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El aumento de precios en todos sus órdenes pero sobre todo en los artículos de primera necesidad, como son los alimentos, es un tema que preocupa a la sociedad argentina. En Pergamino la situación es coincidente con lo que sucede a lo largo y ancho del país habida cuenta que los aumentos continúan. Muestra de ello es el porcentual de variación del índice de precios, correspondientes a marzo, que registró la Cámara de Alimentarios de nuestra ciudad (CAP), que arrojó una suba del 11 por ciento en promedio contemplando 460 productos que incluye los alimentos (envasados de almacén, frutas y verduras, carnes, panificados), productos de higiene personal y de limpieza. Con este último guarismo, correspondiente al tercer mes del año, se determinó que durante el primer trimestre del 2023, los artículos ya sufrieron un 36 por ciento de incremento.
Precisamente el precio de las frutas y verduras fue el que más incidió en el porcentual promedio del Indice de Variación de Precios ya que advirtió subas superiores al 22 por ciento seguido por los panificados, productos de higiene personal y envasados cuyo porcentual de incremento fue alrededor del 12 por ciento. La carne vacuna no modificó en demasía su valor, un seis por ciento en tanto que la carne aviar fue el producto de la lista que menos aumento registró: solo un 1,8 por ciento.
Baja de ventas
La consecuencia directa del incremento de precios se traduce en una baja en los niveles de comercialización por la pérdida de poder adquisitivo que experimentan los ciudadanos en general. A esta complicación se suma la suba de los gastos fijos que, mensualmente, deben afrontar los comerciantes y que complica aún más la supervivencia. De acuerdo con lo expuesto por el informe de la Cámara de Alimentarios "la recesión de ventas sigue profundizándose, desde enero hasta marzo acumula un 27,2 por ciento. Además crecen los gastos de comercialización y ponen en riesgo de extinción a los pequeños comercios formales".
En contacto con LA OPINION, Nelson Figueredo demostró su preocupación por la tendencia a la baja en los niveles de comercialización. "La retracción en las ventas continúa, aunque ya menor a lo que fue el primer mes del año. Sí notamos el fenómeno de amesetamiento en las ventas. Es muy significativo el dato que se recoge sobre la venta en el comercio de alimentos, porque está mostrando la realidad de lo que pasa en otros rubros también. Siempre pensamos que lo último que va a dejar de hacer la gente, es comer; y ahí estamos viendo que justamente la baja que se advierte es general e incluso en elementos de primera necesidad. Está bajando el consumo general", manifestó Nelson Figueredo.
-Mencionó que el consumo está retraído pero no tanto como fue el primer mes del año...
- Exacto. En enero y febrero fue muy brusca la retracción del consumo, pero después se fue amesetando y con tendencia a la baja. A pesar de la retracción, sí podemos confirmar que creció la venta en los comercios de proximidad más que en las grandes superficies porque es obvio, el consumidor está yendo a comprar cuando le falta ese producto al comercio más cercano. Por otro lado, sabemos perfectamente que el comercio de proximidad, haciendo un gran esfuerzo, está logrando tener precios con marcas blancas que no tienen las grandes superficies que manejan más las marcas premium.
"Abuso desmedido"
Sobre la variación de precios y las subas, Figueredo fue crítico con las grandes empresas "que han abusado mucho de la situación para aumentar los precios. Son aquellas firmas que tienen monopolizada la producción de las marcas premium en alimentos, que fijaron un precio con un dólar de 2.000 pesos, monto al que nunca llegó, armando un colchón demasiado importante, lo que nosotros consideramos un abuso desmedido". Ante esta situación, Figueredo sugirió a los consumidores que no compren los productos de marcas Premium sino que "busquen productos de segundas marcas, de marcas blancas, que son elaborados por las pymes nacionales que favorecen mucho también el trabajo argentino. Entonces no solo que se favorece el consumidor al comprar esas marcas que son más económicas sino que se impulsa el productos nacional"
Suben los gastos fijos
Pero la alarma entre los referentes del rubro alimentario no solo considera la baja en las ventas sino también el incremento de los servicios por ejemplo (luz y gas) que hacen "pesado" para el comerciante el afrontar los gastos mensuales. Al respecto y con la mayor concreción posible, el presidente de la CAP afirmó: "No sabemos si el comercio de proximidad va a poder aguantar estos grandes aumentos. A quienes tengan que pagar un alquiler mensual por el local donde funciona el comercio se les va a poner muy difícil la situación. Lamentablemente todas las subas no podrán ser absorbidas por el comerciante e impactará en el valor de los productos, lo que provocará, obviamente, la profundización de la recesión que estamos teniendo en las ventas. Esto es lo que estamos observando y que nos preocupa sobremanera".
