La crisis socio-económica y el cambio de costumbres generaron que los hoteles alojamientos de Pergamino vivan momentos complicados. Al cierre que tuvieron que padecer durante la pandemia en 2020, los años posteriores no fueron de los mejores para el sector al punto que en algunos casos debieron cerrar definitivamente o bien esos edificios se vendieron para otros emprendimientos, como sucedió en la zona de la ruta nacional Nº 8, donde uno de los más reconocidos hoteles alojamientos que tenía la ciudad hoy por hoy le está dando lugar a otras actividades.
Aquellos que siguen adelante "la pelean" día a día porque son conscientes que es su fuente laboral, como así también de los empleados que todavía continúan prestando servicios en estos albergues. "Venimos luchándola, hay una merma cada vez mayor en nuestros establecimientos pero no podemos bajar los brazos", admitió ayer Graciela, responsable de unos de los históricos hoteles alojamientos que Pergamino tiene en la zona del Segundo Cruce, como lo es Hawai.
Desde las personas que tienen encuentros casuales hasta las parejas que sienten monotonía en el vínculo y quieren una renovación eligen los hoteles alojamiento como una opción para sus necesidades o incluso hasta quienes quieren cubrir una infidelidad; así de amplio es el rango de clientes de este rubro. Por ese motivo, siempre se trató de un sector con mucha demanda, sobre todo en ciudades grandes como la nuestra.
Cambios de costumbres
Hay quienes afirman que los jóvenes tienen una actividad sexual diferente en la actualidad en comparación con décadas anteriores, y eso se nota ya que el consumo de este tipo de servicios muestra una caída considerable en los últimos años, según señalan los entrevistados en esta nota. A pesar de esa realidad, la inflación que se vive en Argentina desde hace tiempo marcó también una reducción en la clientela de estos establecimientos: los dueños y recepcionistas de los albergues transitorios evidencian una preocupación por esta realidad y por lo que vendrá en el futuro cercano.
Las tarifas de los hoteles alojamiento varían entre 11 y 22 mil pesos el turno de dos horas, en función del nivel de cada local. "Lamentablemente tuvimos aumentos en todos los artículos y productos que se necesitan para trabajar; desde lavandería, pasando por insumos de higiene personal y sobre todas las cosas el impacto de las tarifas de luz y gas es tremendo para nosotros. Estamos perdiendo cada vez más cuando abrimos las puertas de una habitación porque muchas veces los gastos son mayores que los ingresos, hay turnos en los que no tenemos clientes", cuenta Graciela con preocupación y reconoció que todos los días hay "cosas que hacer en el Hawai para tenerlo en condiciones, tal como esperan mis clientes cada vez que vienen".
Al mismo tiempo, la recepcionista de otro de los albergues, que prefiere mantenerse bajo el anonimato, sí evidencia una afección real de la crisis económica en el establecimiento donde trabaja. "Hubo aumentos en las tarifas y es lógico que eso suceda porque suben los insumos; por eso mismo buscamos ofrecer promociones para captar clientes ya que no entraba nadie", reveló.
Estrategias ante la crisis
Los descuentos y promociones siempre han sido aliados de los establecimientos que ofrecen servicios o productos en tiempos de crisis, pero el actual panorama no permite a los dueños ser laxos con respecto a las tarifas. "Estamos al límite. No logramos seguir los niveles de inflación. Los costos nos acosan", aseguraron desde Eros Hotel a LA OPINION. "Estamos trabajando con clientes de la zona, además de quienes son de Pergamino, pero en estos últimos meses hay una reducción cercana al 40% en cuanto a la ocupación del hotel", agregaron desde este albergue ubicado en el kilómetro 228 de la ruta nacional Nº 8.
Al igual que sus colegas en este rubro, desde Eros contaron que "en lo que respecta a las tarifas, recibimos una boleta de luz de 300 mil pesos; además tenemos que sumarle los costos de lavandería, los productos especiales que se utilizan en la desinfección de todas las habitaciones y el mantenimiento general del hotel porque sabemos muy bien que a diario hay reparaciones que concretar para poder brindar un servicio de calidad como el que ofrecemos a nuestros clientes".
Un dato no menor que informaban es que "un cepillo de dientes descartable, como son los que hay en las piezas, tiene un costo cercano a los 200 pesos la unidad, y en cada turno se reponen cuando la habitación se utiliza; también subieron los precios de los insumos de higiene personal que se colocan en cada cuarto, sin dejar de lado demás elementos que se ponen para dar 'un toque" de distinción para nuestra gente".
En el cierre, tanto en Hotel Eros como en el Hawai reconocieron que tratan de ayudar a los clientes con promociones: "tenemos los fines de semana descuentos si se quedan toda la noche, o vamos viendo la ocupación de las habitaciones para dejarlos más tiempo al mismo precio porque el objetivo es que pasen un momento agradable dado el esfuerzo que hacen para poder alquilarnos el turno", admitieron en Eros, uno de los albergues transitorios más moderno y destacados de la región.
Por su parte Graciela, que cuenta con una destacada trayectoria y experiencia en el rubro, al frente de uno de los hoteles históricos de Pergamino, al igual que sus compañeros de rubro, destacó que "ya no hay esperas como en otros tiempos, así que trato de no molestar a mis clientes si se pasan un 'tiempito' más de lo acordado con respecto al turno, estamos todos en la misma y hay que ser comprensivos del gasto que afrontan para poder pasar un momento tranquilos".
