El juez subrogante del Tribunal Oral en lo Criminal, Alejandro Salguero condenó a tres años de prisión, de cumplimiento en suspenso, a un sujeto que sustrajo lechones de un campo de la zona rural de Colón.
Entre las 18:00 del miércoles 5 y las 8:00 del jueves 6 de octubre de 2022 sustrajeron 27 lechones, de entre diez y doce de kilos de peso cada uno, que eran de pelaje "overo colorados, con pintas negras, otros blancos y otros colorados con fajas en la zona del pecho color blanca"; tal como lo describió la víctima.
Una semana después, el miércoles 12 de octubre, en inmediaciones de 62 y 131 (de Colón) encontraron cinco lechones en el interior de un automóvil Peugeot 504 amarillo.
El productor porcino estaba criando animales en una quinta colonense ubicada en la esquina de las calles 129 y 58. En septiembre ya había sufrido las sustracciones de ejemplares porcinos. En esa instancia no lo denunció porque fueron cinco o seis los sustraídos.
Las instalaciones de crianza son un terreno delimitado con un cerco perimetral de 1,60 metros de altura y una puerta tranquera sin candado, cerrado solo con una traba.
Las víctimas aportaron información de interés para la causa que permitió identificar a los sospechosos de las sustracciones. Una vecina les contó que vieron a dos hermanos mellizos, junto a un tercer sujeto, salir caminando cargados con bolsas (de semillas) que contenían los animales ya que se escuchaban los chillidos característicos de los porcinos asustados.
Los productores porcinos se ocuparon de hacer todas las averiguaciones entre vecinos y personas que pudieran tener información sobre los autores y el lugar donde podrían ocultarlos. Los emprendedores necesitaban recuperar los ejemplares, además de esclarecer el caso.
Un vecino les describió una finca, cercana a la Escuela Primaria 14 de la zona rural.
Convertido en un verdadero detective, el productor pecuario, se instaló cerca del predio sospechado y vio como los hermanos mellizos trasladaban los lechones desde una habitación hacia un vehículo.
El hombre llamó a la esposa para que ella se ocupara de alertar a la Fiscalía de Colón, mientras él no perdía de vista el vehículo donde ocultaron los animales. Desde el lugar que vio la maniobra: reconoció a los ejemplares de su propiedad.
Así fue como la Policía hizo el allanamiento de urgencia, por peligro en la demora, y en el interior del automóvil Peugeot 504 amarillo hallaron cinco lechones: uno de pelaje blanco, uno overo manchado, dos de pelaje overo y uno overo fajado.
Los animales fueron secuestrados en el operativo y al hacerse presente el denunciante, los reconoció como de su propiedad.
El procedimiento de las autoridades terminó siendo exitoso gracias a como se involucró el productor agropecuario, quien obtuvo el dato de que los sospechosos estaban por trasladar a los animales desde una habitación al vehículo y posiblemente los llevarían a otro lugar desconocido.
El productor estuvo escondido detrás de unos arbustos, llamó a la esposa cuando vio a los sospechosos y a él lo vieron los autores de la maniobra. Los cuatreros advirtieron la presencia del dueño de los lechones y se ocultaron dentro de la edificación. Minutos después irrumpió la Policía.
En ese lugar del procedimiento policial residía el imputado con una mujer, a quien lo unía una relación sentimental muy desgastada; al punto que residían en ambientes separados del mismo predio. La "pareja" del condenado lo terminó involucrando porque declaró que en una habitación tenía alrededor de cinco lechones. Al pedirle explicaciones había reconocido que se los había sustraído al productor pecuario. Ella le exigió que quitara los animales de ese lugar.
En el fallo del juez Salguero además determinaron que el sujeto condenado cumpliera con un resarcimiento económico de cincuenta mil pesos a la víctima; fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato de Liberados y abstenerse de usar o abusar de bebidas alcohólicas o estupefacientes.