Policiales

Vito Otero: hoy será el turno de los alegatos en el juicio 


Se escucharn los alegatos en el juicio que investiga el siniestro vial de Estrada y Larrea

Crédito: LA OPINION

Se escucharán los alegatos en el juicio que investiga el siniestro vial de Estrada y Larrea.

El juez Alejandro Salguero informará cuándo se conocerá el veredicto. Ayer declararon cuatro testigos aportados por el particular damnificado y se sumaron a la causa dos cartas escritas por Alejandro Urquiza y su madre que tenían como destinataria a Alejandra Otero.

Finalmente, y luego de cuatros días, en la mañana de hoy se escucharán los alegatos en el juicio que investiga el siniestro vial (Estrada y Larrea) y posterior muerte de Victorio Otero, ocurrido en septiembre de 2017. 

Luego que cada una de las partes (Fiscalía, defensa y particular damnificado) justifique su pedido, el juez Raúl Alejandro Salguero, titular del Juzgado Correccional Nº 2, deberá informar cuándo será la lectura del veredicto. 

Ayer cuatro testigos

Los abogados que representan a la familia Otero, Felipe y Eduardo Villalba, y Natalio Nicodemo, aportaron a la causa en la mañana de ayer a cuatro testigos.

La primera fue María Gabriela Giménez, quien dijo haber sido moza en el bar El Viejo Almacén y que estaba trabajando en ese lugar la noche de los hechos ventilan. La testigo declaró que atendió al imputado y que a la hora de retirarse éste, según su apreciación, mostraba signos de estar ebrio (puntualmente dijo que tambaleaba). Refirió además -ante la pregunta de uno de los abogados de la defensa- que a la hora de abonar lo que había consumido, solo era una milanesa con papa fritas y una lata de cerveza. 

También expuso el médico cirujano Héctor Díaz, que atendió a Victorio Otero en el Hospital San José, y describió circunstanciadamente los procedimientos realizados al paciente en la urgencia, así como que le fueron transfundidos entre 15 y 20 litros de sangre.

Por último declararon los jóvenes David Oses y Pablo Ezequiel Conti, que en 2013 y 2016 respectivamente, habían tenido siniestros viales con el imputado Alejandro Urquiza Rueda. 

Testimonios cruzados

El lunes 10 testigos brindaron su declaración indagatoria ante el magistrado y se pudieron escuchar varias contradicciones respecto de los testimonios expuestos ante la Fiscalía días y semanas después del siniestro. 

Abrió el juicio Alejandra Otero, quien hizo una emotiva descripción de su hijo, y de sus últimas horas previas al accidente.

Declararon también las dos policías que llegaron al lugar del siniestro, Marcia Echevarne y Andrea Rodríguez, quienes afirmaron que tanto en Otero como en Urquiza, se podía percibir aliento etílico. 

El cuidador del Hospital, Juan Carlos Chimento, prestó declaración y manifestó ver preocupado a Urquiza por la salud de Otero, y que no sintió ni le pareció que éste estuviera alcoholizado. Aportó también que Urquiza le comentó que el otro auto se le había cruzado de golpe.

Declaró a su vez, Franco Yozzi, jefe de servicio a cargo del operativo de ese día, quien reconoció en su declaración haber sido sancionado por errores en el procedimiento. También ofreció su postura Roberto Micheloni, perito planimétrico. Se contó con el testimonio de Jimena Bustos, oficial de Policía Científica, quien elaboró la planimetría del accidente y fue duramente cuestionada por el abogado Tomás Carricart, por omisiones, incongruencias e inexactitudes en los datos consignados en el plano de la causa. 

Cerró la jornada de declaraciones, Adalberto Pesyk, encargado del protocolo de diagnóstico de Volkswagen, quien realizó el escaneo de la Amarok a pedido de Fiscalía y, acompañado por la instructora judicial, determinó que no hubieron fallas ni averías en la camioneta, y que el airbag de la camioneta no saltó porque no se dieron las condiciones de impacto y desaceleración necesarias para que eso suceda.

Por último, se exhibieron los videos del Hospital de Pergamino donde se constató el horario de ingreso de Otero y Urquiza al centro de salud local.

Martes

La segunda jornada, contó entre los momentos más importantes -de los nueve testigos que prestaron declaración indagatoria-, los testimonios de la doctora (Mariana Sáez) y el ambulanciero (Martín Alejandro Sosa), que asistieron al joven músico minutos después del choque. Ambos coincidieron en la colaboración activa de Alejandro Urquiza Rueda para poder rescatar a la víctima del habitáculo del automóvil (Ford Ka) y luego su presencia en la ambulancia de Medicar que trasladó a Otero hasta el Hospital San José. Asimismo los profesionales de la salud puntualizaron que tras dejar a Otero en el centro de salud, ellos mismos llevaron en la ambulancia hasta avenida Pellegrini y ruta nacional Nº 8 (lugar cercano a su casa) a Urquiza y le aconsejaron que vuelva al lugar del accidente o bien presentarse en la comisaría más cercana.

Además es para resaltar que en la audiencia de este martes todas las partes se pusieron de acuerdo que el horario del choque fue entre las 4:21 y 4:26.

Por último la defensa hizo hincapié en demostrar la no utilización del cinturón de seguridad de parte de Vito Otero, el estado de la arteria (estaba lloviznando) y de los badenes que presenta calle Larrea.

También se presentaron jóvenes que brindaron detalles de la noche previa y madrugada del accidente; manifestaron que estuvieron en el local "El Viejo Almacén" (avenida Juan B. Justo) presenciando una banda junto a Urquiza, que todos tomaron alcohol y la mayoría continuó en horas de la madrugada siguiente en un bar denominado Dry (en cercanías de la Casa de la Cultura) donde también habrían consumido algunos tragos.

Ninguno de los que declararon pudo asegurar que el único imputado hubiese estado ebrio al momento de siniestro.

Entre los presentes se escuchó a Rafael Abalo, quien aseguró que fue quien estuvo hasta último momento con Urquiza, que lo alcanzó en la camioneta (Amarok) hasta su casa porque estaba en bicicleta y remarcó que conoció "solo por amigos a Alejandro y luego del accidente nos hicimos muy compañeros". También dijo: "Sufrí mucho por todo lo que me pasó después, me siento hasta el día de hoy perseguido y hasta un dron pusieron en mi casa para controlar lo que hacía o bien si estaba Ale", puntualizó Abalo.

Agustina Costa fue una de las jóvenes que declaró este martes (coincidentemente amiga de Urquiza y familiar de Otero), e indicó que estuvo con Urquiza la noche del choque. Un mes después, convocada por Alejandro se encontró con él, que le pidió que le entregara una carta de puño y letra a la madre de Vito y ésta no quiso recibirla.

El juez, por pedido de la defensa, aceptó de parte de la Fiscalía y del particular damnificado, ese escrito que se sumó a la causa.

Miércoles

Un total de seis especialistas, tres de ellos ingenieros mecánicos, un representante de la Policía Científica y dos licenciados en Accidentología y Seguridad vial, expusieron durante ocho horas antes el juez Salguero.

Todo comenzó con el testimonio de Angel Sixto Velazco, perito de la Policía Científica de San Nicolás, quien puntualizó que la camioneta conducida por Alejandro Urquiza Rueda marchaba por calle Estrada a una velocidad de entre 80 y 99 kilómetros por hora. Hipótesis que fue descartada por los tres ingenieros mecánicos que brindaron su posición posteriormente, por tratarse de un trabajo llevado adelante sobre un primer plano que contaba con medidas distintas a las reales.

En segundo término, expuso Eduardo Murphy. El perito oficial pericial del Departamento Judicial de Pergamino planteó que no se puede determinar la velocidad de la pick up y automóvil y tampoco la mecánica del accidente porque la planimetría carece de datos importantes.

Otro de los peritos oficiales, Javier Ferretti, que también trabaja para el Departamento Judicial de Pergamino desde hace 12 años, señaló que la camioneta viajaba a 67,93 kilómetros por hora. El ingeniero mecánico también indicó que el Ford Ka conducido por Otero se trasladaba a baja velocidad por calle Larrea y fue impactado en la parte trasera derecha.

El perito de la asesoría pericial de San Nicolás e ingeniero, Raúl Díaz,

también ofreció un análisis del accidente y dijo que la Amarok iba a 64,84 kilómetros, con una posible variación de más cinco kilómetros. Remarcó que el vehículo de Otero tenía una velocidad de entre 30 y 40 kilómetros. 

Federico González, que desempeña funciones en la Dirección de Investigación de Accidentología y es licenciado en la materia, expuso que no se pueden determinar las velocidades de los vehículos que participaron del choque porque la planimetría aportada por la Policía Científica carece de medidas. Esta posición coincide con el resultado final que ofreció Murphy.

Por último la defensa apeló a Luis Giuggiaro, licenciado en Asesoría Pericial, jubilado de la Policía Federal, licenciado en Seguridad Vial y decano honorario del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (fue durante muchos años profesor) y especialista en accidentes desde 1983 cuando ingreso a la fuerza nacional.

Luego de criticar duramente el trabajo de la Policía Científica de Pergamino en la confección de la planimetría del accidente ocurrido en Larrea y Estrada, Giuggiaro brindó detalles que causaron asombro en la sala y que hicieron que la mamá de Vito Otero junto a algunos familiares abandonen el lugar cuando indicó que el Ford Ka, desde su punto de vista, llevaba mayor velocidad que la Amarok (declaró que esta transitaba entre 30 y 45 kilómetros por hora).


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