En Arabia Saudita Joaquín Debeljuh Taruselli alcanzó su objetivo de completar el Dakar, ese sueño que nació en 2009 cuando la mítica competencia llegó a Sudamérica y presenció la largada en el Obelisco. A partir de ese momento fue transitando el camino que lo llevó hasta la meta en Jeddah. Pero todavía faltaba más, el martes Acevedo lo recibió como lo que es, su máximo referente deportivo. Este súper héroe, con una bandera argentina de capa y la medalla dakariana en el pecho, llegó a su pueblo arriba de una autobomba y fue felicitado por todos. Lo mismo ocurrió por la noche en Pergamino en una emotiva caravana que finalizó en la Plaza Miguel Dávila, donde entre tantos lo esperaba Gustavo Bassi, quien al igual que él finalizó el Dakar en 2013.
"Fue una experiencia única, inolvidable, nunca pensé que iba a tener tanta repercusión en la gente, tanto apoyo, iba temblando arriba de la autobomba por no poder creer el momento que estaba viviendo, lo recordaré para siempre", dijo sobre el recibimiento.
Mientras intenta bajar la adrenalina luego de dos semanas de competencia en las que estuvo 12 horas diarias arriba de la KTM del equipo Xraids Experience, el rider de 26 años dialogó con LA OPINION y afirmó: "Tengo que buscar más sueños y desafíos por cumplir, mantener siempre el hambre de gloria, creo que de eso se trata la vida, tener un objetivo y trabajar para lograrlo".
-Viajaste al Dakar 2022 con un plan de carrera, pero ¿cómo lo fuiste plasmando en vivo y en directo?
-Fui con el plan de encontrar un ritmo en el que me sienta seguro, ni muy despacio para que no se me hagan largos los días ni tampoco ir al límite; pero al ritmo me lo fue dando el mismo Dakar, encontrarme con la moto, el terreno, la navegación. Tenía un plan de carrera pero en vivo es distinto, el primer día salí bastante adelante porque había quedado 57º en el prólogo y me tocó largar con pilotos que después terminaron 25º o 30º en la general, iban muy fuerte y quedé entre los 40 primeros, incluso hasta a veces iba más rápido que ellos. Me sentía seguro, aceleré y tuve una caída un poco fuerte, se me activó el airbag y ahí dije 'vamos a bajar un poco', me encontré con el límite que era lo que no tenía que pasarme; y después de ese día empecé a bajar un poquito el rendimiento. En esa caída se me rompió el road book, se llenó de arena y tuve que pasar la hoja de ruta a mano, así que lo importante fue encontrar el límite.
Luego de ese aviso que le dio el Dakar en la etapa inicial, en la siguiente decidió bajar el ritmo. "Salí muy tranquilo y finalicé 85º, iba pendiente de no caerme ni perderme, iba muy relajado y se me hizo bastante largo ese día, en la primera etapa fui demasiado al límite y en la segunda muy relajado entonces dije 'así llego seguro hasta el final pero se me va a hacer eterno el Dakar', descansás menos porque llegás muy tarde, te alcanzan los autos", explicó.
Finalmente en la tercera etapa encontró un ritmo en el que se sintió seguro. "Fui rápido como en cualquier carrera, iba con ritmo y velocidad pero siempre tenía un resto para no ir al límite y también cuando no me sentía seguro y había probabilidades de caerme o perderme podía bajar un poco pero no perder tanto tiempo, llegar a horario y que el día se pase rápido. Así que a partir del tercer día me encontré con la moto, con el terreno, con la navegación y con el ritmo, de ahí en adelante fue como una burbuja que me llevó hasta el último día, todo fluía mucho mejor", declaró.
-¿Cuál fue el momento más difícil que viviste en el Dakar?
-Creo que en lo mental lo más duro fue el primer día, es más cuando se me abrió el airbag sentí que me quedaba sin aire, fue una sensación rara, el cuerpo no estaba acostumbrado a ese reflejo y me produjo una contractura muy grande en la zona de las costillas, sentía que me había fracturado, la moto se me cayó encima, no me podía levantar porque tenía el air bag activado y tarda dos minutos en desinflarse entonces no me podía mover y justo llegó Diego Noras, con quien tiramos juntos gran parte del Dakar porque íbamos a un ritmo muy parecido; me levantó la moto y pude seguir. Creo que fue una prueba de fuego pasar esa etapa, sentía que si me había quebrado se me estaba yendo el sueño en el primer día, me empezó a trabajar la cabeza pero a partir del segundo día cambió todo cuando me tranquilicé un poco.
Y en cuanto al físico y al manejo creo que lo más difícil fue la Etapa 11. Ya la habían presentado como la más dura del Dakar y fue así. En la primera parte las dunas eran muy grandes y altas y tenía que ir con mucha velocidad para pasarlas y también estaban cortadas así que no podía pasarte de velocidad porque me podía caer. Y después hubo una parte de dunas más chicas extremadamente blandas y se enterraban las motos, había tormenta de arena, la moto se clavaba, se hundía y en un momento se me enterró mucho y un compañero de equipo de Marruecos me ayudó a sacarla. Finalmente pude salir de esa zona y terminar la etapa un poco más tranquilo.
-Escuchando tus declaraciones tras cada etapa se desprende que esperabas un poco más de dificultades en este Dakar o fue que llegaste muy bien preparado.
-Me preparé para lo peor, fui muy bien preparado, me entrené durante tanto tiempo y con tanto esfuerzo para llegar a Arabia Saudita que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para llegar. Por suerte tuve buenos días, no tuve dificultades extremas, nunca me agarró la noche en el desierto, no me alcanzaron los camiones, no tuve grandes complicaciones y por eso disfruté tanto el Dakar, porque estaba bien preparado.
No tuve muchos errores y la carrera fue bastante redonda todos los días. De todas maneras fue muy duro, con días en los que me planteé que podía estar en mi casa en Acevedo tranquilo en vez de estar en el medio del desierto, eso pasa siempre pero fueron muy pocas veces y siempre estaba disfrutando al máximo. Lo más duro de todo me parece que fue el frío y los enlaces, no estaba acostumbrado a hacer 400 o 600 kilómetros de ruta con mucho frío, temblando, ya no sabía más en qué pensar porque eran cinco horas arriba de la moto solo de enlace y después faltaba correr la especial, pero en líneas generales disfruté mucho, por eso me pareció menos duro de lo que me imaginaba.
-Otro punto para destacar de tu actuación fue que finalizaste la carrera sin recibir penalizaciones.
-Eso es algo que me pone muy contento, en la única etapa en la que estuve bastante tiempo perdido buscando un waypoint fue en la novena, perdí más tiempo en buscarlo que lo que hubiese penalizado por saltearlo (15 minutos). Estuve como 20 o 25 buscándolo y después tuve que volver mucho para atrás, arriesgué bastante porque venían vehículos de frente pero es una parte del juego de la carrera, entra a jugar la cabeza, pensás ¿qué hago? dejo ese waypoint sin validar, pero quería volverme a casa sin saltearme ninguno. Tampoco tuve penalizaciones por exceso de velocidad, antideportivas y creo que es un poco lo que fui a hacer, un Dakar prolijo. Estoy contento porque me apasiona mucho la navegación y quería cumplir con todos los waypoint, es como una marca que me hubiese quedado.
-Finalizaste en la posición 58 de la general, ¿estás conforme con ese resultado más allá de que tu objetivo era llegar al final del Dakar?
-Estoy súper conforme, el nivel de competidores era muy alto. Por lo que me dijeron varios pilotos que han corrido el Dakar en Sudamérica un puesto 58 o 60 en la actualidad era un 30 de antes, porque ahora se va muy fuerte. Si un día decís 'voy a ir a fondo, al límite' podés adelantar cuatro o cinco posiciones, no es que vas a quedar 10º, y en un momento pensaba voy a terminar 100º porque la verdad que estaba muy duro adelantar pilotos, eran todos muy rápidos y navegaban muy bien, así que súper contento.
El puesto 58 me deja muy conforme y más siendo mi primer Dakar, se que podría haber estado un poco mejor porque tuve días como el que me perdí o cuando me relajé demasiado en la segunda etapa, pero no hubiera quedado más adelante del puesto 50. Fueron mínimos errores que ahora se por la experiencia de haberlo corrido. Obviamente siempre quiero más y si puedo volver a correr el Dakar voy a ir a superar esa posición.
"Ahora tengo otra mirada de cómo ir a cada carrera"
-Luego del Dakar, ¿qué planes deportivos tenés para lo que resta del año?
-Primero seguir entrenando mucho, creo que hay muchas cosas para mejorar y pulir después de esta experiencia, cosas que puedo aplicar en cualquier competencia. Después del Dakar tengo otra mirada de cómo ir a cada carrera, de cómo administrar mi energía, cuerpo, cabeza, creo que puedo ir mucho mejor después de tantos kilómetros y horas arriba de la moto.
Un lindo objetivo sería participar del Sarr (South American Rally Race) pero no voy a llegar con el presupuesto y además solo falta un mes; sería lindo porque llegaría con toda la energía, una constancia del día a día de manejo y navegación. Si no se da, que lo veo muy difícil, volveré al Campeonato Argentino de Navegación (Canav) a pulir esos detalles y aplicar todo lo que aprendí en el Dakar.
-Seguramente en tu cabeza está la meta de volver a correr el Dakar.
-Volví con mucho planes, de cómo se podrían abaratan los costos para poder participar otra vez del Dakar, pero un lindo objetivo es correr en la categoría malle moto, antes lo veía como algo extremadamente difícil e imposible y hasta sobrehumano, es complicado pero lo veo factible, es ir solo con la moto y hacerte tu propia asistencia, la parte mecánica, dormir en carpa y vivir un poco la esencia de ganarle solo al Dakar, si bien estoy conforme con lo que hice, siempre me gusta ir por más y sería un objetivo aún mayor ir sin asistencia a ganarle a la carrera más dura.
Ese desafío lo veo desde lo personal y también desde lo económico, porque baja muchísimo los costos, solo tendría que pagar la inscripción y conseguir una moto, porque el resto lo hacés solo. Se necesita meterle más horas de taller, que con Pablo (Pucci) y con Abel (Musso) aprendí mucho, con Abel en el Dakar y con Pablo acá en cada carrera. Me siento con posibilidades de hacerlo de esa forma pero hay que entrenar más todavía y preparar mucho la cabeza porque ahí sí que estás solo, pero como siempre dije nada es imposible y de esa forma podría volver a correr el Dakar, no sé cuándo, primero hay que analizar todo lo que viví en esta edición y dejar pasar un tiempo para pensar las cosas más en frío. Ahora estoy con toda la adrenalina pero creo que es una linda opción y ganas de volver me sobran, eso es lo más lindo que tiene esta competencia.