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Los trabajos que están en proceso de ejecución en distintos tramos de la autopista Pilar-Pergamino, una vez terminados, beneficiarán a más de 33.000 personas que por día circulan por la ruta Nº 8, aportando más seguridad y dinamismo una de las regiones más productivas de la provincia de Buenos Aires.
Hace casi 20 años que venimos escuchando estos argumentos en diferentes voces pero ahora parece que finalmente lo vamos a vivenciar.
La construcción de esta nueva traza es uno de los proyectos de infraestructura vial más ambiciosos que el Gobierno nacional tiene actualmente en desarrollo en la provincia de Buenos Aires. El viernes, el administrador general de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta, hizo una recorrida por las obras actualmente en ejecución.
El funcionario fue informado por quienes están a cargo de los trabajos que los mismos evolucionan a buen ritmo a lo largo de distintos frentes de obra, con un avance promedio del 77 por ciento.
El proyecto es financiado íntegramente por el Ministerio de Obras Públicas a partir de una inversión superior a los 24.000 millones de pesos.
Junto al subadministrador general de Vialidad Nacional, Alejandro Urdampilleta; y al gerente ejecutivo de Regiones y Distritos Provinciales, Patricio García; Arrieta centró su recorrida en los trabajos que se efectúan entre las ciudades de San Antonio de Areco y Capitán Sarmiento.
En ese marco, Arrieta constató las tareas de pavimentación final que se realizan sobre la variante de San Antonio de Areco y en la construcción del distribuidor con la ruta provincial Nº 41.
Trabajos complementarios
Posteriormente, el administrador general recorrió el tramo entre esta última localidad y Capitán Sarmiento, donde se hacen tareas finales de iluminación en los distribuidores, así como la colocación de pintura termoplástica, señalamiento y cartelería a lo largo de todo el trayecto.
En última instancia, Arrieta supervisó los trabajos sobre la variante de Capitán Sarmiento, donde evoluciona la construcción de colectoras y la instalación de una base granular y otra asfáltica. Además, se está colocando el sistema de iluminación sobre el nuevo distribuidor, así como la pintura termoplástica y carteles con las indicaciones que los automovilistas necesitan para circular más tranquilos.
"La autopista Pilar-Pergamino es una de las obras más ambiciosas y exigentes desde el punto de vista técnico que tenemos en marcha en la Argentina. Potenciar una obra pública de esta magnitud no solo contribuye a mejorar el tránsito y la productividad sino que crea cientos de puestos de trabajo directo y un notable efecto movilizador de las economías locales", manifestó el administrador general de Vialidad Nacional.
Seguridad y celeridad
Sin dudas para los pergaminenses todos los tramos de la autopista son importantes ya que muchas personas, por uno u otro motivo, utilizan este corredor vial de la ruta Nº 8 como conexión directa a la capital del país. Pero el medio anillo de circunvalación inaugurado a mediados de junio pasado era una de las obras esperadas porque llevó parte del tránsito fuera del Cruce de Caminos y sus adyacencias para quienes decidan viajar para el lado de Colón o viceversa. Este cambio, no obstante, no ha desviado mayormente el transito pesado debido a que el transporte de cereal se hace mayormente hacia la zona portuaria, a la que se llega preferentemente utilizando la ruta Nº 188, cuya traza ha quedado inserta en el radio urbano. Es por eso que el sector entre primer y segundo cruce continúa con un flujo vehicular cargado.
Más allá de que esta problemática particular de los pergaminenses no vaya a encontrar en esta obra su solución, en innegable y bienvenido el cambio radical que importará la autovía en términos de seguridad vial y mayor celeridad para unir estos distritos que forman parte del corredor. "Estamos convencidos que prontamente quedarán listos para usar distintos puntos de la autopista y de esta manera cumpliremos con los compromisos asumidos con los usuarios de esta ruta", contaron al Diario.
Vialidad resaltó una vez más que circular por esta carretera Nº 8 significa transitar por un paso neurálgico del país, vital para los productores agropecuarios en general y también para quienes trabajar con la ganadería, tanto en el norte bonaerense como en el sur santafecino. "Estamos pisando una de las regiones más fértiles con una de las mayores producciones del continente", admitieron y aseguraron que quieren tener listo el camino para tener una vía directa para el traslado de la producción regional a un costo notablemente inferior", señalaron.
