Decenas de personas de nuestra ciudad terminaron damnificadas de una estafa, tipo piramidal, que tuvo como cara visible a un joven de quien hace dos meses que se le perdió el rastro.
Son los inversores que aportaron ahorros en dólares para obtener ganancias por altos interesas mensuales en la divisa extranjera.
Son profesionales, comerciantes y empleados del ámbito público y privado que invirtieron su dinero con las expectativas de ganar el dinero que le prometieron por aportar a un fondo común de inversión.
El joven fue la cara visible de esta iniciativa que tenía el respaldo de una firma del mundo de las finanzas con operaciones bursátiles en nuestro país y en los principales mercados del mundo; según los argumentos que lograron convencer a las personas que se involucraron aportando sus divisas.
El muchacho, con vinculaciones entre empresarios y en distintos ámbitos sociales de poder adquisitivo con capacidad de ahorro logró convencer a muchas personas de sumarse a invertir en el negocio de la especulación financiera con altos réditos.
Aparentemente, la tasa de interés que cobraban cada trimestre los inversionistas era del diez por ciento mensual; según los trascendidos.
Así fue como los propios familiares, amigos, socios en emprendimientos comerciales y muchos allegados familiar y socialmente se sumaron a este emprendimiento.
Hubo personas que habrían adquirido créditos para sumarse a esta "timba" financiera, de la cual no hay demasiadas precisiones porque no hay ningún damnificado que lo haya denunciado penalmente.
Las personas perjudicadas no lo denunciaron porque todos se quedaron con la expectativa del regreso del sujeto con el dinero invertido.
Cada uno abriga la esperanza que la plata que invirtió se la devuelvan de un día para otro; pero ya pasaron más de dos meses sin noticias del sospechoso.
De Pergamino desapareció y sus padres también estuvieron ausentes de la ciudad durante un buen tiempo, hasta que regresaron recientemente.
El padre es un reconocido profesional quien no dio explicaciones del paradero del hijo, pero también sos tiene que es una víctima más.
Los más allegados sostienen la inocencia del muchacho y acusan a los responsables de la financiera de la Ciudad de Buenos Aires como los verdaderos culpables.
En este sentido, aducen que el joven cayó en la trampa y en el ardid de estos financistas que incorporaron las inversiones de decenas de pergaminenses con la promesa de pagar el rendimiento de los intereses mensuales.
Periódicamente abonaron las utilidades a los inversionistas, pero en un día determinado al mismo líder pergaminense lo dejaron sin pagarle.
En ese momento, se produjo el quiebre de la relación del muchacho con los inversionistas de nuestra ciudad y se produjeron los reclamos lógicos de quienes invirtieron sus ahorros en dólares y no se los reintegraron al pedir retirarlos por advertir irregularidades en los administradores del fondo.
En lugar de enfrentar la situación y responder por el desfalco económico, este muchacho hizo una falsa denuncia por presuntos hostigamientos de personas y se fue de Pergamino.
Las viviendas familiares aparecieron con carteles de ventas y los automóviles que utilizaba fueron vendidos para dejar de frecuentar los lugares habituales y dejar de responder a las llamadas y mensajes telefónicos.
Aparentemente esa fecha sería fácilmente individualizable porque dejó de tener actividades en las redes sociales con seguidores que fueron sus propias víctimas.
Durante los meses de gloria en el que logró sumar decenas de inversores locales tuvo un lujoso pasar económico con gastos superfluos y animando a muchos allegados a imitar su nivel de vida a partir de incorporar más capitalistas a la iniciativa financiera que daba réditos astrnómicos.