Día Mundial de las Hepatitis Virales: las consignas que dejó la efeméride

En el contexto de la pandemia de Covid-19, la aparición de casos de hepatitis de origen desconocido en niños encendió luces de alarma e hizo que las hepatitis virales estuvieran en el centro de todas las miradas. Más allá de esa situación particular que la ciencia estudia, lo cierto es que las hepatitis virales son enfermedades frecuentes sobre las que existe un importante nivel de desconocimiento en buena parte de la comunidad y sobre las que recaen algunos prejuicios que atentan contra la posibilidad del cuidado y del acceso a tratamientos y vacuna disponible. 

Hace algunas semanas, el Día Mundial de las Hepatitis Virales sirvió para poner una vez más en agenda la necesidad de avanzar en la prevención y abordaje interdisciplinario de enfermedades potencialmente graves. A nivel local, y tal como se informara oportunamente, una actividad de promoción impulsada por distintos actores del sistema sanitario posibilitó el desarrollo de una jornada de difusión en la que se acercó la vacunación y las referencias sobre las medidas de prevención y tratamientos disponibles.

El Parque España fue el epicentro de la actividad de la que participó una importante cantidad de vecinos que se acercaron para recibir la vacuna contra la hepatitis B. Como parte de la misma actividad se realizaron testeos de VIH, hepatitis y sífilis, en una iniciativa que viene replicándose en diversos espacios comunitarios con el propósito de generar conciencia respecto de la importancia de la pesquisa.

Pero más allá de lo que dejó la efeméride y del balance positivo efectuado por las autoridades en relación a la respuesta comunitaria obtenida en este operativo, lo que resulta necesario es insistir en la difusión de información sobre lo que representan las hepatitis virales en términos de salud pública, atendiendo a que se observa un importante nivel de desconocimiento por parte de la comunidad que por consiguiente incurre en conductas de riesgo que podrían evitarse o no accede a los instrumentos de prevención y tratamientos disponibles.

En este sentido, vale recordar que las hepatitis virales quedaron contempladas en los lineamientos de una nueva ley recientemente sancionada y que las incluyó junto al abordaje integral previsto para el VIH Sida, otras infecciones de transmisión sexual y tuberculosis, creando un marco normativo superador e integrador no solo de cuestiones biomédicas sino de aspectos sociales que interfieren tanto en el diagnóstico como en el tratamiento y evolución de los pacientes.

Reforzar la pesquisa

De acuerdo a lo señalado a LA OPINION por profesionales que trabajan en la detección y tratamiento de las hepatitis virales coinciden en que a diferencia de lo que sucede con otras enfermedades, hay aún un fuerte desconocimiento por parte de la comunidad y por eso entienden tan necesaria la creación de espacios desde los cuales brindar información que contribuya a la prevención y asegure el acceso de los pacientes a los tratamientos disponibles, que por cierto para algunas cepas han evolucionado enormemente hasta lograr la eliminación del virus.

Para ello entienden necesario fortalecer los circuitos de acceso al diagnóstico y tratamiento e insistir en las medidas de cuidado y observan que el marco normativo actual propiciará este tipo de acciones.

Abordajes diversos

La ciencia ha avanzado de manera dispar frente a las hepatitis virales. Para la enfermedad que producen algunas cepas existe vacuna preventiva y para otras, tratamientos que han resultado ser probadamente efectivos. En cualquier caso, el elemento que resulta central es la información porque es el que permite que se piense en las hepatitis virales tanto para promover la prevención como para incentivar el diagnóstico temprano.

Cura para la C, vacuna para la B

Desde hace un tiempo la consigna de los programas de control de las hepatitis virales ha impuesto el lema: "Cura para la C y vacuna para la B" para mostrar los avances más significativos que se han producido en el terreno de la ciencia.

Para la hepatitis C hay un muy buen tratamiento que está disponible y es cubierto tanto a nivel de las obras sociales como por el sistema público de salud que se hace en 12 semanas. Es decir que una vez diagnosticados los pacientes realizan tres meses de tratamiento y con buena adherencia consiguen la eliminación del virus, algo que hasta hace algunos años no era posible. El hallazgo de esta terapéutica fue realmente revolucionario por cuanto son pocas las infecciones virales que logran eliminarse, ya que por lo general se controlan pero quedan en el cuerpo una vez contraída la infección.

Frente a la posibilidad de acceder a este tratamiento, lo que se impulsa desde el sistema de salud es que la prueba de diagnóstico pueda estar presente en los análisis de rutina. En este sentido, el llamado de las autoridades sanitarias es que aquellas personas que tuvieron diagnóstico de hepatitis hace muchos años y controlaron la infección, pero no la eliminaron, puedan acceder a la prueba para poder recibir este tratamiento. Otra recomendación a la comunidad en general es testearse por lo menos una vez en la vida y hacerlo fundamentalmente si por alguna cuestión de salud se recibió una transfusión de sangre en épocas en que no se realizaban los exhaustivos controles que se hacen en la actualidad.

Ante la existencia de un tratamiento efectivo que además está disponible los especialistas entienden que la pesquisa debería estar más presente en el chequeo médico de rutina. Se trata de una prueba sencilla que acercaría a más personas a un tratamiento que ha sido verdaderamente revolucionario en términos médicos.

Para el caso de la hepatitis B, en tanto, hay buenos tratamientos que, aunque no consiguen la eliminación del virus, mejoran considerablemente la calidad de vida de las personas que tienen la infección. Pero a su vez existe una vacuna preventiva que ayuda a minimizar las posibilidades de contagio.

Tanto profesionales médicos como autoridades sanitarias insisten en la importancia de la vacunación por la efectividad demostrada por esta vacuna. En este sentido ponen especial énfasis en las embarazadas para evitar la transmisión vertical de madre a hijo. También recuerdan que es un biológico que además de las mujeres gestantes recibe el personal de salud, los mayores de 65 años y también los niños de 12 años. 

Como sucede con la inmunización en general, la apelación de autoridades sanitarias es que la ciudadanía se asegure tener su esquema de vacunación completo. En el caso de la hepatitis B el esquema tiene la particularidad de requerir de la aplicación de tres dosis para alcanzar verdadera inmunidad y son dispares los niveles de cobertura alcanzados. El cronograma oficial implica la aplicación de la segunda dosis al mes de la primera y la tercera a los cuatro meses, aunque en cualquier momento quienes tienen esquemas incompletos pueden acercarse a los vacunatorios para completarlos.

Un tema de todos los días

Evaluando positivamente la actividad desplegada el pasado 28 de julio, en ocasión del Día Mundial de las Hepatitis Virales, autoridades sanitarias consideraron que esta acción puntual permitió acercar la vacunación a muchos vecinos y al mismo tiempo realizar testeos para la detección de otras enfermedades.

Asimismo, recordaron que la vacuna contra la hepatitis B está disponible en el vacunatorio municipal de lunes a viernes de 8:00 a 16:00 o en cualquier Centro de Atención Primaria de la Salud en el mismo horario. También está disponible en el vacunatorio del Hospital San José, institución que también viene desplegando acciones de promoción para incentivar la inmunización.

De igual manera insistieron en una serie de cuidados que se pueden adoptar para prevenir las hepatitis virales y entre ellos mencionaron el uso de protección en las relaciones sexuales; evitar el contacto con sangre infectada; y tatuarse en lugares habilitados donde se cumple con los protocolos sanitarios que hacen de ésta una práctica segura.