Nuestro WhatsApp:+54 9 2477 65-4706
Un viajante sufrió un accidente cerca del campo de deportes de Douglas Haig cuando se atravesaron varios animales y no pudo evitar el impacto. Afortunadamente el conductor no sufrió lesiones de consideración. La presencia de caballos sueltos en las rutas representa un serio problema de seguridad vial.
Este jueves un comisionista de Rojas sufrió un accidente al cruzársele un equino en la ruta provincial Nº 32, cerca del campo de deportes de Douglas Haig. Afortunadamente el conductor no sufrió lesiones de consideración.
Como hemos advertido en varias ocasionas, la mayor cantidad de reclamos está concentrada en la ruta provincial Nº 178, sin embargo, en esta ocasión fue la otra carretera bonaerense que bordea la ciudad.
La cantidad de accidentes que hubo como antecedente, sumado a la denuncia constantes de vecinos y ocasionales viajantes, no fueron suficientes para que se tomaran cartas en el asunto y todo hace suponer que los accidentes de tránsito van a seguir ocurriendo y solo queda en la habilidad de los conductores evitar una tragedia.
Accidente
Este jueves alrededor de las 20:00, Julio Laugier, un comisionista de la ciudad de Rojas, retornaba de Rosario por la ruta provincial Nº 32 cuando embistió un caballo cuando circulaba a la altura del estadio de Douglas Haig.
El conductor de la combi Renault Traffic observó a un grupo de caballos sueltos que corría por la banquina y repentinamente algunos de ellos subieron a la ruta en momentos en que la Traffic se acercaba.
Con la banquina ocupada por numerosos equinos y un camión que circulaba en sentido contrario, Laugier siguió por su carril y embistió a uno de los animales.
Por fortuna, no hubo que lamentar víctimas fatales ni heridas de consideración, pero el conductor se acercó a la dependencia policial para radicar la correspondiente denuncia, para evitar accidente por la presencia de animales sueltos en ese tramo de la carretera.
Leyes reguladoras
La ley dice que los animales deben tener una marca para identificar al dueño, pero muchos no la poseen e imposibilitan la detección sobre la responsabilidad civil en caso de colisiones. Muchos responsabilizan en primera instancia a los propietarios, pero está claro que la falta de controles y sanciones rigurosas permite que esta situación se siga produciendo, lo que convierte al Estado en un responsable solidario.
No necesariamente el propietario vive en la zona donde se puede ver pastando a los animales a la vera de rutas y calles. Los caballos suelen caminar largas distancias buscando alimento y, no encontrándolo en los caminos secundarios, terminan por las rutas principales, mejor mantenidas y que tienen pastos más tiernos por su corte más frecuente.
Cuando se produce el accidente, habitualmente no existe forma de demostrar la propiedad o la tenencia del animal, a fin de imputar la responsabilidad que define el Código Civil. En aquellos casos en los que sí es posible, por lo general resulta que el propietario o tenedor es insolvente.
Sin embargo, la solución de fondo no pasa por saber a quién hay que reclamar las pérdidas humanas y económicas generadas por el choque de un vehículo contra un animal suelto. Para encontrar la solución al problema es necesario conocer cuáles son las causas de la existencia y persistencia de los animales sueltos en las rutas. (Fuente: Hoy Rojas)
