Una mujer de 38 años de edad se dirigió a la sucursal Pergamino de una entidad bancaria por encontrar irregularidades en su cuenta personal.
Según el testimonio de clienta, el 16 de este mes, a las 10:00, se encontraba en su domicilio e ingresó al homebanking de su cuenta personal.
En ese momento desea simular la renovación del plazo fijo, sin embargo la plataforma se "tilda" sin dejar a la misma continuar con la operación.
Luego de unos minutos, tras reiniciar su dispositivo celular ingresa nuevamente a la plataforma homebanking donde constata el faltante de la suma de 2.200.000 pesos argentinos.
Debido a este inconveniente, se dirige de manera inmediata hacia las instalaciones del banco en Pergamino y el personal de caja, tras interiorizarse de lo ocurrido, realiza los llamados pertinentes y le entrega del detalle de movimientos de la cuenta a la mujer, al tiempo que le solicita se dirija a la comisaría para radicar la denuncia pertinente.
Maniobra distinta
Un detalle que distingue la maniobra es que la señora refirió que en ningún momento fue contactada por ninguna persona que le haya solicitado sus datos bancarios.
Siguiendo lo indicado por el banco, radicó la denuncia correspondiente en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 3 a cargo del agente fiscal Nelson Mastorchio.
El Departamento de Cibercrimen de Pergamino procedió a solicitar el bloqueo de la cuenta de destino del dinero transferido y así congelar el movimiento de los fondos.
De esta manera, el Ministerio Público Fiscal pudo evitar que el dinero continúe circulando por diversas cuentas bancarias y sea extraído por caja y/o convertido a criptomonedas.
Luego de esta acción, José María Cifuentes director del mencionado Departamento de Cibercrimen- informó que la Fiscalía ya procedió a solicitarle al Juzgado de Garantías interviniente la orden para disponer la inmediata restitución de los fondos mal habidos a la denunciante.
Cómo lo hacen
Este tipo de maniobras delictivas están siendo cada vez más comunes y consisten básicamente en la creación de páginas Web apócrifas que simulan ser la de las entidades bancarias cuando en realidad no lo son. Es así como las personas, luego de buscar la página del banco en cuestión, ingresan su usuario y contraseña para "loggearse" al sistema, pero al hacer esto, lejos de lograrlo, envían sus claves de acceso a terceras personas que terminan desapoderándolos de todos los activos disponibles.
Ahora la investigación penal caratulada como Defraudación Informática continúa su curso contra las personas que llevaron a cabo estas maniobras.