Crédito: REGISTRARTE
La muestra reúne el trabajo fotográfico de artistas ubicadas en distintos territorios del país y del exterior.
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La muestra se habilitó en Fotogalería Meridiano 0, Teatro Italiano, avenida Alsina 29 de la ciudad de Chacabuco.
El sábado 6 se inauguró la muestra colectiva "Rituales para habitar un mundo sensible" en Fotogalería Meridiano 0, Teatro Italiano, avenida Alsina 29 de la ciudad de Chacabuco.
La muestra reúne el trabajo fotográfico de doce artistas ubicados en distintos territorios del país y del exterior, y cuenta con la curaduría de "Nati" Tealdi y Roma Vaquero Díaz, además del acompañamiento de Plataforma Mundo Performance y Centro Cultural Registrarte.
La entrada es libre y gratuita y se la podrá visitar hasta el 25 de agosto, de lunes a viernes de 9:00 a 12:00 y de 13:00 a 17:00; los sábados y domingos de 17:00 al cierre de sala.
La palabra de las curadoras
"Un círculo de voces palpita y el territorio resuena, uniendo la obra de doce artistas que se preguntan por el habitar. Doce artistas que se conocieron en los espacios de taller de Registrarte y Mundo Performance, donde la práctica despliega afectos, redes y operaciones para el vivir. Doce artistas que encontraron en la fotografía algunas respuestas posibles, dando materialidad a las ceremonias del cuerpo, la prolongación de la espera, el contacto con los ecosistemas y lo autoficcional como procedimiento de reparación.
"Ana Beltrán Porcar (España), Andrea Antico, Antinea Jimena (Francia), 'Aye' Luzuriaga, Dani Conte, Laura Riera, Lu Fioramonti, Lucía Aquino S., Marina Feldman, 'Nati' Tealdi, Roma Vaquero Díaz y Vane Mescher construyen imaginarios donde los relatos se tocan, se mueven, se comparten, uniendo Pergamino con Chubut, Buenos Aires con Fontainebleau, Alcora con La Paz, Bariloche con Chacabuco. Distintos lugares geográficos, espirituales y memoriales, pero que en el hacer ritual manifiestan una singularidad que se vuelve compartida.
"Si nos acercamos a la propuesta, nos encontramos con la arcilla, las ancestras y la piel que se extiende a lo vegetal y lo mineral; la fragmentación y la marca; la acción liminal que pervierte las narrativas ocultas. Pero también, con la construcción de la identidad y la reparación de las memorias, el duelo performativo y la espera hacia una nueva búsqueda, la corporeidad de los días y la lucha por la vida.
"Un susurro nos reúne. La espera, el sostén, la búsqueda, el hacer, la práctica, encender y proteger el fuego". ("Nati" Tealdi y Roma Vaquero Díaz).
