Hantavirus: premiaron al Maiztegui por el desarrollo de un antígeno para el diagnóstico

A menudo se habla del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Doctor Julio Maiztegui" (Inevh) en relación a su trabajo en la prevención y control de la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA). Sin embargo, son varias las funciones que han sido esenciales en la historia de esta institución. Una de ellas la de ser centro de referencia nacional para el diagnóstico de Hantavirus, una enfermedad transmitida por roedores, endémica en varias regiones del país y con una tasa de letalidad que alcanza el 40 por ciento.

Sobre fines de 2022 se conoció que el Instituto Maiztegui había recibido una distinción por el desarrollo de un antígeno para ser usado en el diagnóstico de esta patología en el Congreso Argentino de la Calidad en Laboratorio Clínico (Calilab) 2022. El premio otorgado fue por el desarrollo y estandarización de un Elisa IgG para la detección de la infección por hantavirus en humanos utilizando un antígeno recombinante producido en bacterias. Dicho trabajo fue seleccionado entre casi 300 por un riguroso comité de expertos. 

Para conocer los alcances de este desarrollo alcanzado en el marco de un proyecto de investigación científica aplicada, LA OPINION entrevistó a la doctora Patricia Muzulin, investigadora del Instituto Maiztegui que tuvo a su cargo la investigación; y a la doctora Julia Brignone, responsable del área de Diagnóstico de Hantavirus y Arenavirus, en la División Robovirus y otros emergentes del Inevh. Con ellas, dialogó sobre este antígeno que en el futuro podría incorporarse al diagnóstico, complementando los reactivos que ya produce el Inevh y utiliza no solo en su laboratorio sino en la red instalada en distintas provincias del país.

"Recibimos un premio que otorga la Comisión de Certificación Bioquímica Nacional, en el marco del XI Congreso Argentino de la Calidad en Laboratorio Clínico por un trabajo que venimos desarrollando hace muchos años, y que tiene que ver con la utilización de un nuevo antígeno para la detección de Hantavirus", expresó Patricia Muzulin.

"Actualmente se utilizan diferentes antígenos para el diagnóstico serológico, es decir para la detección de anticuerpos en los sueros de los pacientes, sumado a las técnicas moleculares que también se emplean. Este nuevo reactivo, fue evaluado, estandarizado y mostró un desempeño diagnóstico muy bueno; por este motivo es que fue el trabajo premiado", precisó la investigadora y confirmó que la idea es seguir avanzando con la posibilidad de incluir este reactivo en las pruebas serólogicas para la detección de Hantavirus 

Muzulin señaló que se trata de un desarrollo científico íntegramente logrado en el Instituto Maiztegui y destacó la colaboración que prestó el investigador Gabriel Iglesias, de la Universidad Nacional de Quilmes, y el doctor Marcelo Rodríguez, del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (Inei), dependiente de la Anlis Malbrán.

Al momento de describir las ventajas de este reactivo, la investigadora destacó que su producción y uso no requiere de instalaciones con altos niveles de bioseguridad. "Hantavirus es un virus peligroso y para producir antígenos se necesita de laboratorios de alto nivel de bioseguridad que no siempre están disponibles. Este sistema, que es una producción en bacterias, puede hacerse con buenas prácticas de laboratorio mínimas, es decir que su implementación no es tan compleja y ni demasiado costosa".

En este punto, aclaró que el desarrollo no viene a reemplazar los reactivos que se utilizan en la actualidad, sino a complementarlos.

 En relación a la fase actual del proyecto, refirió que se está en una instancia post analítica evaluando el comportamiento del reactivo, con la idea a futuro de producir a otra escala. "Por supuesto que para ello se necesita financiamiento, pero en el Instituto hay grandes capacidades instaladas, se está reforzando la infraestructura, es decir que hay condiciones que estarían dadas".

"Igualmente, para nosotros como investigadores que podamos producirlo de manera confiable y aportar a la mejora ya es muchísimo, estamos muy satisfechos", recalcó y en lo concerniente al premio precisó que "fue un pequeño incentivo económico, pero el principal valor fue que el trabajo haya resultado seleccionado entre muchos, y evaluado por profesionales sumamente rigurosos".

Una función clave

Destacando la importancia que aporta la investigación científica aplicada en distintas dimensiones del manejo de este tipo de enfermedades, Julia Brignone destacó la rigurosidad del comité científico que distinguió al Instituto Maiztegui por el desarrollo de este antígeno y brindó detalles sobre las tareas de diagnóstico que se realizan desde el Inevh: "Tanto el diagnóstico como la producción de reactivos son una tarea habitual como centro nacional de referencia para Hantavirus", señaló.

En relación a los reactivos, precisó que además de utilizarlos en el Instituto Maiztegui para el análisis de las muestras que se reciben, se distribuyen a distintos lugares del país que forman parte de la red de laboratorios. En este punto, Brignone comentó que a lo largo de los años se han ido incorporando provincias al diagnóstico y que incluso se reciben consultas de algunas donde hasta ahora no se conoce que exista circulación de Hantavirus.

Según describió, los reactivos se producen en el laboratorio de Bioseguridad 3 porque se trabaja con la cepa viral. "Tres de las que circulan en el país fueron aisladas en el Inevh en la década del 2000 y a partir de ello producimos los reactivos en cultivos celulares, con metodologías que fueron transferidas por CDC de Estados Unidos en la década del 90 cuando se produjo la emergencia de Hantavirus en las Américas", precisó.

En la misma línea continuó: "Como la replicación viral es alta, hay que emplear el laboratorio que cuenta con los niveles más altos de bioseguridad y contar con personal altamente entrenado. Una vez que producimos los antígenos, estos son irradiados, se envían a la Comisión Nacional de Energía Atómica para bajar cualquier riesgo biológico; cuando regresan a la institución se les realiza un Test de Seguridad en cultivos celulares y se libera cuando el resultado es negativo- ausencia de replicación viral-. Estos reactivos se stockean y se entregan a demanda de los laboratorios provinciales con capacidad para realizar diagnóstico".

En la actualidad, el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Doctor Julio Maiztegui" envía reactivos a las provincias de Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Chaco y próximamente también a Santiago del Estero. Otras provincias derivan las muestras al Instituto para ser procesadas en Pergamino.

"Generar nuevos conocimientos a partir de la investigación científica aplicada, desarrollar nuevos antígenos que complementen a los existentes es parte de nuestra tarea como profesionales que trabajamos en la búsqueda de elementos y estrategias que posibiliten brindar siempre mejores respuestas sanitarias sabiendo que nuestra función es parte esencial del sistema de salud pública", expresó.

La importancia de los reactivos

Destacando la importancia que la producción de reactivos tiene para el diagnóstico de Hantavirus, tanto Patricia Muzulin como Julia Brignone coincidieron en que el hecho de realizar diagnósticos diferenciales con otras enfermedades incrementa la demanda de estos insumos. Sobre ello explicaron: "Las patologías que estudiamos en el Instituto son variadas y muchas de ellas requieren de un diagnóstico diferencial con otras porque cursan con sintomatología parecida. A nosotros nos llega una ficha epidemiológica de síndrome febril inespecífico, donde constan resultados de laboratorio, clínica y datos epidemiológicos y el médico en función de ello solicita la prueba de diagnóstico. En el caso de Hantavirus, la infección cursa con determinados parámetros orientativos para el médico al momento de pedir un diagnóstico diferencial. Es el profesional de la salud el que prioriza en función del paciente. Hay momentos del año en que la demanda diagnóstica aumenta, también cuando se producen brotes de otras enfermedades y es necesario descartar, esto por consiguiente incrementa el requerimiento de reactivos, pero siempre estamos en capacidad de dar respuesta", concluyeron.