En septiembre, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires mostró un amesetamiento al ubicarse nuevamente en el 4% mensual, tras una leve baja de 0,2 puntos en comparación con agosto. A pesar de esta moderación, la cifra se mantiene por encima de las expectativas tanto del gobierno como de los analistas privados, quienes esperaban que la variación de precios perforara ese piso. Desde la fuerte aceleración registrada en diciembre pasado, tras la devaluación del tipo de cambio oficial que llevó al Índice de Precios al Consumidor (IPC) porteño por encima del 21% mensual, los precios no han logrado estabilizarse por debajo del 4%.
De acuerdo con los datos del Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba), el acumulado de inflación en lo que va de 2024 ya alcanza el 115%, mientras que la interanual llegó al 218,8%. Estos números, dinamizados principalmente por ajustes en expensas, tarifas de servicios públicos, salud, transporte y alimentos, muestran que la inflación sigue siendo uno de los principales problemas económicos en la ciudad.
Previsión nacional y expectativas de mercado
La cifra proporcionada por el Idecba es el primer dato oficial de inflación correspondiente a septiembre. El próximo jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundirá el IPC Nacional, y según estimaciones privadas, se espera que se ubique por debajo del 4%. El Reporte de Expectativas del Mercado (REM), publicado la semana pasada por el Banco Central, proyecta una inflación mensual del 3,5%. Consultoras como Equilibra, C&T Asesores Económicos y BBVA Research también prevén cifras cercanas al 3,9%, con base en modelos econométricos y machine learning.
El IPC Núcleo como termómetro de la inflación
El amesetamiento inflacionario en CABA se reflejó también en el dato del IPC Núcleo, que excluye los precios estacionales y regulados. Este índice, considerado un "termómetro" por economistas para evaluar la tendencia de los precios, registró una baja de 0,3 puntos en comparación con agosto, ubicándose en el 3,9%. Por su parte, los precios estacionales subieron un 2,9%, mientras que los regulados, que incluyen tarifas de servicios públicos, aumentaron un 4,8%.
Alimentos y bebidas: desaceleración en septiembre
El rubro Alimentos y bebidas, el de mayor peso en la canasta de consumo del IPC porteño, mostró una desaceleración en septiembre. Tras haber registrado un aumento del 3,1% en agosto, cerró el mes con un alza del 2,2%, en línea con la suba del tipo de cambio oficial. A pesar de esta moderación, los precios de este rubro acumulan un aumento del 97,5% en lo que va de 2024 y del 220,6% interanual.
Dentro de la categoría, los principales impulsos provinieron de subas en carnes y derivados (5,3%), pan y cereales (4,1%) y leche, productos lácteos y huevos (3,7%). Un factor que contribuyó a la moderación fue la baja en la alícuota del impuesto PAIS para las importaciones, que pasó del 17,5% al 7,5%, afectando productos como café, bananas, harinas y algunos insumos importados.
Servicios: el rubro más afectado
El aumento en las tarifas de servicios públicos también contribuyó significativamente a la inflación de septiembre. El rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles subió un 4,3%, explicando 0,81 puntos porcentuales de la inflación del mes. Este aumento estuvo impulsado principalmente por ajustes en expensas, alquileres y las tarifas de electricidad y agua.
El sector Transporte mostró un incremento del 5,1%, lo que representó 0,55 puntos porcentuales del total de inflación en septiembre. Este aumento se debió al alza en los precios de combustibles y lubricantes, así como al impacto rezagado del incremento en los boletos de colectivos urbanos aplicado en agosto.
Otros rubros que también mostraron subas significativas fueron salud (5%), debido a los ajustes en los planes de medicina prepaga y los medicamentos, y restaurantes y hoteles, que registraron un aumento del 3,7%.
Otras categorías con subas por encima del promedio
Diversos sectores registraron aumentos por encima del promedio de inflación en septiembre. Entre ellos se destacan prendas de vestir y calzado (5,6%), recreación y cultura (5,2%), bebidas alcohólicas y tabaco (4,6%) y seguros y servicios financieros (6,9%), lo que muestra una dinámica inflacionaria generalizada en la ciudad.
Conclusión
El dato de septiembre refleja un leve amesetamiento de la inflación en la Ciudad de Buenos Aires, aunque los niveles siguen siendo elevados. A pesar de la moderación en algunos rubros clave como alimentos, las subas en servicios públicos, expensas y transporte siguen presionando al alza el costo de vida en la ciudad. Con una inflación acumulada del 115% en lo que va del año y del 218,8% interanual, el panorama económico porteño sigue siendo complejo, y el desafío de reducir la inflación a niveles más manejables persiste.
Las expectativas están puestas en el dato nacional del IPC que difundirá el Indec esta semana, el cual podría confirmar si el amesetamiento en la inflación se extiende a nivel país o si persisten las presiones sobre los precios.
