Las cuotas de las escuelas privadas subvencionadas de la Provincia de Buenos Aires subirán un 6% en marzo, según lo establecido a fines del año pasado. Este ajuste no contempla la reciente actualización salarial de los docentes, que recibieron un 7% de aumento en febrero y sumarán un 2% más en marzo. Estos valores podrían reflejarse en abril.
El secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), Martín Zurita, explicó que aún no recibieron autorización del Gobierno provincial para trasladar el incremento salarial a las cuotas. "En abril veremos qué ocurre. Nos reuniremos con la comisión de aranceles este mes para evaluar la situación", señaló.
El aumento afecta únicamente a las escuelas con aporte estatal. Aquellas instituciones que no reciben subsidios tienen libertad para aplicar sus propios ajustes de aranceles. Las entidades que agrupan a los colegios privados solicitaron la reapertura de la comisión de aranceles para revisar los montos, pero hasta el momento no obtuvieron respuesta.
Las cuotas con el incremento del 6% comenzaron a liquidarse esta semana, tras los feriados de carnaval, aunque algunos colegios enviaron los valores actualizados en los últimos días de febrero.
En noviembre pasado, tanto el Gobierno bonaerense como el de la Ciudad de Buenos Aires establecieron los aumentos para diciembre de 2024 y marzo de 2025 en los colegios privados que cobran 10 cuotas anuales y reciben subsidios. Según lo dispuesto por la Dirección General de Escuelas bonaerense en octubre, la suba para diciembre de 2024 fue del 3,8%, mientras que en marzo de 2025 se aplicará el 6%.
Impacto en las matrículas y calidad educativa
A través de resoluciones oficiales, las administraciones de la Provincia y la Ciudad fijaron los topes máximos de incremento que pueden aplicar las instituciones con subsidios estatales.
Zurita destacó que estos aumentos acompañan las actualizaciones salariales de los docentes acordadas en paritarias y que las escuelas privadas han logrado afrontar un 2024 complejo, con fuertes incrementos en los costos fijos, sin afectar la calidad educativa del sistema de gestión privada.
Además, los nuevos valores también impactaron en las matrículas anuales que los alumnos debieron abonar para garantizar su continuidad en las instituciones.