La suba de precios de los alimentos en abril fue liderada por el filet de merluza con un aumento del 17,1%, y le siguieron las harinas, carnes y y el pan con incrementos en su costo por encima de los dos dígitos.
Entre los productos de la canasta básica de alimentos, la ocasión de las fiestas de Pascuas produjo el aumento estacional del kilo de merluza con 17,1%, seguido por las hamburguesas congeladas con un 16,6%, harina de trigo 16,1% y el aceite de girasol con un 13,5% y el pollo 12,1% de incremento de precio respecto de marzo pasado.
Pese al acuerdo de precios que el Gobierno firmó con frigoríficos con algunos cortes seleccionados, la carne vacuna fue superado por importantes subas como la del asado de un 5,2%, la carne picada 9,8%, cuadril 7,7% y nalga 7,8%.
Entre los alimentos que superaron los dos dígitos de incremento en su precio figuraron el pan francés 11,1%, galletitas de agua 10,3%, azúcar 11,8%, vino común 11,4% y yerba 10,0%.
Los productos lácteos también registraron alzas de precios importantes como el queso cremoso que aumentó un 8,5%, el pategrás 6,2%, sardo 7,2%, manteca 8,2% y el yogur firme 8,9%.
Las únicas bajas importantes de precios que se registraron en abril fueron la de los tomates que se contrajeron un 25,5%, limones 15,7% y lechuga con una baja del 7,1%.
La más alta en 30 años
Como se informó el jueves, la inflación de abril fue de 6% y de esta forma la variación interanual trepó a 58%, y se transformó en la más alta en 30 años quebrando los registros desde la hiperinflación previa a la convertibilidad.
Con este resultado el primer cuatrimestre cerró con una suba de precios de 23,1%.
Alimentos y bebidas aumentaron 5,9% durante el mes pasado y suben 62,1% en comparación con el mismo mes del año pasado.
Los resultados difundidos por el Indec están en línea con las previsiones de los analistas y su magnitud ya había sido anticipada por los principales funcionarios del Poder Ejecutivo.
A su vez ponen en jaque la pauta prevista en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que preveía una inflación de entre 38 y 48% para este año.
Asimismo se acerca a los valores máximos de acuerdo paritarios, que por ejemplo, en el caso de bancarios fue de 60%.