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El Semanario El Tiempo cumplió el domingo 88 años y la sociedad de Pergamino debe celebrar junto a ellos porque no muchas localidades del interior cuentan con la gracia de informarse a través de medios locales, y mucho menos con aquellos cuyos editores responsables son vecinos del lugar. Esta circunstancia es vital como garantía de una buena información.
El Tiempo está transitando una nueva etapa, porque la familia de este medio gráfico sufrió, hace poco más de un año, la pérdida de su directora y propietaria, Nancy de Negri, lo que implicó un desafío para quienes llevan adelante con responsabilidad y sensibilidad los destinos del medio.
Este Semanario se ha constituido desde hace décadas en “el hábito de los lunes” y ello no es solo mérito de su permanencia sino -y principalmente- de su vigencia. No quedan dudas de que a El Tiempo estos 88 años lo encuentran vigente y jovial, dispuesto a seguir siendo un garante de la buena información para los pergaminenses.
Historia y actualidad
El primer director fue José Luis Vela, que convocó a Marino Coralini y a Rodolfo Di Núbila para que lo secundaran como cronistas. Desde entonces muchas personas han pasado, dejando impresa su huella en estas columnas octogenarias.
Más adelante llegaron a ese medio Víctor José Bustamante y Rafael Yavícoli, que directamente emparentaron sus nombres con El Tiempo. Luego, en 1989, fue el turno de Pedro Osvaldo Rivero, un periodista de raza, que aceptó el desafío de la faz directiva y supo imprimirle al periódico un sello característico e indeleble. Tras su fallecimiento, fue su esposa, Nancy De Negri, que tuvo que asumir la responsabilidad de sucederlo y ejercer la ardua conducción de un medio de prensa. Además, bajo su mando, El Tiempo logró crecer en todos los sentidos. Cambió su diseño, pasó a ser mucho más atractivo y ágil para el lector, fue el primer medio gráfico en sacar ocho páginas a color a partir del 24 de octubre de 2005, y en noviembre de 2009 pasó a tener todas sus páginas a color. Además de otros logros, el más saliente de las últimas décadas, es el haber construido su casa propia, hoy un sueño hecho realidad.
Hace poco más de un año, repentinamente falleció su directora y dejó un enorme vacío. Su hija, Karina Rivero, tomó las riendas de la empresa y Federico Delloso, joven periodista con varios años de labor en el Semanario, pasó a ser el director.
