El jefe de la fuerza mercenaria Wagner de Rusia advirtió que la posición de ese país alrededor de la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, estaba en peligro a menos que sus tropas obtuvieran municiones, la última señal de tensión entre el Kremlin y el jefe de la milicia privada.
Oficiales y analistas militares ucranianos también informaron que los líderes de la 155ª Brigada de Rusia que luchaban cerca de la ciudad de Vuhledar, al sur de Bakhmut, se resistían a las órdenes de ataque después de sufrir graves pérdidas en los intentos de capturarla.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo el domingo que las fuerzas rusas atacaron un centro de comando del Regimiento Azov de Ucrania en la región sureste de Zaporiyia. Pero la cartera no dio más detalles sobre el ataque y la agencia de noticias Reuters no pudo verificar de forma independiente las cuentas del campo de batalla.
El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, dijo que las líneas del frente de Rusia cerca de Bakhmut podrían colapsar si sus fuerzas no reciben las municiones prometidas por Moscú en febrero.
"Por ahora, estamos tratando de averiguar la razón: ¿es solo burocracia ordinaria o una traición?", se preguntó Prigozhin, refiriéndose a la ausencia de municiones, en su canal Telegram del servicio de prensa el domingo.
El jefe mercenario critica regularmente a los jefes de defensa y los principales generales de Rusia. El mes pasado, acusó al ministro de Defensa Sergei Shoigu y a otros de "traición" por retener el suministro de municiones a sus hombres.
En un video de casi cuatro minutos publicado en el canal Telegram de Wagner el sábado, Prigozhin transmitió la preocupación de sus tropas de que el gobierno quisiera establecerlas como posibles chivos expiatorios si Rusia perdía la guerra.
"Si Wagner se retira de Bakhmut ahora, todo el frente colapsará. La situación no será agradable para todas las formaciones militares que protegen los intereses rusos", comentó Prigozhin.
