Gastón Manes: "La historia está llamando nuevamente al radicalismo"

El presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Gastón Manes, aseguró en una reciente visita a Pergamino que en las próximas elecciones "el radicalismo va a tener un precandidato a presidente y en todas las categorías", dentro del espacio Juntos por el Cambio.

"El radicalismo está en un momento de mucho fortalecimiento y tendrá un candidato a presidente y en todas las categorías. No obstante, esas eventuales postulaciones deberán ser debatidas y resueltas en la mesa de Juntos por Cambio", señaló el dirigente oriundo de Salto que el viernes llegó a Pergamino para liderar una jornada del radicalismo, de la que también fueron parte legisladores provinciales y nacionales, además de dirigentes locales y de la Segunda Sección.

Manes destacó que con el objetivo de presentar los mejores candidatos, muchos dirigentes están recorriendo todo el país con actividades propias de la UCR y también de Juntos por el Cambio a los efectos de debatir y alcanzar acuerdos programáticos.

Entrevista

En el marco de su actividad en Pergamino, Manes mantuvo un diálogo con LA OPINION y Canal 4.

-¿Cómo analiza el momento de la UCR?

-El Partido Radical está de pie, está en el centro del escenario político en estos momentos y no es casual sino fruto del trabajo de mucha gente de ahora y de antes. La sociedad está esperando una voz que la relacione con los desafíos que tenemos y no tanto con la grieta, que es el fundamentalismo que en definitiva son las posiciones más cómodas en las que muchos se anclan para aferrarse en el pensamiento de uno mismo sin entender que en el otro puede haber una semilla de verdad. Es tan grande y tan profunda la agenda de transformaciones que tenemos por delante los argentinos que no podemos perder tiempo y mucho menos peleando por tonterías.

-Usted está recorriendo el país reuniéndose con radicales. ¿Qué advierte?

-En todos lados lo que encuentro es un entusiasmo y un vigor en la UCR que no veía hacía mucho tiempo. He sido elegido hace poco tiempo presidente de la Convención Nacional del Partido, lo cual para mí es un orgullo, pero más allá de lo personal lo importante es que -según decía Borges- lo único que hay que hacer con las tradiciones es romperlas, y el radicalismo tiene una vieja tradición de que la Convención debía ser encabezada siempre por hombres que tuvieran una larga trayectoria partidaria y cargos públicos. Está lógica se invirtió esta vez; soy militante pero vengo de la actividad privada, soy emprendedor. Veo en esta señal que el radicalismo es el espacio que más novedad le ha aportado a la política argentina en los últimos años y por eso estamos convencidos de que vamos a tener un rol protagónico en el destino de este país.

-¿Qué la puede aportar el radicalismo al país?

-Hoy la historia está llamando nuevamente al radicalismo, porque el último proyecto colectivo vigente y exitoso en Argentina fue encabezado por el radicalismo acompañado por personas de otros sectores, pero liderado por radicales. Ahora, 40 años después, el único proyecto vigente es el de la democracia. Porque el proyecto de modernidad de la década de 1990 explotó en 2001, el proyecto de justicia social liderado por el kirchnerismo hace casi 20 años termina con 70 por ciento de pobres en el Conurbano y una inflación del 70 por ciento anual, una deuda externa atroz, una desigualdad inimaginable. Argentina tiene los números de países que están en guerra o sufren grandes catástrofes como terremotos, y eso no tiene nada que ver con la capacidad potencial y los recursos que tenemos, tanto naturales o primarios como los humanos. Solo falta que la sociedad se ponga de acuerdo, se estabilice la política, por ende la economía y a partir de ahí tengamos 20 políticas de estado fundamentales. Para eso necesitamos líderes que unan no que dividan.

Por eso estamos proponiendo unir al país de modo que estamos muy lejos de querer romper algo. Lo que sí aprendimos, cuando en 2015 el gobierno kirchnerista pretendía extender su hegemonía (recuerden la frase de Cristina "vamos por todo") supimos que la fragmentación de la oposición iba a ser nociva para la Argentina y decidimos establecer una coalición. Tenemos diferencias con nuestros aliados, entre 2015 y 2019 acompañamos dentro de lo que llamamos la ética de la responsabilidad, perdimos la interna en la Paso, pero todo este tiempo lo aprovechamos para mejorar, aprender, incorporamos gente nueva, renovarnos, y ahora estamos decididos a liderar la oposición, pero no por vanidad, sino porque creemos que el semblante que debe tener la nueva coalición debe ser de centro popular, y el único partido que puede abrazar ese ideal dentro e Juntos por el Cambio es el radicalismo.

-Dentro del radicalismo hay varios candidatos.

-El partido tiene varios candidatos, incluso a presidente, algunos incluso lo han manifestado, como el caso de Gerardo Morales, que es un gobernador de lujo. Tenemos tres provincias en las cuales tenemos equilibrio fiscal, inversión en la educación, progresividad de derechos. Es decir que todo lo que decimos que hay que hacer, lo hacemos donde somos gobierno, con lo cual no hay ninguna duda de lo que el radicalismo tiene para ofrecer.

La coalición que vamos a integrar el año que viene tiene que ser una conjunción de ideas, o sea que la ruptura solamente podría llegar de otro sector, pero nunca de nuestra parte.

De parte del radicalismo vamos a tener candidato a presidente y a todos los cargos, de eso no hay dudas.

-Asumir un gobierno es un desafío enorme en tiempos tan complejos y, además, cambiantes. ¿Cómo se debería gobernar?

-La política se ha complejizado en el mundo. Hoy liderar es un acto creativo, porque no existe la correlatividad de ideas, hoy en un espacio pueden convivir personas que no estén de acuerdo en todos los temas, cuando antes se ponían de acuerdo en cinco o seis asuntos y ya estaba. Hoy en el mismo ámbito pueden estar dirigentes que coincidan en tener equilibrio fiscal pero discernir en el tema del casamiento igualitario. Antes iban todos para el mismo lado. Entonces el liderazgo de hoy es mucho más complejo y los partidos puros ya no existen. Nuestro desafío es representar una identidad, somos la clase media argentina, fruto de la educación pública que crecimos y nos formamos en este país que forjaron nuestros abuelos, y esa identidad se la representa con valores y buenos ejemplos, porque la ejemplaridad de los dirigentes es una condición que la sociedad está reclamando. Por eso las figuras nuevas con estas cualidades pueden prevalecer en el nuevo escenario.

-¿Eso es lo que representa Facundo, su hermano, que aún sin oficializarlo, es uno de los "presidenciables"?

-Facundo representa todos los valores que debe tener un ciudadano del interior de la provincia de Buenos Aires: educación pública, valores enseñados en el seno de una familia que tuvo el esfuerzo como motor del progreso, la ascendencia social y cultural basada en la educación. Esos son valores básicos con los cuales nos criamos. Facundo tiene ideas claras y lo más importante es que pregona con el ejemplo. Su vida corresponde con lo que pregona que hay que hacer.