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En un restaurante del barrio al Jadida en torno a las 11:00 un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba, con un saldo de al menos 23 personas fallecidas. Otro ataque causó al menos 9 muertos en un centro comercial en el corazón de la capital iraquí.
BAGDAD, (AFP-NA) - Por Salam Faraj. Al menos 32 personas murieron en ataques en Bagdad ayer, horas antes del levantamiento previsto del toque de queda nocturno vigente en la capital iraquí desde hace años.
Bagdad parece al abrigo de una ofensiva de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), que se apoderaron de extensas zonas del territorio iraquí, pero suele ser escenario de atentados, sobre todo contra la comunidad chiíta y las fuerzas de seguridad.
El atentado más sangriento tuvo lugar ayer en un restaurante del barrio Bagdad al Jadida (este) en torno a las 11:00 (08:00 GMT). Un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba, con un saldo de al menos 23 muertos y más de 40 heridos.
Otro ataque causó al menos nueve muertos y 28 heridos en un centro comercial en el corazón de la capital iraquí.
Pese a la frecuencia de los ataques en Bagdad, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ordenó el levantamiento del toque de queda nocturno a partir ayer a medianoche (21:00 GMT), para restablecer en la medida de lo posible la normalidad pese “a la guerra”.
Las cafeterías y restaurantes, que podrán permanecer abiertos pasada la medianoche, contaban con una mayor actividad gracias al levantamiento previsto del toque de queda, pero el ataque de ayer tomó como blanco, simbólicamente, a uno de ellos.
El toque de queda había sido instaurado para intentar frenar la violencia, que se intensificó considerablemente a mediados de los años 2000. Las horas variaron a lo largo de los años y últimamente estaba en vigor desde la medianoche hasta las 05:00 (02:00 GMT).
Según un comunicado de su oficina, Abadi ordenó además la reapertura de calles importantes de la capital “para facilitar la circulación de los ciudadanos” y que los barrios de Azamiya y Kazimiya (norte) sean “zonas desmilitarizadas”.
Los retenes del ejército y de la policía en Bagdad causan atascos, lo cual acaba exasperando a la población.
Fosa común de yazidíes
En el norte y el oeste del país, donde el ejército y las fuerzas kurdas intentan apoderarse de las zonas conquistadas por los yihadistas del EI, se halló una nueva fosa común con los restos de 23 hombres de la minoría yazidí, informó el portavoz del Ministerio de los Mártires de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Fuad Othman.
La fosa fue abierta el viernes cerca de la aldea de Bardiyan gracias a la información facilitada por un vecino de la zona, añadió el portavoz.
Othman precisó que las víctimas murieron por impactos de bala y algunas estaban maniatadas.
