La caída de la imagen presidencial
En el último informe presentado por la encuestadora CEOP, queda en evidencia un importante retroceso en la imagen y aprobación del presidente Javier Milei. Los resultados muestran que un 56,3% de los encuestados tiene una percepción negativa de su gestión, mientras que solo un 40,2% mantiene una valoración positiva. Estos datos representan una caída significativa con respecto a meses anteriores, donde su imagen aún resistía gracias a su retórica disruptiva y al apoyo de su núcleo duro de seguidores.
La situación se ha agravado tras las movilizaciones en defensa de la educación pública, que comenzaron en abril y se consolidaron en los meses siguientes, alcanzando un punto de inflexión en septiembre. Estas protestas, impulsadas por el conflicto con las universidades, involucraron a varias generaciones y sectores sociales que se manifestaron en contra del ajuste presupuestario que afecta al sistema educativo.
Un ajuste que no da tregua
El informe también revela que la percepción negativa está directamente relacionada con el feroz ajuste económico que el gobierno ha implementado. El 85% de los argentinos asegura tener dificultades para llegar a fin de mes, y cada vez son más los que manifiestan que no pueden soportar ni un día más de recortes. Esta situación ha erosionado el respaldo popular al gobierno, especialmente entre los sectores que inicialmente apoyaron las políticas de Milei, como los jóvenes y los votantes de clase baja y muy baja, muchos de los cuales provienen de hogares peronistas.
El ajuste no solo ha impactado en la economía familiar, sino que también ha generado un fuerte malestar en relación a la gestión de la seguridad y el trato hacia los sectores más vulnerables, como los jubilados. La violenta represión a las protestas de jubilados y el rechazo al aumento en sus haberes han contribuido al deterioro de la imagen presidencial. En este sentido, el 66% de los encuestados rechazó la celebración en la Quinta de Olivos tras el veto al aumento de los jubilados por parte del Congreso.
Expectativas y desilusión
Uno de los pilares que sostenían a Milei era la esperanza de una mejora en la situación económica del país. Sin embargo, esta expectativa también ha comenzado a desmoronarse. Según el estudio, las expectativas sobre la economía nacional han caído del 50% en agosto al 42% en septiembre, mientras que la percepción sobre la economía personal y familiar también ha sufrido un retroceso similar.
La paciencia de la sociedad ante el ajuste ha llegado a su límite, y la sensación de incertidumbre ha aumentado drásticamente, alcanzando el 31%. Mientras tanto, la esperanza, que en agosto se mantenía en un 41,3%, ha descendido al 35,9% en septiembre, marcando un claro cambio en el humor social.
El núcleo duro de Milei y su resistencia
A pesar de este panorama adverso, el informe también señala que Milei mantiene un núcleo duro de seguidores que continúa apoyando sus políticas, especialmente aquellos identificados con posturas de derecha y fuertemente antiperonistas. Este segmento, que representa el 36% del electorado, sigue convencido de que el ajuste es el único camino posible para enderezar la economía y, por tanto, están dispuestos a soportar las consecuencias de las políticas de austeridad.
Este electorado, proveniente en su mayoría de clases medias y altas, es también el que aprueba medidas impopulares como la represión a las protestas, el veto al Presupuesto Universitario y la posible privatización de empresas estatales como Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, el desafío para el gobierno será mantener este apoyo en un contexto de creciente descontento social.
El futuro de la gestión Milei
El escenario es complejo. Si bien el núcleo duro de Milei sigue siendo fiel, el descontento en el resto de la sociedad argentina se expande. Las clases bajas, que alguna vez vieron en él una alternativa a la política tradicional, ahora muestran señales de desencanto. El informe de CEOP concluye que los factores que sustentaban la imagen positiva del presidente han empezado a cambiar, y el ajuste feroz que ha caracterizado su gestión parece haber alcanzado un punto de quiebre.
Mientras tanto, la oposición aún no ha logrado capitalizar este cambio de humor social, ya que los independientes, un 17% del electorado, son quienes más han crecido en términos de adhesión política. Este escenario deja abierto el interrogante de si Milei podrá revertir la situación o si el descontento continuará erosionando su base de apoyo.