Susana Panza: "Pinto armando una composición desde mi alma"

Hasta el domingo 28 se podrá visitar en el Museo Municipal "Giuníppero Castellano", la muestra "De lo sagrado a lo terrenal", donde se exhiben obras de Susana Panza, un abanico de pinturas en vidrio, piezas figurativas y abstractas, vitreaux y tallas en madera referidas al arte sacro.

En ese marco, el viernes último se realizó un conversatorio con la destacada artista visual de nuestro medio, especializada en el arte del vitreaux, que está festejando sus 40 años de trayectoria. Ante el público presente y con un clima musical acorde, a cargo del doctor Maximiliano Runco, quien interpretó con su piano eléctrico obras del estilo barroco, Susana Panza dialogó con la doctora Susana Salauati, integrante de la Asociación Amigos del Museo.

-¿Cuál fue el camino que te condujo a terminar en el vitreaux? 

-El misterio de la luz .Yo trabajé durante muchos años sobre la teoría del color y cuando mi maestro Juan Grela dejaba su disciplina para pasar a otro plano, él siempre me decía "mire la luz del Veronés de Moholy Nagy". Y así comencé mi peregrinaje para conseguir un maestro.

-¿Considerás que estás pintando a través de esta disciplina?

-Por supuesto. Yo llevé al vitral mis obras. Yo pinto así, armando una composición desde mi alma, porque nada que yo he puesto en cada una de ellas es porque sí. En esas vidrieras está mi vida. Desde el homenaje a mi madre en Flores para Blanca, a mi padre -un gran trabajador y un soñador- por eso Vivencias el esfuerzo, derribando todo para lograr sus sueños; Enamorado de las Calas y La libertad de los animales, apoyado sobre la belleza de las flores; el homenaje a mis maestros en El pintor y La modelo. Hice tres retratos: El jubilado, representando la tristeza y el abatimiento, por eso su boca y su expresión de desesperanza; El Pensador, como si fuera un filósofo, un maestro de la vida, por eso elegí ese vidrio; Belmont, el cantante con su cara dorada pero serena transmitiendo todo, solo el ojo azul como el cielo para llevar hasta ahí con su voz a los que escuchan. 

Y ausencias, que a veces te adormece el dolor de solo pensar en ellos, por eso el homenaje a los seres que siempre me acompañaron en la vida y en el arte: a mi esposo José María Belgrano y a mi hermano Eduardo Panza, a los animales que siempre estaban en el atelier y, por supuesto a Mirta Panza, la mamá de Pablo mi sobrino y asistente.

-¿Cuáles son los pasos para confeccionar un vitreaux?

-Comienzo con un diseño, transfiero a una plantilla, seleccionó los vidrios y corto; sueldo y coloco en el soporte correspondiente.

-¿Podrías mencionar a los maestros de la plástica, del vitreaux y de la talla en madera?

-Mis maestros en la plástica fueron Fioravanti Bangardini, Juan Grela, Juan Campodónico; en vidrio Jorge Curuchet; en vitrofusión Patricia Serbali y Luz Sheppar y Miriam Di Fiore, y Armando Rodríguez en tallas.

-En general se ha relacionado el vitreaux con la religión, ¿en qué templos construiste o reparaste un vitreaux o una imagen?

-Los templos en los que trabajé con vitrales en Pergamino son: Santa Rosa de Lima, Santa Rita, Asilo San Vicente de Paul, Hogar de Jesús y Hogar San Camilo. Hice restauraciones de imágenes, cinco Vía Crucis y Sagrado Corazón de Jesús; Iglesia Nuestra Señora de la Merced, Corazón de Jesús de Capilla Sagrado Corazón, Virgen de Luján, Capilla Santa Teresita. También restauraciones en la Capilla San Juan de Dios de la Escuela Juan Vucetich; en la Capilla San Cayetano, de San Nicolás; en la Capilla Espíritu Santo, de Junín; en San Carlos Borromeo, de Capitán Sarmiento; en Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Salto; en la capilla de Pilar, en Oratorio María Auxiliadora Todd. Además, hice muchas obras particulares de restauraciones, vitrales y luminarias.

-¿Cuál sería el vitreaux que te queda pendiente hacer?

-No lo sé. Esto para mi es una alquimia donde se mezclan los sentimientos, la pasión y el misterio que nos envuelve día a día, hasta que aparece otra vez mi propia luz y dice, ahora.

-¿Qué estás exponiendo en tallas en madera?

-Allí hay un Jesús que hice con los restos del incendio del museo en 2009. Hay piezas representativas del barroco peruano como Nuestra Señora de la Pomata y Nuestra Señora de la Eucaristía, por eso los cabellos largos como lo hacían los indios. Yo las tomé de las pinturas de Tilli Tupac. Y las otras son mis interpretaciones de algunas santas y santos.