Denuncian dos zonas de la ciudad donde la inseguridad tiene en jaque a los vecinos

Uno de los sectores más “calientes” está ubicado al oeste del casco urbano y tiene preocupados a los habitantes de los barrios Martín Illia y Nuestra Señora del Luján y los complejos Atepam y “80 viviendas”, este último señalado como el foco del conflicto y el otro es en el área norte del barrio Acevedo y los complejos 22 de Abril y Amaetón.

DE LA REDACCION. La preocupación de muchos vecinos domiciliados en los barrios de la ciudad se ha ido incrementando con la reiteración de robos en sus distintas modalidades y en el registro diario, tanto oficiales como extraoficiales, hay dos puntos marcados donde la delincuencia tiene en jaque a los vecinos: uno de los sectores más “calientes” es la zona oeste de la ciudad que tiene muy preocupados a los habitantes de los barrios Martín Illia y Nuestra Señora del Luján, como así también a quienes viven en los complejos Atepam y “80 viviendas”, este último señalado por los propios vecinos como el foco del conflicto, ya que en él residen unos pocos delincuentes con amplios antecedentes delictivos e incluso con condenas firmes.

Aunque la gran mayoría de sus habitantes son gente trabajadora, la conducta de algunos jóvenes tiene a mal traer tanto a sus propios vecinos como a quienes habitan en los barrios aledaños anteriormente mencionados.

Esta zona también se encuentra ubicada a pocas cuadras del barrio 12 de Octubre, un vecindario bastante conflictivo, que también se ha ganado, por la conducta de unos pocos delincuentes, una mala reputación.

Otro sector donde las denuncias por robos son constantes es la zona norte del barrio Acevedo y los complejos de viviendas 22 de Abril y Amaetón, donde casi en forma diaria, se producen robos en viviendas, hurtos de vehículos y faltantes de cosas en los patios de las casas.

En este caso, la denuncia de los vecinos apunta a un pequeño asentamiento de dos manzanas circunscrito por Laprida, Arnold y Mendoza.

También en este caso es importante destacar que la gran mayoría de las familias de bajos recursos domiciliadas allí, son gente honesta, de trabajo, que también se ve perjudicada por sus propios vecinos.

Zona oeste

Este lugar es sin duda uno de los sectores más álgidos en materia de inseguridad, donde en el transcurso de los últimos meses fueron denunciados hurtos de motos, robos en viviendas ante la ausencia de los moradores y sustracción de objetos de los patios de las viviendas o del interior de vehículos estacionados en la calle. Sin embargo, los hechos que más preocupación generan en el vecindario son los robos a mano armada, una modalidad que tuvo como víctimas a motociclistas, estudiantes que se dirigían a la escuela del barrio, mujeres abordadas en la vía pública y asaltos en viviendas.

La vinculación de estos hechos con delincuentes provenientes del complejo “80 viviendas” y del barrio 12 de Octubre no son solo presunciones o acusaciones de los vecinos, sino que de un tiempo a esta parte, se han producido allanamientos, algunos muy recientes en estos dos lugares mencionados, con la detención de personas con amplios antecedentes delictivos y en algunos casos el secuestro de elementos que demuestran la vinculación con los hechos ocurridos en las zonas adyacentes.

La preocupación de los vecinos llegó incluso a extremar las medidas de seguridad al regresar a sus casas en horarios nocturnos, colocar alarmas o rejas en las ventanas y los frentes de las viviendas.

Zona norte

En el sector norte del barrio Acevedo se da una situación similar, aunque con hechos de menor gravedad. A diferencia de las modalidades que más preocupan en la zona oeste, en este caso lo que llama la atención es que en muchas viviendas de las manzanas aledañas al asentamiento ubicado detrás del complejo “22 de Abril” se han registrado hurtos de objetos en los patios de las viviendas, sustracción de motos en el frente de varios domicilios y robos en viviendas cuyos moradores se ausentaron por pocas horas. A excepción de algún asalto en la vía pública en cercanías de la zona mencionada, es la reiteración de casos lo que motivó el malestar y la preocupación de los vecinos, que si bien reconocen que la mayor parte de las familias que residen en el asentamiento son gente trabajadora, desde que se instalaron las precarias viviendas en ese sector de la ciudad los robos se han ido incrementando.