Tras unas elecciones cargadas de polémica, la Junta Electoral declaró como ganador a Miguel Fernández. Las redes sociales no tardaron en reflejar las repercusiones entre las principales figuras del radicalismo bonaerense, quienes se alinearon con ambos candidatos mientras se sucedían chicanas y denuncias de fraude.
Las elecciones del Comité Provincia de la UCR bonaerense, realizadas el pasado domingo, no estuvieron exentas de controversia. Al caer la noche, cuando los resultados comenzaban a tomar forma, tanto Miguel Fernández como su competidor, se adjudicaban la victoria, lo que desató una serie de acusaciones cruzadas que inundaron las redes sociales.
Finalmente, fue la Junta Electoral quien puso fin al suspenso al declarar ganador a Fernández, consolidando así su liderazgo dentro del radicalismo provincial. Sin embargo, las denuncias de presuntas irregularidades no tardaron en llegar por parte del sector opositor, que aún no reconoce el resultado como definitivo.
Las reacciones en las redes sociales
Las plataformas digitales fueron el campo de batalla donde diversas figuras del radicalismo expresaron su apoyo tanto a Fernández como a su rival. Referentes políticos y militantes de ambos bandos compartieron mensajes de respaldo y, en algunos casos, hasta chicanas que alimentaron la tensión que se vivía durante el escrutinio.
El sector alineado con Fernández celebró lo que consideran una victoria clara que refuerza el rumbo del partido hacia la renovación, mientras que los seguidores del otro candidato cuestionaron la transparencia del proceso y prometieron revisar el conteo voto a voto. Las acusaciones de fraude también se hicieron presentes en estas publicaciones, avivando el debate sobre la legitimidad del proceso.
Un radicalismo dividido
La elección expone la división interna que atraviesa la Unión Cívica Radical en la provincia de Buenos Aires. Por un lado, Fernández, quien cuenta con el apoyo de sectores que promueven una modernización del partido y la búsqueda de mayor protagonismo dentro de la coalición Juntos por el Cambio. Por el otro, un sector más tradicional del radicalismo que busca mantener las formas y liderazgos históricos.
Esta disputa electoral, que debería haber sido un simple trámite interno, terminó reflejando la batalla más amplia que se libra dentro del radicalismo, no solo a nivel provincial sino también a nivel nacional, donde se discute el rol que el partido debe desempeñar en las próximas elecciones generales.
El desafío que enfrenta el ganador
Más allá de la polémica, lo cierto es que Miguel Fernández enfrenta ahora el desafío de unir las diversas facciones dentro del partido y preparar el terreno para las elecciones generales de 2025. Con la mirada puesta en consolidar la presencia radical en la provincia más poblada del país, Fernández deberá sortear no solo las tensiones internas sino también fortalecer el rol del partido dentro de Juntos por el Cambio, donde el radicalismo busca más protagonismo frente al liderazgo de PRO y otras fuerzas aliadas.
Los próximos días serán claves para conocer cómo se resuelve el conflicto y si las denuncias de fraude prosperan o quedan en meras acusaciones. Lo que es seguro es que el radicalismo bonaerense ha entrado en una nueva etapa de reconfiguración interna, donde cada movimiento será determinante para su futuro político.