Por Marcelo Saltal (*) Para la Redacción de LA OPINION.
"'Dora, un caso de histeria', que se estrenó hace pocos días es un texto que he tenido la suerte de ver en varias ocasiones. Las primeras veces fue por los lejanos noventa, en una mítica sala teatral del off porteño; en ese caso la dirigía el mismo autor Pablo Silva. Luego, unos pocos años después, vi otra versión. El director, entre aquella versión que vi, en Pergamino, hace alrededor de veinte años atrás y ésta es el mismo: Jorge Sharry.
Jorge ha sido y es un referente para mí como artista.
"Me pregunté -soy sincero- cómo es esto de volver a hacer un mismo material que uno ya ha hecho hace tantos años atrás. ¿Cómo se hace? ¿Se puede? ¿Es posible volver y sacarlo mejor, diferente; no repetirse? ¿Contar la misma historia, no desviarse de lo que plantea el texto original y al mismo tiempo lograr poner luz en otros tópicos?
"Para hacer nuevo ese mismo relato ya que uno cuenta, desde otro lugar, porque el tiempo siempre hace eso; nos pone en otro lugar: para enriquecernos, si sabemos verlo. Pero en este vaivén de donde nos pone el paso del tiempo está la vida misma, que es mucho más sabia, y dura, que lo que uno como simple mortal puede ir logrando destilando su teatro. Y debo reconocer que Jorge Sharry me volvió a dar clases. Lo logró. Y con creces. Yo no sé cómo lo hizo. Pero lo hizo. Aquí está el producto -en este caso, la obra- más que bien logrado. Volvió 'Dora, un caso de histeria', pero mejorada.
"Esta nueva versión no ha perdido ni un ápice de humor en su mensaje crítico hacia algunos puntos álgidos que pone sobre el tratamiento del psicoanálisis, realizado por Sigmund Freud. La voz de la mujer, de las mujeres, prevalece en ese sentido -es que el texto mismo lo plantea en su esquema inicial- donde serán ellas las que pondrán todo desde otro ángulo, rebelándose, porque las cosas como iban ya no. Esta versión de El Caso Dora rezuma actualidad feminista. Bien por eso. Y todo tratado con un humor inteligente, sin golpes bajos, y muy sutilmente logrado.
"La protagonista de este relato es el personaje femenino de Dora, aquí interpretado por Daniela Adamini, que está muy bien en su interpretación, con diversos matices y un logrado desenfado actoral, que lleva a la perfección. Nelson Carini, comediante que ama hacer humor, está en su salsa; y juntos logran esta bomba de conjunción actoral, con momentos únicos, de una gran química en escena. El ritmo no decae un segundo, todo lo contrario. Sharry como director puso primera en este texto, y no se bajó más.
"Hay belleza visual también en la puesta y esto se debe al trabajo que realizó Majo Sharry como la diseñadora de la puesta sonoro-lumínica, la que no solo acompaña, sino que también realza momentos, embellece, propone, los estados que atraviesan los personajes, en más de una ocasión. Una puesta de luces al servicio del relato, embelleciendo y potenciándolo mucho, hasta llegar a ese cuadro final -no voy a spoilear- que sacude por la contundencia del impacto visual.
"Es celebratoria la llegada de Matías Santinelli como vestuarista de este espectáculo -siempre se agradece la incorporación de nuevos hacedores en el quehacer teatral local-. El diseño que le imprimió a su trabajo es funcional al montaje de la propuesta.
"El resto del equipo lo conforman la asistente de dirección Jorgelina Martínez; diseños de programas, promoción y fotografías Verónica González; y colaboración escenográfica Claudio Angelozzi.
"Vayan".
(*) Teatrista local radicado en la Ciudad de Buenos Aires.
Nuevas funciones
Este sábado a las 21:00 y el domingo a las 19:00 el grupo de teatro La Barraca continúa con las funciones en Habemus Theatrum de la comedia protagonizada por Daniela Adamini y Nelson Carini, con dirección de Jorge Sharry.
Las entradas con descuento hasta el día anterior a la función, se venden por anticipado en la boletería del teatro o en Peluquería Luis Furlano, Merced 469, teléfono 419178. También pueden adquirirse por internet en Passline (https://www.passline.com/eventos/dora-un-caso-de-histeria)