El sector ganadero atraviesa un buen momento, con precios en niveles elevados, más una proyección positiva para los próximos meses que provocaría un escenario de mayor rentabilidad y oportunidades de inversión.
"Comenzamos bien el año porque estamos con muy buenos precios de la hacienda y tenemos una demanda de novillos pesados que hace tiempo no teníamos, lo cual nos alienta mucho", enfatiza Sebastián Riffel, de reconocida trayectoria dentro del negocio ganadero.
Ante este escenario, advierte que "los planteos cortos, con un ternero tan caro con respecto al gordo, evidentemente no funcionan". Al respecto, sostiene que "la mejor opción, la más viable, es comprar un ternero de 180 kilos y venderlo con 450 o, mejor aún, con520 kilos".
En cuanto a las proyecciones para el mediano y largo plazo, estima que "se abren muy buenas perspectivas para la ganadería en nuestro país porque existe una creciente demanda de carnes rojas en el mundo".
Buena relación grano/carne
En la misma línea, Patricio Bertelli, socio fundador de Teknal, afirma que "el mercado se muestra muy interesante por el alto precio que tiene la hacienda, no impulsado por el consumo interno sino por la exportación, y la relación grano carne permite sumarle a la recría a campo el engorde a corral".
Llevando su razonamiento a números, explica que "con un maíz a u$s 180 y una conversión grano/carne de 8 o 9 a 1, se puede ganar buen dinero a los valores que tiene la hacienda hoy, y cuanto más largo sea el engorde a corral mejor, teniendo en cuenta que a un animal de exportación se le puede sacar 2.300/2500 pesos por kilo vivo"
Reafirmando su planteo, Bertelli dice que "la hacienda debe tender cada vez mas a ser de doble propósito; es decir, entre la cría y el corral obtener un animal de 450 kilos arriba, porque si bien el liviano produce menos pérdidas en los corrales, el consumo interno parece estar saturado, mientras que la exportación está ávida de novillos pesados".
Firme demanda exportadora
Mientras la demanda interna se mantiene en niveles bajos, los exportadores ejercen una fuerte presión, realidad que a diario se hace visible en el Mercado Agroganadero de Cañuelas.
"Es muy común ver que lo que no compran los matarifes y abastecedores locales, se lo lleven los exportadores a EE.UU., Israel, Malasia, Singapur y Filipinas y, a la vez, convalidan mejores precios", comenta Gabriel Carnevale, integrante de la firma Colombo y Colombo.
Para él no es nada casual que esto ocurra y marca una clara tendencia. "En 2023 el comercio internacional de la carne absorbió 12 millones de toneladas y en 2024 alcanzó a 13 millones, lo cual indica un aumento anual de un millón de toneladas".
Lo paradójico es que nuestro país tiene poca carne que ofrecer. Y para peor, no hacemos nada por mejorar, como bien lo subraya Carnevale. "Todos sabemos que hay que retener, pero estamos matando entre 10 y 12 mil vacas por día y más de 400.000 vaquillonas por mes, nos estamos comiendo casi toda la reposición".
Sin duda, este escenario le abre una excelente oportunidad a la Argentina, muy respetada en todo el mundo por la calidad de su carne. Pero, lamentablemente, no contamos con stock suficiente para aprovechar al máximo el momento, como sí lo están haciendo otros países vecinos, como Brasil, Paraguay o Uruguay, por ejemplo.