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Los jueces Guillermo Burrone, César Solazzi y Carlos Picco absolvieron a la madre y condenaron al padrastro por los abusos sufridos por una menor. En fallo unánime, los integrantes del Tribunal oral en lo Criminal 1, condenaron a cinco años y medio de prisión al trabajador rural (40) por los delitos de abuso sexual simple agravado por haber sido cometidos contra una menor.
Durante el juicio oral ocuparon el banquillo de los acusados el padrastro y la madre biológica de la menor. La nena entre los 8 y los 12 años de edad (2017 a 2021), fue abusada sexualmente y en forma reiterada por su padrastro y pareja de su madre. El abusador sometía a la menor cuando su pareja se iba a trabajar o se iba de noche a la casa de una vecina.
El juez Picco argumentó el fallo y consideró acreditado que los abusos consistieron en tocamientos corporales libidinosos de carácter inequívocamente sexual producidos en las zonas intimas de la niña efectuados por encima de la ropa, besos en distintas partes del cuerpo y otros vejámenes. Los abusos fueron relatados por la menor a la madre y no encontró en la progenitora a un adulto que interviniera para cesar las conductas del sujeto.
Las tortuosas vivencias sufridas por la adolescente, que socavaron su psiquis, concluyeron una vez que se animó a contarle lo padecido a su tía materna. Esta familiar fue a buscar al padre biológico de la víctima a San Nicolás y junto a la abuela paterna acudieron a la Comisaría de la Mujer a realizar la denuncia.
"En esta especie de juicios, denominados delitos de alcoba o delitos en las sombras, donde normalmente no existen testigos directos y la comprobación es harto dificultosa, el testimonio de la víctima cumple un rol determinante, es su propia historia. Es la evidencia más importante y dirimente", expresó el magistrado en el veredicto.
Para los integrantes del Tribunal Criminal el relato en Cámara Gesell de la chica permitió una reconstrucción de los abusos que padeció. Coincidieron en que fue un relato coherente, veraz y creíble. Los peritos psicológicos ratificaron la credibilidad de los dichos de la víctima sin evidenciar posibilidad de fabulación sobre la reconstrucción de lo padecido.
El juez Carlos Picco sostuvo la absolución de la madre en el caso por considerar que ha estado erróneamente involucrada. "A mi entender la madre de la víctima fue erróneamente imputada por el fiscal a cargo de la instrucción, ya que desde los albores mismos de la investigación en oportunidad de ser indagados tanto al sujeto como a la mujer le imputaron los mismos delitos de abusos".
Para el magistrado del Tribunal Oral en lo Criminal: "la conducta desarrollada por la imputada es a todas luces pasible de un reproche moral que obviamente es ajeno al Derecho Penal y su obrar podría haber estado inmerso en otra figura delictiva como ser la de "Encubrimiento", pero insisto de ninguna manera encuadra en la figura de la participación secundaria; como lo sostuviera la acusación", expresó.
El fallo fue contundente en responsabilizar penalmente al padrastro como el autor de los abusos sexuales; pero no involucraron a la madre. El relato de la menor ha brindado la contundencia necesaria para acreditar los vejámenes sufridos dentro de la vivienda familiar de la localidad de Acevedo.
El fiscal Nelson Mastorchio estuvo a cargo de la acusación durante las jornadas de juicio oral; días atrás en los Tribunales pergaminenses. En tanto, los abogados defensores Rodolfo Migliaro y Alberto Decunta defendieron al padrastro y a la madre. La defensa de Migliaro y Decunta ha logrado la absolución de la mujer y que bajaran las calificaciones penales por la que llegaron a juicio los integrantes de la pareja.
En las audiencias de juicio oral comparecieron la tía, el padre biológico, abuelos y los peritos psicológicos que atendieron a la víctima durante la instrucción judicial. Fueron largas e intensas jornadas de debate donde expusieron abiertamente los padecimientos relatados por la adolescente dentro de la morada donde residía con la madre, el hombre que estaba en pareja con ella y un hermano menor.
Una vez que la sentencia quede firme deben someter al condenado a la toma de muestra biológica, a los efectos de la inclusión del perfil genético correspondiente (ADN) en el Banco de Datos Genéticos de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, tal como determinaron en el veredicto.
El convicto seguirá detenido en la Unidad Penal de Junín donde está privado de la libertad desde el avance de la instrucción judicial por el caso. En cambio, la madre llegó a juicio con una medida morigeradora de arresto domiciliario y salió absuelta el mismo día de la lectura de la sentencia el lunes de esta semana.
