La tenista pergaminense que representa a la universidad de West Florida ganó el campeonato de la División II que reúne a las instituciones académicas más importantes de EE.UU, entre las que se encuentran Harvard, Stanford y Georgia.
Un excepcional presente deportivo atraviesa la tenista Berta Bonardi en los torneos universitarios de Estados Unidos. La joven pergaminense de 24 años, que posee una beca en la Universidad de West Florida, se consagró campeona el pasado fin de semana del Nacional Universitario en la División II, certamen que reúne a las instituciones académicas y deportivas más importantes de Norteamérica, entre ellas Harvard, Stanford y Georgia. En diálogo con LA OPINION, la tenista de nuestra ciudad habló de la consagración y confesó que se encuentra en su mejor momento tenístico.
Su llegada al Nacional
Bonardi, que además de participar en los certámenes universitarios juega los interclubes en representación de entidades de París, Estrasburgo y Friburgo, contó cómo se dio su clasificación al Nacional. “Antes tuve que jugar los regionales para clasificar. Esta región universitaria es la más difícil de Estados Unidos, ya que las top 5 universidades del país están en esta región. Entonces para clasificar al Nacional te tenés que medir con las mejores tenistas y personalmente no estaba segura si iba a poder clasificar”.
La pergaminense aseguró que no la pasó bien durante el regional. “Estuve en Europa compitiendo en interclubes y en los últimos partidos que hice en Alemania estuve con un dolor en la planta del pie y cada vez que intentaba correr y esforzarme me dolía mucho. La verdad que cuando pensaba en la posibilidad de clasificar al Nacional lo veía lejos por todo el entrenamiento que me estaba faltando por culpa de esa lesión”, comentó.
Sin embargo, una semana antes del Regional empezó a entrenar fuerte. “Trabajé duro porque es un torneo muy físico, en el que se juegan dos o tres partidos por día entre singles y dobles. Incluso el segundo día del torneo jugué alrededor de 7 horas y uno de esos partidos duró 4 horas contra una italiana. Terminé ese día casi sin poder caminar de los calambres y las ampollas. Me tocó perder en semifinales en un partido en que el estuve en un estado de cansancio que nunca había experimentado. Quedé eliminada, pero al terminar en la primera posición del ranking en 2018, me alcanzó para clasificar al Nacional que se desarrolló el fin de semana pasado”.
El torneo y la consagración
Bonardi llegó con algunas dudas a su participación al Nacional. “Si bien fui con esperanzas de hacer un buen papel, sabía que había muchas chicas buenas de mi región que iban a participar y que el cuadro estaría complicado. Para eso tuve tres semanas de entrenamientos en las que trabajé muchísimo, me levantaba a las 5:00 para ir a practicar.
Principalmente me enfoqué en la parte física porque no quería volver a pasar por el cansancio que había sufrido en el Regional. Me propuse que durante los últimos días del Nacional tenía que sostener el ritmo físico”, le señaló al Diario la pergaminense.
Su labor comenzó con un ajustado triunfo y de a poco empezó a afianzarse. “El primer partido lo gané un poco apretado porque estaba muy nerviosa y enfrenté a una chica que tenía un juego que me molestaba. Gané 3-6, 6-1 y 6-1. Después pasé a cuartos de final en donde gané 6-3 y 6-3, en ese partido jugué muy bien. En semifinales enfrenté a la chica que me había ganado en el regional y le gané 6-4 y 6-3, lo festejé como si hubiese ganado el torneo porque para mí fue una revancha y muy especial”, aseveró.
Luego llegó el momento de la consagración. “Y en la final me tocó un partido durísimo contra una rival rusa de la universidad de Indianápolis. Yo la había visto jugar y jugaba realmente muy rápido y plano. Sabía que para ganarle debía jugar muy bien y fue así. Gané 6-3 y 6-3 y estaba muy contenta porque me había esforzado muchísimo para llegar a este torneo en forma”, manifestó.
La pergaminense explicó la relevancia del título. “El torneo que conseguí es muy importante en el ambiente universitario y en Estados Unidos, acá se le da mucha importancia. En otro país quizás sería un torneo más porque no se conoce, pero en Estados Unidos no cualquiera tiene el privilegio de ganarlo. Creo que este título me puede abrir muchas puertas el día de mañana, tanto en lo deportivo o si pretendo conseguir trabajo o que un sponsor me acompañe. Este torneo es bien americano, por eso le dan tanta relevancia acá”.
La consagración le permitirá a Bonardi afrontar el Nacional de California que contará con la participación de las mejores tenistas de sus respectivas categorías en las principales universidades de Estados Unidos como Harvard, Stanford y Georgia.
La vida lejos de casa
Consultada sobre el presente deportivo que está teniendo y cómo vive sus días a nueve mil kilómetros de su ciudad natal, la pergaminense aseguró: “Considero que es mi mejor momento, desde que llegué a la universidad mejoré muchísimo en varios aspectos, tanto tenístico, físico como mental. Para mí fue un gran desafío venirme a Estados Unidos, pero no solo por lo deportivo, también por el cambio de vida que genera y por mis estudios. Estar lejos de mi familia y con otro idioma fue el obstáculo más grande que tuve que superar”.
También aclaró: “Cuando era más chica tenía la presión de mejorar constantemente en el tenis porque era lo único que hacía. Hoy tengo dos prioridades, el tenis pero también el estudio. Cuando en algunas de las dos no me va bien, pongo el enfoque en la otra, así siento que mi vida está un poco más balanceada”.
Por último, antes de despedirse, expresó: “Estoy muy satisfecha con la decisión que tomé en su momento de venir a Estados Unidos, aprovecho cada minuto acá. Los días los empiezo a las 6:00 y regreso a mi casa a las 20:00. Estudiar y jugar al tenis son dos cosas que en otro lugar no las podría hacer, estoy poniendo mucho empeño de mi parte y me incentiva mucho que hay chicas que están en la misma situación de la mía. Por otro lado es tanto el esfuerzo que hago durante el día que a veces me gustaría relajarme un poco, con esto quiero decir que me encanta la vida que tengo, pero es agobiante”.