Mil botellas de Fernet Branca se encuentran preventivamente en depósito judicial en uno de los locales de un comerciante pergaminense hasta que la Fiscalía logre esclarecer una presunta maniobra defraudatoria.
El dueño de un local, con varias sucursales en nuestra ciudad, adquirió las bebida alcohólicas a precio promocional y contactó al distribuidor que la ofrecía a precios mayoristas.
Tras las negociaciones comerciales acordaron un precio por un cargamento de cajas de la reconocida marca.
El pergaminense transfirió siete millones de pesos a través de una aplicación bancaria a nombre de la firma con la que terminó la negociación para el envío de los productos.
El cargamento arribó a nuestra ciudad a los pocos días y lo descargaron en una de las instalaciones comerciales de nuestra ciudad con suficiente espacio para acopiar semejante cantidad de mercadería.
A los pocos días irrumpió en nuestra ciudad el propietario de la distribuidora de la ciudad de La Plata a reclamar el pago en efectivo de los productos adquiridos y descargados horas antes.
El comerciante de nuestra ciudad le exhibió las capturas de pantallas de los movimientos de su cuenta bancaria para demostrar que actuó en buena ley.
Entre los dos empresarios no llegaron a un acuerdo y llevaron el caso a la Justicia por un posible delito de estafa.
Desde la Fiscalía 3 ordenaron que preventivamente la mercadería quede en depósito judicial en el lugar donde se encuentra guardada desde que se descargó.
El fiscal Nelson Mastorchio le asignó la investigación al Departamento de Ciber crimen, a cargo de José Cifuentes.
¿Dos víctimas?
Una de las hipótesis de la Fiscalía es que tanto el comerciante local como el propietario de la distribuidora platense podrían ser las víctimas de un tercer actor que sería el estafador.
Desde esta óptica el autor de la estafa habría pergeñado la maniobra defraudatoria hablando con la distribuidora como si fuera el comerciante pergaminense y a la inversa.
Así habría engañado a todos negociando desde los dos lugares de la negociación y logró que el mayorista enviara los productos y que el pergaminense pagara.
Ahora, el vecino de nuestra ciudad perdió siete millones de pesos y el distribuidor debe el dinero a la fábrica de bebidas.
Las actuaciones judiciales se instruyen bajo la figura de estafa con los elementos aportados por cada una de las partes involucradas en lo ocurrido.
