En esta campaña, el productor dispone de dos nuevos productos de probada eficacia para una segura protección de la soja.
El desafío de las empresas dedicadas a la protección de cultivos es constante y cada año sorprenden con nuevos productos. De no ser así, las plagas y enfermedades se adueñarían de los cultivos, poniendo en peligro una de nuestras principales fuentes de alimentos.
La soja, reconocida y valorada en todo el mundo por su alto valor proteico, es atacada campaña tras campaña por insectos y hongos que poseen una dinámica de comportamiento variable y mutación permanente.
Por ello, es poco factible lograr un control eficiente utilizando estrategias de manejo estables en el tiempo y, mucho menos, los mismos insecticidas y fungicidas.
Contra arañuelas y trips
Fruto de la observación a campo e investigación en laboratorio, el productor dispone en esta campaña de un nuevo y revolucionario insecticida para proteger su cultivo de soja de los insectos.
Se trata de Virantra, un producto banda verde con una nueva molécula de amplio espectro, que actúa por contacto o ingestión.
Gabriel Fascioli, integrante del equipo de trabajo de Syngenta, empresa que lo ha desarrollado y lanzado al mercado argentino, asegura que "evita el daño que producen los insectos-ácaros y otorga un importante efecto prolongado de control en el cultivo".
Respecto a las dosis apropiadas, sostiene que "50 cc/ha de Virantra con el agregado de aceite, es excelente para controlar trips y arañuelas, en tanto que 75-100 cc/ha es la ideal para controlar Lepidópteros y chinches, en este último caso ejerciendo control del complejo por más de 40 días con aplicaciones a partir del estadío R3, es decir al inicio de la formación de vainas". .
A la vez, asegura que "esta nueva molécula con tecnología Plinazolin posee excelente estabilidad frente a rayos UV y al lavado por lluvia, lo cual nos provee de un control persistente y de amplio espectro, nunca antes visto dentro del ciclo del cultivo de soja, de manera eficaz y por más tiempo que los productos comerciales actuales, protegiendo todo el potencial del cultivo y, de ese modo, obtener la mayor rentabilidad".
Guerra a los hongos
Otro producto lanzado en esta campaña al mercado es Melyra, un fungicida recomendado para aplicaciones preventivas y curativas en cultivos de soja, con propiedades meso sistémicas y de amplio espectro de control, abarcando todas las enfermedades principales.
"La gran ventaja que tiene este Triazol es que es una molécula móvil que se adapta a la dinámica del hongo", destaca Sebastián Fernández, profesional de Basf, empresa promotora del producto. En tal sentido detalló que "cuando estamos frente a una enfermedad que muta y se hace resistente a determinados productos, como está pasando, esta molécula al tener esa flexibilidad de moverse puede seguir controlando esas enfermedades que se muestran resistentes a otros fungicidas".
En cuanto al momento de aplicación, Fernández sostiene que "el estadío R3, antes que el cultivo de soja cierre el surco, es ideal para cubrir toda la planta desde abajo, llegando a las primeras hojas que son las que primero se infectan, dejando así cubierto el cultivo durante el período de formación y llenado de granos".
Como recomendación final y, a la vez, valiosa para todo tipo de productos, puntualiza que "en condiciones de alta temperatura y baja humedad ambiente, como la que nos toca en esta época del año, es fundamental aplicar temprano a la mañana o bien a la tardecita y utilizar un buen coadyuvante y anti evaporante, que permita un tamaño de gota chica, que se distribuya bien en la hoja y se mantenga por un tiempo determinado y sin evaporarse, para asegurarnos una penetración efectiva del producto y controlar de la mejor manera las plagas y enfermedades".