El escritor Rafael Restaino se alzó con el primer lugar del V Concurso Nacional de Poesía, organizado por la Academia Nacional e Internacional de la Poesía, con sede en la Ciudad de México. Restaino fue reconocido por su obra "Alas de luz tiene la memoria", un poema que destacó por su originalidad, creatividad y calidad literaria.
El fallo final del certamen se conoció el 24 de noviembre, durante los festejos de la poesía que tuvieron lugar en la capital mexicana. Durante este evento, se presentó la edición noviembre-diciembre 2024 de la revista de cultura Poesía entre neón, que incluye los trabajos seleccionados en el certamen, y se dio a conocer la antología Espejo de Letras, que reúne los poemas finalistas.
El proceso de selección fue exhaustivo. Según el acta del jurado, más de 750 textos fueron evaluados durante las diferentes etapas del concurso. Los miembros del jurado, en su deliberación final, destacaron la "creatividad y originalidad de las propuestas", así como su "calidad formal".
El galardón principal de este concurso, el V Premio Nacional de Poesía "Verso Libre MX 2024", fue otorgado a "Alas de luz tiene la memoria", de Restaino, quien es originario de Moquehuá, en la provincia de Buenos Aires. Los otros premios recayeron en los poetas Edmundo Andrade Romo, de Jalisco, México, y María Sofía Abarca, de Mendoza, Argentina.
Este reconocimiento a Restaino forma parte de una tradición que busca fomentar y premiar la excelencia en la poesía contemporánea, promoviendo a escritores emergentes y consolidados de habla hispana.
Alas de luz tiene la memoria
"El olvido está tan lleno de memoria/ que a veces no caben las remembranzas/
Y hay que tirar rencores por la borda/en el fondo el olvido es un gran simulacro/nadie sabe ni puede/aunque quiera olvidar".
Mario Benedetti
La memoria recuerda los olvidados puentes,/ las callejas opacas, túneles, grutas.
La memoria rememora ese verso que es sangre viva/ llorada en silencio /y hace pasar por nuestros ojos los ríos rumorosos/ despertando, impiadosa, las heridas olvidadas.
La memoria sabe de miradas vacías, de flores,/ de manos en rezo, de silencios de muerte,/ de danzas tristes.
Es que la memoria es desvelo, es hambre, es sed.
Es un silencio extendido y a veces amargo/ que busca y busca el instrumento de su queja.
Es la guardiana de amores, de anuncios, de ternuras,/ de silencios claros, de colores, de música,/ de caminos largos, sinuosos y empinados/ y sabe del hombre y de la mujer que sucumben/ sedientos y olvidados en su propio laberinto.
Es una escalera que lleva a todas partes.
Es un profeta bíblico de barbas pluviales/ que muerde los rincones y pregunta a toda hora/ ¿Quién secuestró niños?/ ¿Quién cortó las manos?/ ¿Quién arrancó los ojos?/ ¿Quién hirió el pan, el agua y el fuego?
Tener memoria es renacer una y otra vez.
Renacer en campanas, en acero, en pájaros.
Nos hace decidir el camino, el sosiego, la esperanza/ y martilla en la red fatigada de las venas.
Es que tiene Alas de luz la memoria/ para marchar decidida entre las brumas.