La bailarina clásica pergaminense Jazmín Arrieta resultó nuevamente finalista del Youth America Grand Prix (Yagp) 2021 Europa, premio que ya había obtenido en 2020 para New York, pero que fue suspendido por la pandemia.
Nuestra representante llegó a esta instancia al ser becada para participar del reclutamiento que hace Giros Prodanza para seleccionar bailarines de Argentina y el resto de Sudamérica (excepto Brasil) para la final del Yagp. Pasó todas las etapas de selección y volvió a quedar finalista, igual que el año pasado. La final este año se hace en Genova, Italia.
Pero a su vez, por su intervención en Gran Prix America Latina (Gpal) fue invitada por la representante del scouting de Brasil para la Yagp, para participar de su selección local y también pasó varias instancias quedando en el Top 12 de la categoría junior de la modalidad clásico. Este scouting selecciona bailarines para la final del Yagp en New York, pero los finalistas aún no fueron anunciados. Esto se da porque en este especial contexto de pandemia el Yagp resolvió desdoblar su final en dos, una en New York y otra en Europa para facilitar los traslados.
Es así que Jazmín es la única bailarina argentina doblemente seleccionada, por el reclutamiento de Giros por Argentina y por Brasil.
La precoz bailarina, hoy radicada en la ciudad de Rosario donde asiste al Koi Ballet, institución que funciona en el Club Español, dialogó con LA OPINION.
-Los premios son siempre un incentivo para seguir adelante, sobre todo en una carrera como la que elegiste, ¿cómo tomaste este nuevo logro de ser finalista en Youth America Grand Prix, en este caso en Europa?
- Los premios, los concursos, las medallas, nunca son el objetivo, pero son como un motorcito que me impulsan y motivan a seguir mejorando. Lo mejor de estos concursos son las capacitaciones que van en paralelo con el concurso, con maestros de los más reconocidos. Todo esto este año se hizo vía virtual porque no hemos podido viajar ni estar presencialmente en un salón de clases. Este reconocimiento es muy importante porque la selección la hacen jurados internacionales, maestros muy reconocidos en el mundo de la danza. Lo que lamento es que la final 2021 es en julio en Genova, Italia, y realmente con la situación actual del país y del mundo en la pandemia, va a ser complicado organizar un viaje para esa fecha. De igual manera, a los bailarines de Sudamérica nos están ofreciendo la posibilidad de participar vía virtual del concurso para no perderlo, a diferencia del Yagp del año pasado que directamente no se hizo. Este año sí está la doble posibilidad.
-En 2020 te radicaste en Rosario para poder asistir con más frecuencia al Koi Ballet y avanzar en tu crecimiento como bailarina. ¿Cómo fue ese cambio de vida?
- Fue un gran cambio en mi vida. Al principio me costó un poco acostumbrarme, como todo. Era una nueva ciudad, un nuevo colegio, nuevos ambientes y alejarme de mi mamá y hermana (N. de la R.: se instaló en Rosario con su papá). Pero siempre haciendo muchísimos esfuerzos, para seguir mis sueños en la danza.
-La pandemia no solo frustró tu participación en Youth America Grand Prix en Nueva York sino que también tuviste que adaptarte a las clases grupales y particulares por Zoom, ¿este proceso te hizo dudar de tu carrera?
- No, nunca dude. A pesar de que cambio mi manera de hacer clases y concursos, debido a la pandemia, seguí entrenando y esforzándome al máximo. Entrenaba en casa, con lo que tenía y podía conseguir, o con ayuda para algunos ejercicios de mi familia. Por ejemplo: los primeros meses usaba una silla que hacía de barra para las clases, para entrenar como no tenía pesas usaba bolsas de azúcar de 1 kilo, y así, pero como las clases por zoom seguían unos meses, después mi papá me hizo hacer una barra con un herrero y también me consiguió un tapete porque es peligroso trabajar con zapatillas de punta en un piso común.
Por la pandemia no solo se frustró mi participación en el Yagp sino también mi beca de capacitación para asistir a la Escuela del Teatro Bolshoi en Joinvillle, Brasil.
-Para el común de la gente la danza clásica es una disciplina muy sacrificada, sobre todo para quien lo ha tomado en forma profesional, tal es tu caso. ¿Sentís que estás renunciando a cosas propias de chicas de tu edad o lo vivís como un privilegio?
- Como decís, esta es una carrera que implica muchos sacrificios. En mi caso, por ejemplo, no puedo ir a todos los cumpleaños de mis amigas, ni a las juntadas que organizan por danza. Entonces por tal motivo, por estar tan enfocada, y darle prioridad a los ensayos, clases o concursos, me pierdo de algunas cosas propias de mi edad. Pero no siento que estoy renunciando sino que yo misma elijo hacer esto, y perderme de algunas cosas.
La palabra de la maestra
"Es una joven con gran potencial para dedicarse a esta profesión", sostuvo en contacto con LA OPINION Carina Odisio, bailarina, maestra, directora y productora en Koi Ballet, escuela de arte de Rosario, donde Jazmín Arrieta se perfecciona desde 2019.
Ese año Arrieta alternó en los primeros meses su entrenamiento entre Rosario y Pergamino, pero a partir de ser seleccionada en un Concurso Internacional (Gpal) sus padres decidieron enfocar todo su entrenamiento en una sola escuela: Koi Ballet.
"Venía tres veces por semana nada más. No era fácil organizar todo el entrenamiento en esos tres días pero pudimos más o menos armar un programa de trabajo", agregó la maestra y explicó que su escuela se caracteriza por tener un trabajo en equipo. "Yo soy la maestra de Jazmín, en danza contemporánea la profesora es Lucía Animendi y en Entrenamiento funcional el preparador físico es Sebastián Cox".
La directora aclaró que "hay niños que viene por hobby y otros, como Jazmín, que de pequeños ya se vislumbra mucho talento y condiciones físicas".
En este punto Odisio recordó cuando conoció a Jazmín "sus padres se reunieron conmigo para tener una opinión sobre si la niña podía tener un futuro en esta profesión. Así que les dije lo que veía en 'Jaz' era muchas condiciones físicas para la danza, mucho talento artístico, y un gran deseo de bailar. El resto nunca se sabe".
Odisio argumentó que "el futuro depende de un sin número de cosas que se alineen, para que la joven pueda dedicarse profesionalmente el día de mañana. Entre ellas, y la principal, su enfoque y trabajo diario cosa que, viniendo tres veces por semana, podíamos observar que en ella ya existía. Pero hasta que ella no tuviera un entrenamiento diario de lunes a sábado y de varias horas no íbamos, ni nosotros ni la niña, a ver si realmente era su vocación. Es una carrera muy sacrificada". Y agregó: "debe existir un gran deseo y mucho amor por lo que uno hace, ya que trabajamos con el cuerpo, con la mente y con el alma. Sobre todo se movilizan mucho las emociones en un artista".
Fue así que en 2019, teniendo esa poca frecuencia a clases, "Jazmín tuvo resultados maravillosos -indicó-, no sólo por los premios obtenidos en distintos concursos o becas otorgadas, sino porque veíamos que era una niña muy dispuesta a las correcciones y madura a pesar de su corta edad; muy decidida y a su vez respetuosa y educada. Todas cosas importantísimas a la hora de entrenar a un niño o de enseñar".
Ese año Arrieta quedó finalista para el Yagp de New York, siendo una de las siete representantes de Argentina. "Para esto entrenó todo el verano con 11 añitos recién cumplidos, era la más chica de su categoría -contó-.Dejó vacaciones de lado, como lo hacen muchas de las alumnas de nuestra escuela, porque solo desean cumplir su sueño y porque bailar las hace felices. Detalle bastante importante, sobre todo hoy día que los jóvenes están tan perdidos sin saber qué hacer en la vida. Encontrarte con niños así es maravilloso".
Impensado 2020
En 2020, a pocos días de viajar a New York, se suspendió el evento por la pandemia. "Nada de esto nos detuvo -sostuvo Odisio-. Enseguida accionamos un plan B para los alumnos y entre ellos 'Jaz', ya que como ella tenemos un grupo élite que trabaja en alto rendimiento, hacen colegio por Internet, etcétera".
"Trabajamos por zoom clases grupales y particulares, y preparamos las variaciones para los concursos del año que se realizaron en forma virtual, siendo todo más trabajoso. La diferencia que tuvimos con nuestras alumnas fue que Sebastián, el preparador físico les armo durante esos tres meses, de total confinamiento, un plan de entrenamiento para compensar la falta de desplazamientos, de saltos, etcétera. Así ellas no perdían el training", agregó.
La maestra remarcó que Jazmín "fue una de las que cumplió al pie de la letra todo. Lo más destacado es su voluntad de trabajo, su entrega 100 x 100 a nuestros planteos de entrenamiento, y su sonrisa permanente sin una queja. Sus condiciones físicas y artísticas de nada servirían si ella no tuviera lo antes mencionado".
Odisio cerró afirmando que "'Jaz' es una niña con gran futuro en la danza si es que sigue motivada como hasta ahora".