Pergamino

El Instituto Maiztegui y su rol estratégico ante el brote histórico de dengue en el país


Alejandra Morales Anabel Sinchi Cintia Fabbri y Victoria Luppo

Crédito: LA OPINION

Alejandra Morales, Anabel Sinchi, Cintia Fabbri y Victoria Luppo.

Coordina la Red de Laboratorios de Dengue y otros Arbovirus y además despliega otras acciones en el contexto de la emergencia. Por sus capacidades instaladas y la calificación de su recurso humano realiza la secuenciación completa del material genético de los virus para determinar cuáles son los genotipos dentro de los serotipos circulantes y presta asesoramiento en el abordaje clínico, por su experiencia en el manejo de este tipo de patologías.

Argentina atraviesa el brote de dengue más importante de su historia y en ese contexto, en diálogo con LA OPINION, profesionales del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Doctor Julio Maiztegui"(Inevh) describieron el rol que desempeña la institución que, además de ser el laboratorio nacional de referencia, coordina la Red Nacional de Laboratorios de Dengue y otros Arbovirosis, y posee una trayectoria reconocida a nivel internacional.

Una vez más, la actividad científica realizada desde Pergamino está teniendo un papel protagónico en una emergencia sanitaria, poniendo de relieve las capacidades de un centro que no solo se dedica al diagnóstico, sino que posee capacidades instaladas y recurso humano para atender otras dimensiones de la problemática de salud pública que generan estas enfermedades.

En una extensa entrevista concedida a LA OPINION, la doctora Alejandra Morales, jefa de Departamento de Investigación y Diagnóstico Referencial; la bioquímica Victoria Luppo, jefa de la división Virología e Inmunología; la doctora Cintia Fabbri, jefa de la división de Biotecnología y Bioinformática; y la magister Anabel Sinchi, jefa del Departamento de Capacitación y Epidemiología del INEVH, explicaron distintos aspectos del trabajo que vienen realizando.

-¿Cómo está afrontando el Instituto Maiztegui el brote de dengue que afecta al país y cuál es el rol que desempeña?

-Morales: Esta es una instancia desafiante, pero no es nueva para la institución, porque los brotes de dengue se vienen sucediendo año a año y nosotros estamos trabajando en esta temática desde antes de la reemergencia de esta enfermedad. De hecho, el Instituto fue la fuente de confirmación virológica cuando en 1997 se pudo confirmar Dengue 2 en Salta. De ahí en adelante, la institución ha venido trabajando en cada uno de los brotes que se han registrado. 

-Luppo: Desde el Inevh trabajamos en distintas dimensiones, coordinando toda una red nacional de laboratorios ubicados estratégicamente en el país.

-¿En función de la evolución que ha tenido la problemática de los arbovirus, esta red fue creciendo?

-Fabbri: Esa red comenzó funcionando en las provincias con mayor riesgo epidemiológico y, paulatinamente, a medida que los brotes fueron expandiéndose geográficamente, se fue ampliando en cantidad de laboratorios y en capacidades. Actualmente la red cuenta con laboratorios en 21 jurisdicciones del país, incluida Caba.

-¿El Instituto a su vez provee de insumos para el diagnóstico?

-Morales: Tenemos organizado un sistema de referencia y contrarreferencia. Es decir que un porcentaje de las muestras positivas y negativas se envían al Inevh para el control de calidad y la realización de estudios complementarios de mayor complejidad que resulten necesarios. Además, procesamos la totalidad de las muestras para el diagnóstico en la Región Sanitaria IV.

-Luppo: En paralelo, se hace la producción de reactivos de metodologías, como son formatos de Elisas "in house". Producimos antígenos, los controles positivos para la técnica de PCR y los reactivos que requieren las técnicas de referencia que se hacen en el Instituto. Dentro de la red hay unos 75 laboratorios que usan reactivos comerciales para la determinación del diagnóstico. Y hay otros, que en cada provincia funcionan como laboratorios de referencia, que utilizan metodologías que requieren de técnicas "in house". Esa provisión la hacemos desde el Instituto y nos permite tener versatilidad para cubrir no sólo dengue, sino también los virus Zika, Encefalitis de San Luis, Nilo Occidental, Fiebre Amarilla, Chikungunya y otros emergentes, como ha sido el virus de la Encefalitis Equina del Oeste a partir de noviembre de 2023. 

Un brote de enorme magnitud

-¿El Instituto Maiztegui estaba en condiciones de soportar un brote de estas características? 

-Morales: Nosotros hemos ido creciendo a la par de la red en capacidades y actividades. Sin embargo, el área de diagnóstico aún tiene requerimientos, aunque hemos logrado sostener nuestra dotación de personal. Estamos con gestiones desde 2022 para la asignación de recursos para construir un nuevo edificio de laboratorio Nivel 2 ( BSL2) que necesitamos que complemente a nuestro laboratorio de Nivel 3 ( BSL3). La capacidad instalada en Pergamino, con este laboratorio de diseño especial, uno de los pocos disponibles en Argentina, nos permite trabajar con virus altamente patogénicos con las condiciones de bioseguridad óptimas para el operador y el ambiente. En este brote, estamos potenciando lo que teníamos; el personal del departamento se reasigna y la institución en su conjunto se organiza para dar respuestas.

-¿Se nota tensión en el sistema de respuesta ante un brote de esta magnitud?

-Fabbri: Las épocas de brote generan una alta demanda. Al inicio de un brote, todas las muestras se analizan para el diagnóstico etiológico y confirmación de la circulación viral en una localidad. A medida que el brote se extiende, la determinación por laboratorio queda reservada a algunas situaciones -pacientes con signos de alarma, casos internados, casos atípicos o fallecidos, un porcentaje de los casos leves y monitoreo de expansiones geográficas del brote-. Por lo tanto, en los brotes no es necesaria la toma de muestras para diagnóstico del virus de todos los pacientes porque el manejo es clínico, y por laboratorio sólo se indica tomar muestras a un porcentaje de la población y con objetivos de salud pública.

-Morales: Somos un instituto de salud pública que lideramos el componente de laboratorio dentro de la Estrategia de Gestión Integrada (EGI) para la prevención y el control de las arbovirosis. Ese brazo operativo tiene que brindar respuestas específicas, entre ellas, alerta temprana frente a epidemias y caracterización virológica y molecular de los virus circulantes. También, se establecen los algoritmos de diagnóstico etiológico y otros lineamientos para el sistema de salud que se plantean desde el Ministerio de Salud; se gestionan compras centralizadas para los laboratorios y se controlan los insumos antes de su distribución; se hacen evaluaciones de desempeño de reactivos comerciales; y un control de calidad de los resultados que se emiten en la red.

-¿Hay otras áreas del Instituto comprometidas en el trabajo que están realizando en esta epidemia de dengue?

-Sinchi. El conjunto de la institución está al servicio de las respuestas de salud pública que deben brindarse. El Departamento de Capacitación y Epidemiología, por ejemplo, es el encargado de mantener el vínculo directo entre el Inevh, el sistema de salud y la comunidad. A través de áreas estratégicas, brinda productos y servicios indispensables para la salud pública que la institución tiene como responsabilidad primaria. Una de ellas es el Área de Clínica y Epidemiología, responsable de las actividades de vigilancia epidemiológica y gestión de la información en patologías de incumbencia. Desde allí brindamos asesoría en el manejo clínico, diagnóstico y prevención. Coordinamos actividades de docencia y capacitación y atendemos interconsultas recibidas del sistema de salud. Desde el área también se coordina la ejecución de la etapa pre analítica del diagnóstico laboratorial.

-¿Cómo se está llevando adelante esta dimensión del trabajo actualmente?

-Sinchi: La etapa pre analítica del diagnóstico laboratorial planifica, organiza y ejecuta para todas las patologías que se estudian en el Inevh, entre ellas dengue y otras arbovirosis. Se reciben las muestras biológicas procedentes de diferentes laboratorios del país, se registran, fraccionan en alícuotas para las diferentes patologías requeridas y se codifican en el laboratorio BSL2 del área, y luego son derivadas a los demás laboratorios del Instituto para los distintos diagnósticos, manteniendo la trazabilidad de la información. Los datos de las muestras y las fichas clínico-epidemiológicas que las acompañan son auditados, analizados, informatizados y notificados en sistemas internos de trabajo y validados con la información correspondiente del Sistema Nacional de Vigilancia del Ministerio de Salud. Una vez completada esta etapa, las muestras son entregadas a los laboratorios correspondientes que realizan las diferentes pruebas diagnósticas y quienes finalmente informan los resultados. Todo este trabajo es fundamental para optimizar recursos y agilizar los tiempos, así como para garantizar tanto la calidad como la bioseguridad del proceso diagnóstico.

-¿El Instituto tiene alguna injerencia en el control vectorial?

-Luppo: El control vectorial depende de los municipios. En el Instituto hay un grupo de campo que además de realizar los trabajos de investigación en Fiebre Hemorrágica Argentina y Hantavirus también está capacitado para trabajar con vectores, pero no son acciones de control.

-Morales: El Instituto desarrolla tareas asociadas a tratar de entender o caracterizar los ciclos de transmisión de las arbovirosis. En este aspecto, la doctora Silvina Goenaga ha desarrollado interesantes investigaciones que apuntan a generar conocimiento sobre la competencia vectorial de las poblaciones de los mosquitos Aedes Aegyti de diferentes regiones de Argentina para diferentes virus, como virus Zika o virus de la Fiebre Amarilla. 

-¿Es posible aventurar un escenario futuro en relación a estas enfermedades?

-Fabbri: Es muy difícil, pero claramente vemos que el impacto de las arbovirosis va siendo cada vez mayor en Argentina y en el resto del Continente.

-Morales: Argentina está mostrando que el dengue no es solo una problemática de las áreas tropicales y subtropicales, sino también de las áreas templadas. El vector que transmite la enfermedad no solo se ha extendido a nivel territorial, sino que tiene una capacidad de adaptación increíble a diferentes condiciones ambientales, con una expansión progresiva hacia el sur y a provincias de Cuyo. Y en este contexto, todo lo que tenga que ver con urbanizaciones no planificadas y con el propio movimiento humano genera las condiciones propicias para que la enfermedad se extienda. 

-Sinchi: Frente a ello es importante insistir en las acciones de control vectorial y en la educación de la población, como así también en la sensibilización de la comunidad médica para la sospecha temprana de posibles casos.


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