Ayer se cumplió el décimo aniversario de la celebración en que se declaró beata a María Crescencia Pérez. Por este motivo en la Capilla del Colegio del Huerto, donde se erige su tumba, se celebraron tres misas en acción de gracias y pidiendo por su pronta canonización. Como es habitual, luego de la misa, los devotos de Crescencia rezaron en cercanías de la tumba de la beata y le ofrendaban ramos de violetas, la flor que a ella la identifica, besaban la imagen y rezaban en profundo silencio.
Mañana habrá misa a las 11:00 mientras que a las 17:00 tendrá lugar la adoración al Santísimo Sacramento y veneración de la reliquia. Desde las 19:00 abrirá el museo de la beata.
Por último, el domingo a las 19:30 en la Parroquia Merced tendrá lugar la última misa en honor a Crescencia.