Como cada 7 de noviembre, este martes, los distribuidores de diarios impresos que desarrollan su tarea en el ámbito nacional, celebran su día.
Cuando no había redes sociales ni Internet, y la principal fuente de información eran los diarios y los canillitas eran héroes anónimos en la ciudad. Apodados así por Florencio Sánchez, por lo general eran jóvenes que colaboraban con la economía familiar vendiendo diarios.
Mientras Internet y las redes siguen avanzando y la búsqueda de información se traslada a las computadoras y celulares, los "canillitas" resisten el paso del tiempo y se reinventan para seguir adelante, no sólo como vendedores de diarios, sino también en muchas ocasiones como amigos del barrio, excelentes escuchadores y trabajadores incansables.
La historia de los canillitas
En un principio, los periódicos se vendían a través del correo o se los compraba en la misma imprenta. Pero, cuando las ventas se incrementaron, fue necesario buscar otro mecanismo más ágil; todo cambió el 11 de enero de 1868, fecha clave para el nacimiento de los canillitas. Ese día, salió a la venta la primera edición del diario "La República", fundado por Manuel Bilbao. Allí se escuchó por primera vez en las calles el grito: "¡La República, a un peso!" El éxito fue tan resonante que de inmediato varios periódicos lo imitaron en todo el país y en el mundo.
Al poco tiempo, las esquinas porteñas (y también de las ciudades del interior y países vecinos) se vieron ocupadas por puestos fijos de venta de diarios. Estos puestos también empleaban a niños que, debido a la alta tasa de desocupación de la época, necesitaban colaborar con los ingresos familiares.
Instauración de la fecha
El día del canillita comenzó a festejarse el 7 de noviembre de 1947, en conmemoración a la fecha de muerte de Florencio Sánchez.
Este dramaturgo, luego de haber trabajado como escribiente en una dependencia policial de La Plata a las órdenes de Juan Vucetich -creador del sistema de identificación dactilar- Sánchez viajó a Rosario, donde en 1902 comenzó a trabajar como redactor en La República, diario recién fundado por Lisandro de la Torre, el que quizás le trajo al escritor reminiscencias del voceado periódico de don Bilbao.
El apodo
¿Cuándo apareció por primera vez el término "canillita"? La palabra se le atribuye a Florencio Sánchez. El periodista y dramaturgo uruguayo escribió una pieza teatral cuyo personaje principal es un niño vendedor de diarios. Le faltaba el título, pero al ver a un pequeño vendedor de piernas muy delgadas se le ocurrió la palabra "canillita" y así denominó a su obra.
La palabra "canilla" deriva de la palabra latina "canella", que es el diminutivo de "canna", caña, en español. El diccionario define el término: "canilla es el hueso largo de la pierna e incluso de los brazos".