En las últimas horas del miércoles y luego de verse cercado por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Pergamino, el cómplice del hombre ultimado de un balazo días pasados (martes 27 de junio) cuando intentó robar lechones en un campo, se entregó ante los detectives de diferentes fuerzas de seguridad que lo tenían identificado desde hace un tiempo.
El hombre, de 37 años, según los datos de Justicia que investiga la causa caratulada como homicidio agravado por el uso de arma de fuego en legítima defensa, presentaba frondosos antecedentes al igual que el occiso.
El ahora aprehendido quedó alojado en la sede de la DDI de avenida Paraguay y Merlino.
En las próximas horas será indagado en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 3 a cargo de Nelson Mastorchio por el episodio que tuvo lugar un criadero de cerdos ubicado en el Paraje 12 de Agosto de la zona rural de Manuel Ocampo.
Noche de sangre
En la noche del martes 27 de junio, un hombre disparó contra otro que habría intentado ingresar a su campo con el objetivo de robar lechones.
La víctima que tenía frondosos antecedentes penales fue identificada como Arnaldo Miguel Isea de 39 años, quien se encontraría con otros sujetos. Sergio Fernando Nal fue aprehendido por requerimiento del fiscal Nelson Mastorchio por haber sido el presunto autor del disparo y a los dos días quedó en libertad aunque se encuentra acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en legítima defensa.
El joven es el hijo del propietario del campo y según su declaración espontánea (minutos después de la muerte de Isea) se encontró con dos sujetos dentro de las instalaciones agropecuarias familiares.
De acuerdo a lo que surge de su relato de Nal, habría visto que uno de los sospechosos empuñaba un elemento contundente y movía el brazo para apuntarle. Supuso que se trataría de un arma de fuego.
El dueño de la finca disparó con la carabina calibre 22 a ese sujeto quien, junto a su cómplice, salieron corriendo hacia un lote implantado con maíz. Desde su posición pudo ver como uno de los supuestos delincuentes cayó derribado mientras corría a una distancia cercana a los 30 metros
Desde el criadero de porcinos llamaron al servicio de emergencias policiales 911 para la intervención de las autoridades y de una ambulancia. El médico policial que acudió a la escena del crimen determinó que la herida del ladrón fue en el pecho con orificio de entrada y no de salida, a la altura del pectoral izquierdo.