Pergamino

Martínez y la clave de su gestión: “Somos un equipo de 1.400 pergaminenses”


 Javier Martínez asegura que se siente cómodo en la función de intendente y no descarta ir por la reelección (LA OPINION)

'' Javier Martínez asegura que se siente cómodo en la función de intendente y no descarta ir por la reelección. (LA OPINION)

El intendente cumple dos años (la mitad del mandato) al frente del Municipio y a la hora del balance destacó a todo el personal municipal como el eslabón fundamental para llegar con obras y servicios a los vecinos. También habló de obras concretadas, de materias pendientes y de la posibilidad de buscar una reelección si se dan las condiciones.


Javier Martínez cumple hoy dos años como intendente de Pergamino, justo la mitad de su mandato, y es hora de balance.

LA OPINION mantuvo una entrevista a agenda abierta con el mandatario, en la que se hizo un repaso desde aquel día en que recibió el mando que dejaba Omar Pacini hasta este presente que lo encuentra disfrutando de un resultado electoral contundente registrado hace menos de dos meses, que es interpretado como un crédito de la sociedad pergaminense a la gestión municipal.

Entre otros temas, Martínez habló de sus primeros pasos en el Municipio, la formación de un equipo de trabajo que se mantiene casi en su totalidad, el reconocimiento que tiene hacia el personal municipal por ser fundamental en el éxito de la gestión (“somos un equipo de 1.400 pergaminenses”, asegura); repasó los momentos más críticos de estos dos años y las obras más relevantes; además de hablar de política y la posibilidad de buscar una reelección dentro de dos años.

-¿Cómo fueron sus primeros días?, ¿le costó hacer pie en una función que le era desconocida?

-Lo que hoy recuerdo es que al principio la mayor preocupación pasaba por interpretar cómo era la administración municipal. Cuando arrancamos armamos un equipo combinando la experiencia que traían algunos funcionario que venían trabajando con los que arribaban por primera vez, y esa interrelación, se amalgamó bastante bien. Pero en lo personal, por no conocer cómo era la administración pública, tuve que comenzar a interpretarla porque dista mucho de lo privado, y hacer pie con toda esa información llevó su tiempo. Recuerdo varias reuniones con el personal de la Secretaría de Hacienda, la subsecretaria Georgina Murisengo funcionó como una especie de docente con la cual me reunía seguido para que me explicara qué era un Fondo Educativo, un Fondo Sojero, el Rafam, etcétera. Fue una buena docente que me instruyó en el tema y allí comencé a comprender que las cosas no se podían hacer en los tiempos que uno pretendía, sino que había que cumplir con etapas administrativas ineludibles.

Allí debo reconocer que parte de la estructura administrativa del Municipio también se adaptó a mi forma de hacer las cosas, de modo que hubo una conjunción de ganas y creo que arrancamos a funcionar muy bien, con mucha agilidad, antes de lo pensado.

Fue un verano bastante complicado, pero después de atravesar esa etapa de aprendizaje y acostumbramiento, empezamos a ejecutar el Presupuesto de manera ágil.

También fueron semanas de muchos viajes de mi parte, porque la relación con los funcionarios nacionales y provinciales traté de hacerla bien personalizada, por eso viajaba dos o tres veces por semana. Hoy, muchas veces no hace falta estar en La Plata o Buenos Aires, porque nos conocen muy bien y saben cómo trabajamos, de manera que con el teléfono podemos evitar un viaje que te hacer perder todo un día o gran parte del mismo. 

En síntesis, esa conjunción entre que lo nuestro comenzó a funcionar bien y con esa buena relación con Provincia y Nación que se pudo establecer, nos permitió empezar a transitar una buena gestión.

-¿Se sintió cómodo desde el primer día en la función de intendente?

-Me hicieron sentir cómodo. Rápidamente noté que el empleado municipal nos aceptó y nos hizo sentir bien. Y es más, advertí que hasta nos cubrió en algunas cuestiones que por desconocimiento en los primeros días no podíamos resolver. Por eso empecé a descansar en ellos, y cuando pude lograr eso me dediqué a pensar otras cuestiones. Eso es trabajo en equipo, y no solo lo logramos entre los que llegamos, sino con todos los que ya estaban en el Municipio.

-¿Fue un acierto el Gabinete ya que los cambios fueron mínimos con relación al equipo original?

-En estos dos años solamente cambiamos dos secretarios, en las áreas de Seguridad y Producción, y ahora se da la salida de Matías Villeta pero porque asume como concejal. Con todas las áreas siempre trabajamos bien, no hubo mayores problemas en el equipo con el que arrancamos la campaña allá por mediados de 2015 más los que sumamos del radicalismo que aceptaron estar con nosotros, quienes enseguida entendieron mis formas, porque uno tiene maneras distintas de gestionar a las de Omar (Pacini), pero ellos entendieron lo que uno pretende, y la verdad es que estamos muy sincronizados con los secretarios.

-¿Cuáles fueron los momentos más críticos o relevantes de la gestión en estos dos años, donde tuvo que sacar a relucir su temple para capear el temporal?

-El tema del agua fue lo que más me angustió, tanto el 26 de diciembre de 2016 como unos días después cuando tuvimos que dar la señal de alarma y hubo que hacer evacuaciones. Esa madrugada fue my complicada, porque veníamos con la angustia de haber vivido la inundación de Navidad, con la gente con sus casas llenas de agua y todas sus pertenencias perdidas, desde lo material hasta lo afectivo. Fue un momento angustiante y creo que voy a tener ese mal recuerdo de esa noche en el Corralón.

También recuerdo como momento doloroso para la ciudad la tragedia de la Comisaría Primera, porque son esas muertes que con un Estado presente se podrían haber evitado, un Estado que en su momento hubiera interpretado que esas cosas eran solucionables con un buen sistema de alcaidías, donde los chicos que comenten delitos tengan un buen pasar en términos de alojamiento y condiciones de detención.

-¿Cómo la pasó en las protestas que hicieron algunas personas que se inundaron y reclamaban subsidios?

-Fue muy difícil explicarle a la gente que se inundaba porque el Estado no había hecho las obras que eran necesarias, y en ese momento el Estado estaba representado por mi. Nosotros les hablábamos del compromiso que asumíamos para hacer las obras hidráulicas, pero es difícil que en esos momentos te crean, porque están cansados de que les mientan. Esos reclamos por momentos se habían puesto tensos, pero nosotros teníamos la voluntad de cumplir con cuestiones que para ellos eran muy importantes como la entrega de subsidios y la limpieza. Hicimos todo lo posible, éramos un Estado en emergencia, pero después de cierto tiempo, entiendo que pudimos cumplir con esa gente, tanto con los subsidios como con la limpieza, la colocación de alcantarillas y el dragado del Arroyo, entre otras cosas.

Además, fuimos el único Municipio que se animó a darle a los vecinos una recompensa por las pérdidas en la inundación, aún sabiendo que les serviría para muy poco, pero era un gesto al fin y un esfuerzo, y ahora que estamos cerrando el año también tenemos que ser conscientes de que esa inundación nos arrojó una pérdida para el Municipio de unos 70 millones de pesos, entre los que se cuentan casi 34 millones que pagamos como subsidios a inundados y unos 18 millones que no ingresaron a las arcas porque dimos la eximición de tasas a una amplia franja que se inundó. Hoy que estamos llegando a fin de año debo decir que es un dinero que en la caja no lo tenemos.

-Es fácil advertir que usted apostó fuerte a la obra pública, que pretende que sea un sello de su gestión. ¿Tiene el número preciso de obras realizadas?

-La verdad es que no lo tengo, habría que determinarlo. Sé que trabajamos mucho en el área y veo que el vecino lo reconoce. Fueron tantas las obras que tuvimos la suerte de hacer, en muchos casos junto a los propios vecinos, que por ejemplo no hicimos la inauguración formal de calle La Plata. Pero paso por allí y noto que el vecino está contento porque le hemos cumplido.

Mi mayor satisfacción será el día de mañana que los vecinos reconozcan que trabajé para ellos, y es una tarea que nosotros desde Cambiamos vamos tratando de realizar. Cuando empezamos a hacer campaña notamos que la gente descreía mucho de la política y de los políticos, que si le decíamos que íbamos a hacer tal o cual obra, te escuchaban por compromiso pero no nos creían nada. Y ahora noto que le gente nos empezó a creer, que si les digo que vamos a hacer tal obra pregunta cuándo, qué empresa la va a hacer, si tenemos los recursos.

Uno de los grandes desafíos de Cambiemos es que el vecino vuelva a creer que quien administra los recursos de todos, que es el político de turno, no le mienta; y que sepa el vecino que si hace un esfuerzo para pagar una tasa, el Gobierno se le devuelve con obras o servicios.

-En ese conglomerado de obras ¿con cuáles se queda si es que hay algunas más relevantes que otras en su consideración?

-Creo que la autopista y el Centro Oncológico van a ser obras que van a marcar un antes y un después para la ciudad. En tanto que la represa va a ser la gran obra para Pergamino, pero va a ser más adelante, tiene un plazo de ejecución cercano a los cuatro años, o sea que si con suerte la podemos iniciar en 2018, se estaría inaugurando para 2022. El día que inauguremos la represa y que le permitamos a muchos pergaminenses que duerman tranquilos cuando llueve, ahí sí diremos que le cambiamos la vida a mucha gente de la ciudad.

En cuanto a la autopista, el presidente Macri me aseguró personalmente que la autopista Pilar-Pergamino se va a inaugurar en 2019, y estamos trabajando fuerte para que el Centro Oncológico lo podamos inaugurar a la brevedad.

-¿Y en cuanto a las obras en la ciudad, administradas por el Municipio?

-No quiero desmerecer a ninguna, porque todas tienen su importancia. Debería hacer un recuento, pero se me viene a la memoria lo que se hizo en la rotonda de Juan B. Justo y en la avenida Champagnat, además de la culminación del edificio de la Biblioteca Menéndez.

-¿Cuál es la clave para que Pergamino esté tan alto en la consideración de Provincia y Nación?

- Por un pedido del presidente, ciertos municipios tenemos un sistema de controlador de gestión. A principios de año programamos los trabajos y cada tanto vamos evaluando para saber cómo vamos con esas ejecuciones que programamos. En ese sentido monitoreamos mucho la obra pública, porque notamos que a la gente le agrada ver la obra concretada, y debo reconocer que la Secretaría de Obras Públicas es una de las que más ha trabajado.

Nosotros generamos obras con fondos propios y después la Provincia de Buenos Aires con muy buen criterio ideó el sistema FIM (Fondo de Infraestructura Municipal) a través del cual todos los municipios recibimos recursos de acuerdo a nuestro coeficiente, lo cual evita el manoseo. Es decir que cada municipio recibe lo que le corresponde, ni más ni menos, sin que la Provincia tenga la posibilidad de direccionar fondos de acuerdo a simpatías políticas. Y en ese sentido noto que los funcionarios provinciales y nacionales de alguna manera premian a los que trabajan bien, realizan las obras y cumplen con los vecinos, y en esa línea estamos inscriptos nosotros, porque estamos entre los municipios que aplican los recursos con mayor agilidad para la ejecución y el desarrollo de las obras. Eso lo notamos en las reuniones con los funcionarios provinciales y nacionales, cuando marcan en un mapa la marcha de las obras, y nosotros siempre aparecemos con la marca verde, que significa una muy buena calificación. Y el hecho de que estemos trabajando bien con los recursos que nos llegan, me imagino que un funcionario a la hora de habilitar recursos para un municipio como el nuestro, lo haga sin ninguna duda. Nosotros tenemos fama de que las obras y los programas los ejecutamos, y eso nos ayuda mucho.

-¿Qué le gustaría que funcionara mejor en la ciudad?

-La seguridad es un tema que tenemos que mejorar. Sabemos que somos parte de un entramado y que no es un asunto que se pueda resolver solamente desde Pergamino, pero igual hay mucho por hacer. La nueva central de monitoreo y la Policía Local están dando buenos resultados, pero el tema de la seguridad tiene que ver mucho con lo social y entiendo que eso va a llevar su tiempo. 

Los índices de delitos han experimentado una leve baja, ingresando en una franja de normalidad como tal vez era hace 10 años. Pero creo que hay mucho por hacer, tanto desde la prevención como la represión del delito, como desde el desarrollo social, viendo qué contención le damos a los chicos que por algún motivo quedan marginados del sistema. En tal sentido tratamos de ser un faro para esos chicos, les buscamos trabajo, a algunos los tomamos nosotros y a otros los ubicamos en empresas privadas y hacemos un seguimiento. Creemos que es el comienzo de una era distinta para el desarrollo social. Además se van a gestar cosas nuevas, entre ellas en febrero próximo vamos a ser sede de un congreso de desarrollo social y hemos ofrecido a nuestra ciudad para ser objeto de un estudio profundo. Tenemos algunos barrios con problemas y hay que buscar la manera de ayudar desde el Estado, porque esta es una materia pendiente.

-¿Qué pensamiento tiene con respecto al tránsito urbano, teniendo en cuenta que es un planteo permanente de muchos ciudadanos?

- Yo transito mucho la ciudad; a la mañana cuando arranco el día y voy a alguna dependencia, y a la tarde salgo también a recorrer diferentes sectores. Y mi conclusión es que tenemos problemas con el tránsito solamente en los horarios en que ingresan o salen los alumnos de las escuelas. En el resto del día, salvo en alguna ocasión puntual, no hay mayores inconvenientes. No minimizo el tema, pero digo que en las ciudades que crecen, estas cosas pasan y la solución tal vez pase por usar menos los vehículos particulares para trasladarse, y esa es una tendencia mundial, o construir más bicisendas para propiciar el uso de la bicicleta. Pero sobre el tránsito en sí no tenemos grandes problemas, salvo en los horarios puntuales o bien con el estacionamiento que esperemos empezar a solucionarlo con el nuevo sistema que podría comenzar a funcionar en febrero próximo.

-En las elecciones del 22 de octubre la lista oficialista obtuvo un resultado muy favorable, lo que puede interpretarse como un fuerte respaldo a su  gestión. ¿Hizo algún ejercicio para no caer en la tentación de hegemonizar el poder, habida cuenta de que esos respaldos populares algunas veces han hecho pecar de soberbios a algunos dirigentes?

-Ni en 2015 cuando ganamos la Intendencia ni ahora tuve esa sensación de creerme el dueño de algo, porque soy un convencido de que nosotros lo único que hacemos es administrar los recursos del Estado durante un tiempo limitado y yo trabajo para que el día de mañana mis vecinos me lo reconozcan. Nunca caí en la tentación de creerme que podemos cumplir otros roles, avasallando algún otro poder del Estado. Soy muy respetuoso de las divisiones de poderes, tengo muy en claro el rol del Concejo Deliberante y del Poder Judicial, de modo que ejerzo mi función con mucha naturalidad y si cometo alguna falta, me hago cargo. Como ejemplo digo que la gente se sorprendió al verme días pasados haciendo la cola para renovar mi carnet de conductor, y para mí eso es normal, mi vida no tiene secretos, soy un vecino más al que le pagan para que administre los recursos de la comunidad, y la pretensión es que el día de mañana sea reconocido, no solo yo sino mi familia, porque ellos también hacen un gran esfuerzo para que yo pueda cumplir el rol que la sociedad me asignó.

-¿Lo sorprendió ese resultado electoral tan favorable?

-No nos sorprendió porque en el día a día caminando los lugares más complejos electoralmente, nos dimos cuenta de que íbamos bien. El sector oeste en 2015 fue el menos favorable no solo para nosotros sino también para el presidente, y ahora si bien nos decían que no nos habían acompañado por algunas cuestiones, entre ellas la ideología, ahora estaban conformes por cómo estábamos trabajando. Es decir que muchas personas pasaron a priorizar la objetividad de lo que veían por sobre la ideología, y eso nos fue marcando la pauta de que estábamos muy bien.

Andar por la calle, visitar los barrios, entablar diálogos con los vecinos creo que es fundamental para todo funcionario. Creo que los jueces y los fiscales deberían ejercitar el trato con los vecinos en los lugares donde vive la gente, porque si no parece que las cosas pasan por un microclima que te aleja de los verdaderos problemas de la gente. La calle te dice la verdad, no las 20 ó 30 personas que arreglan el mundo desde un escritorio o la mesa de un bar.

-¿Cómo cree que va a ser la relación con el Concejo Deliberante que desde este lunes tiene nueva composición?

-Va a ser más plena, más íntegra porque vamos a pedir que cada concejal trabaje con una Secretaría acorde a su gusto o su conocimiento. Y les pedí a los concejales que estén en la calle más que en el bloque. El ministro de Gobierno de la provincia, Joaquín de la Torre, les recomienda a los concejales que gasten el 5 por ciento de las energías en el recinto y el 95 por ciento en la calle, hablando con los vecinos, y eso es lo que le estamos pidiendo a nuestros concejales.

-¿Piensa en su futuro político, imagina o tiene decidido qué hará dentro de dos años?

-La política es muy dinámica y falta mucho tiempo para ese momento. Yo me dediqué a la política a tiempo completo y de hecho a mi estudio de abogado creo que fui dos veces desde que asumí como intendente y mis otras actividades comerciales que están vinculadas al agro las delegué a mi esposa y a mi hijo. En el lugar que estoy me siento cómodo y útil; además noto que cada día que pasa la estructura municipal funciona mejor. Siempre digo que somos un equipo de 1.400 pergaminenses al servicio de la ciudad, y si bien hay algún remanente que todavía no se adaptó, son mayoría los que siguen mejorando, y eso lo noto como un contagio de una cuestión positiva.

Yo no le pedí a ningún empleado que me acompañe en la campaña, no fui ni al Corralón, ni a Tránsito ni a ninguna dependencia a decirles que me acompañen, sí les pido que me acompañen en la gestión, que laburen para la ciudad.

-¿Le gustaría presentarse para la reelección?

-Voy a seguir la línea de lo que hagan Mauricio y María Eugenia. Entiendo que si ellos se van a involucrar en otro período de gestión y nos piden que nosotros sigamos el mismo camino, desde luego que vamos a buscar la reelección.

Llegado el caso, no me molestaría volver a mis actividades, con la tranquilidad y la certeza de haber dado lo mejor, de hecho lo hice en el Club Douglas. No soy de aferrarme mucho a las cosas, soy bastante frío en eso, cuando decido cambiar de chip, lo hago sin más vueltas. 

-¿Cuál es su mensaje para la gente e Pergamino, ya en cercanía de las Fiestas?

-Primero quiero decir que hay una Argentina que cambió, que el presidente Macri el día que se vaya va a dejar muy alta la vara de la política, y los que lo sucedan van a tener que mejorar y la gente va a tener poca tolerancia si las cosas no van bien porque no va a querer volver a la época del fracaso. Se está dando un punto de partida hacia una Argentina distinta.

En lo que respecta a Pergamino, primero quiero dirigirme a los empleados municipales que en realidad son los que me acompañan día a día; no hay una gestión exitosa posible si no se tiene un equipo que trabaje y el equipo somos todos. También quiero agradecerle a la población porque en el día a día me siento respaldado por la gente, y lo único que les puedo garantizar es que voy a seguir trabajando con el mismo compromiso y que lo hago con el mayor de los gustos. Yo trabajo por la ciudad y me gustaría llevarme ese reconocimiento de la gente.


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