Una vez más desde que fuera beatificada, el 17 de noviembre de 2012, cada 20 de mayo Pergamino se viste de fiesta para honrar a "la flor del Huerto" como se apoda a la beata María Crescencia Pérez.
En este marco hoy, a las 14:30 comenzarán las actividades. Habrá un momento festivo, feria del plato, la procesión y la celebración de dos misas: la primera a las 11:00 que será celebrada por Carlos Miri y luego a las 16:00 presidida por monseñor Hugo Santiago. "A las 14:30 será la concentración, se ofrecerán cánticos a la beata que estarán a cargo de fieles de diferentes parroquias de la ciudad. A las 15:30 será la procesión en la que se rezará por distintas intenciones. El punto de inicio será el Colegio del Huerto donde rezaremos por la institución educativa, luego pasaremos por la Parroquia Merced donde rezaremos por la ciudad de Pergamino, luego pasaremos por el frente del Municipio donde haremos otra meditación rezando por la Patria. La procesión continuará por calle San Nicolás (para el lado del sur) y en las puertas del jardín del Huerto se rezará por la niñez, en las puertas de la Casa de la Cultura rezaremos por la cultura. Por calle General Paz retomaremos hasta Merced para así llegar a la Capilla donde participaremos de la misa", explicó la Madre Angelina de la Congregación de las Hermanas del Huerto de nuestra ciudad.
Es importante aclarar que en caso de lluvia intensa la recorrida se realizará en vehículos mientras que la festividad se efectuará en el interior de la Capilla.
Solidaridad
Por otra parte hasta hoy se extenderá la Semana de la Solidaridad a través de la que los ciudadanos podrán donar ropa de abrigo y alimentos no perecederos para los más vulnerables.
Los interesados en colaborar pueden acercar abrigos, mantas, medias en buen estado, y alimentos no perecederos al templo
La propuesta solidaria fue iniciativa de la comunidad educativa del Colegio Nuestra Señora del Huerto que incluye a los alumnos y familias de los tres niveles: jardín de infantes, escuela primaria y secundaria.
Lo recolectado será destinado a los barrios de la zona de influencia de la Parroquia San Cayetano que es coordinada por el padre Aníbal Tabares ya que éste es el catequista de los estudiantes de nivel secundario.
Una vida de santidad
Desde la comunidad de Huerto se destacan algunas de las máximas cualidades de la Beata sobre todo "la vida oculta, silenciosa y fecunda en santidad de la Beata María Crescencia" que "la capacitó para desempeñar su servicio de caridad heroica y llegar a la santidad, a pesar de su pequeñez y fragilidad. Ella, la humilde violeta del Huerto, pasó por el mundo dejando huellas de luz y de ternura. Su ejemplo es un desafío para nosotros".
Su santidad
En un texto que habla sobre la vida de "la flor del Huerto" se da cuenta que Crescencia "era consciente que el primer aporte que debía hacer a la Iglesia y a la Congregación, era la santidad. Y esa santidad que había recibido en el bautismo, la devolvió a la Iglesia, enriquecida por su propia experiencia cristiana, con su estilo personal de mujer consagrada, viviendo las virtudes hasta el heroísmo, como afirman los testigos que la conocieron y compartieron algún tramo de su corta vida. María Crescencia, 'hizo escuela', y fue testigo de ello con su vida, donada, sin pretensiones ni exigencias, sencilla, humilde, toda de Dios por su entrega incondicional y toda de los hombres, por su amor sin fronteras".
Entrega incondicional
Una de las muchas cualidades que destacaron de la beata fue su entrega incondicional para acercar el mensaje del Evangelio a todas las personas que Dios puso en su camino. Y esto lo hizo, en cada uno de los lugares donde la Providencia quiso que llevara el Mensaje. Desde los primeros años de su vida religiosa, se entregó al servicio de los niños, como maestra de labores y como catequista.
Seguir sus pasos
Al proponérnosla como modelo de vida cristiana, la Iglesia invita a sus fieles a seguir sus pasos, a conformar su vida, como hizo ella, con la del Señor.
"Encontrarnos con Crescencia, es un regalo de Dios, es una gracia, y es tocar, como afirman los testigos, casi con la mano, la presencia de Dios en ella. Seducida por Cristo supo eclipsarse ante el Señor; tocada por la gracia de Cristo, incendió el mundo con el fuego del Espíritu, que es la caridad y fue testigo del amor misericordioso del Padre Dios", resalta el documento.