Esta semana la Fiscalía Nº 5 llamará a indagatoria al sujeto acusado de las estafas piramidales. Se trata del procesamiento que formalizarán durante una audiencia en el quinto piso del edificio judicial de Merced 865. El fiscal Francisco Furnari citará a los abogados Rodolfo Migliaro y Alberto Decunta a que se presenten con su cliente a ejercer el derecho a defensa.
El acusado está obligado a presentarse; pese a tener el beneficio de la eximición de prisión. Si bien atraviesa el proceso en libertad por lo dispuesto por Renato Santore, como juez del Juzgado de Garantías Nº 2, tiene la obligación de someterse a todas las instancias del proceso en las que sea convocado a presentarse. Así es como adquirió ese compromiso el 4 de enero cuando este sujeto de 38 años se presentó en Tribunales.
En el Juzgado firmó la notificación de la eximición de prisión que determinó que debía ajustarse a Derecho y someterse a cada una de las instancias del procedimiento. Una vez que la Fiscalía 5 establezca una fecha y horario de audiencia debe comparecer acompañado de sus abogados defensores.
Frente al fiscal escuchará las imputaciones penales y los relatos de los hechos y las pruebas que lo involucran. Tal como lo establecen las garantías constitucionales basadas en el principio de inocencia, no está obligado a declarar sin que su silencio sea considerado ningún indicio en su contra. Es muy probable que por consejo de los letrados encargados de la defensa penal, no declare. El llamado a indagatoria es indicador inequívoco del procesamiento penal basado en un cúmulo de pruebas y evidencias logradas por la Fiscalía.
Denuncias cruzadas
El 18 de octubre del año pasado este sujeto hizo una denuncia por amenazas en la Fiscalía, en la que señaló que varios acreedores lo intimidaron para cobrarse una deuda a través de la venta de automóviles de su propiedad. La situación tomó un giro inesperado cuando el individuo no se presentó a ratificar su denuncia. En la Fiscalía entrevistaron a los presuntos autores de las amenazas, y manifestaron que no se trataba de intimidaciones, sino de un reclamo económico. Según explicaron, el denunciante habría intentado saldar sus deudas simulando solvencia financiera mediante la emisión de cheques sin respaldo.
Con estas revelaciones, la Fiscalía comenzó a recibir múltiples denuncias por estafa, acumulando hasta el momento más de diez damnificados, aunque se sospecha que el número podría ser considerablemente mayor. El perjuicio económico estimado alcanza una cifra millonaria en dólares.
De acuerdo a lo que pudo saberse, la estafa se habría desarrollado a través de una compleja estructura de varios eslabones, lo que abre la posibilidad de que detrás del sujeto de 38 años exista una organización criminal de mayor envergadura.
Los informes financieros presentados en la causa revelaron la insolvencia del imputado, lo que llevó a la Fiscalía a solicitar su detención y la inhibición de sus bienes. No obstante, el 27 de diciembre, el juez interviniente concedió la eximición de prisión a solicitud de la defensa del acusado. Esta decisión fue apelada por el Ministerio Público Fiscal y se encuentra en espera de resolución.
Crudo relato
El malestar por la decepción, la frustración, la desilusión y todos los sentimientos negativos invaden por mucho tiempo a la persona que sufre una estafa; pero también puede afectar seriamente sus relaciones familiares y de amistades por la misma defraudación que quebranta proyectos de vida.
Así es lo que está sufriendo un hombre de mediana edad, quien es empleado y no sólo se encuentra despojado de sus ahorros; sino que -además- debe hacer frente a deudas por créditos adquiridos y responder a un juicio de cobro ejecutivo por firmar pagarés.
En estos momentos se está animando a hacer público su padecimiento, pero prefiere mantener su nombre en reserva para no exponer a su familia que transita un estado muy delicado. En las reuniones sociales está logrando compartir su padecimiento para contar en primera persona como cayó en la cuantiosa defraudación de un sujeto a quien conocía desde muy chiquito.
La relación de amistad y de extrema confianza nunca lo llevó a sospechar que lo defraudaría de la forma más vil al despojarlo de sus ahorros en dólares; el dinero obtenido en un crédito y el proceso judicial que puede llegar a embargarle sus bienes familiares.
El principal sentimiento es que su vida está en ruinas por las derivaciones negativas en todo el entorno porque perdieron dinero que atesoraban y planificaban invertir en proyectos familiares; porque pueden perder las propiedades a su nombre y todo un deterioro material que no saben que dimensiones puede alcanzar.
La víctima fue a ver a un abogado para que lo asesore y lo asista en el fuero civil y penal para plantear expresamente ser una víctima del estafador. El sujeto terminó siendo un manipulador que abusó de su confianza y la relación afectiva que tenían para aprovecharse de su ingenuidad. Así fue como obtuvo dinero de sus ahorros familiares y lo engañó para que firmara los pagarés simulando tener controlada la situación y responder ante cualquier circunstancia o eventualidad sin que llegue a afectarlo esa rúbrica.
Pero pasó todo lo contrario y las personas que tenían esos documentos de obligaciones de pagos los presentaron en sede judicial para ejecutarlos a través del fuero Civil y Comercial. Es por ese motivo, que también inició un acercamiento a esas personas que presentaron los documentos en sede judicial del fuero Civil y Comercial.
Lamentablemente no logró persuadirlos de su inocencia y hasta le respondieron que él se encargara de cobrarle el dinero adeudado por el estafador y le levantaban la ejecución. Hoy por hoy como están dadas las cuestiones es imposible que eso ocurra y a la víctima lo frustra sobremanera.