde nació en 1378, y a la edad de 20 años quedó huérfano de ambos padres. Durante la epidemia de peste que se desató por aquella época en Italia, el santo se dedicó a asistir a los enfermos y consiguió curar a muchos más tan sólo con hacer sobre ellos la señal de la cruz.
Estando en Piacenza, trabajando en uno de los hospitales, el santo contrajo la mortal enfermedad. Como no quiso ser una carga para ningún hospital, decidió trasladarse a las fueras de la ciudad, instalándose en una caverna. Sin embargo, un perro lo alimentó milagrosamente, y el amo del animal acabó por descubrir a San Roque brindándole cuidados y atención.
Cuando recobró las fuerzas, el santo volvió a la ciudad donde curó milagrosamente a muchas personas y numerosas cabezas de ganado. Retornó a Montepellier donde su tío no lo reconoció y lo dejó en el abandono. San Roque fue arrestado, probablemente porque fue confundido erróneamente por un espía, permaneciendo en la cárcel por cinco años donde finalmente falleció.
La popularidad y rápida extensión del culto a San Roque fue verdaderamente extraordinaria. En su tumba se obraron muchos milagros, y son miles los que lo han invocado contra la peste.