En estos días en Tribunales y en la Fiscalía se presentaron más damnificados a denunciar al estafador que está escondido en algún lugar lejos de Pergamino por la millonaria defraudación a decenas de personas de nuestra ciudad. En los Tribunales las acciones legales están iniciadas en los fueros civiles y comerciales, donde iniciaron expedientes por cobro ejecutivo.
Las actuaciones de la Justicia Civil y Comercial son por las existencias de documentos firmados y las personas damnificadas iniciaron acciones por el no cumplimiento de los cumplimientos de pago. En uno de los juzgados civiles se tramita un expediente en los que hay unos pagarés que firmaron dos personas, entre ellos el estafador, que fueron presentados por uno de los damnificados. Se trata de una demanda para cobrar más de 120 mil dólares que sería el capital invertido en el fondo piramidal del pergaminense.
Juicios por cobro ejecutivo
El cobro ejecutivo es una herramienta procesal en el fuero civil y comercial de la Justicia argentina destinada a hacer efectivo el pago de una deuda respaldada por un título ejecutivo, como un pagaré firmado, un contrato de mutuo o un cheque. Este procedimiento se caracteriza por su celeridad y simplicidad en comparación con otros tipos de juicios, debido a que se basa en la existencia de un documento que prueba de manera fehaciente la obligación de pago.
Según expertos en derecho civil y comercial, la clave para iniciar una acción de este tipo es contar con un título ejecutivo válido. "Si no hay nada firmado, no se puede ejecutar", explican. Esto significa que, por ejemplo, una transferencia bancaria no sería suficiente para promover un cobro ejecutivo, ya que podría tratarse de un regalo, el pago de una deuda anterior o cualquier otra transacción no documentada específicamente como una obligación de pago.
El procedimiento comienza con la presentación de una demanda ante el juzgado competente, acompañada del título ejecutivo en cuestión. A partir de allí, el juez ordena el embargo preventivo de bienes del deudor y lo intima a pagar en un plazo breve, generalmente cinco días hábiles. Si el deudor no cumple con el pago o no presenta oposición fundamentada dentro de ese plazo, se continúa con la ejecución forzada, que puede incluir el remate de los bienes embargados para satisfacer la deuda.
Este mecanismo jurídico está diseñado para ofrecer seguridad y efectividad a quienes poseen créditos documentados, otorgándoles una vía rápida para reclamar lo que les corresponde. Sin embargo, subrayan los especialistas, resulta fundamental asegurarse de que el título cumpla con los requisitos legales para evitar demoras o el rechazo de la acción ejecutiva.
El cobro ejecutivo, entonces, se presenta como una herramienta poderosa para garantizar el cumplimiento de obligaciones contractuales, pero solo en los casos en que la deuda esté correctamente documentada y respaldada por un título que permita su ejecución en la Justicia.
Estafas
Las actuaciones penales se instruyen en la Fiscalía 5, donde el fiscal Francisco Furnari está recibiendo nuevas presentaciones de denunciantes y requiriendo los elementos de prueba que cuentan para sostener la denuncia. Se trata de personas que confiaron en la inversión propuesta por el sujeto que logró sostener este engaño durante cuatro años, aproximadamente, y sumó gran cantidad de inversores de cuantiosas sumas de dinero en dólares. Las víctimas confiaron en que la propuesta financiera era seria, redituable y un buen negocio para invertir ahorros.
Efecto contagio
El mecanismo para lograr mayores inversores es el efecto contagio provocado por una ilusión generada por el propio estafador que los altos intereses se pagaban a término y le permitirían obtener ganancias. En el caso de un inversor que cobraba estas utilidades y las invertía en cambiar el auto, hacer viajes o hacer mejoras en su casa muchas veces era compartido con amigos, familiares, compañeros de trabajo o personas del entorno donde realizara actividades sociales o deportivas. Eso generaba que hubiera un efecto contagio de otros hombres y mujeres dispuestos a invertir para obtener "ganancias" similares a la de su amigo, colega, familiar o conocido de alguna peña semanal.
El boca a boca funcionó para atraer más inversores confiados en la supuesta seriedad del fondo piramidal. Esas víctimas se acercaban algunas al interesarse en obtener intereses del capital que tenían; pero hubo quienes estaban dentro de ese circuito financiero y llevaron conocidos. Muchos hicieron esa acción de llevar personas a invertir y de ese capital aportado por quien sumaban a la pirámide es que recibían una bonificación que estaba cuantificada en un porcentaje del dinero invertido. Así es como profesionales cayeron en el engaño e inversores que quedaron mal con amigos o familiares por sumarlos al fondo financiero.
Defraudados
Las personas que son víctimas de este individuo se encuentran absolutamente defraudadas y atraviesan profundos malestares por las maniobras criminales de este sujeto. Hay historias de personas que no sólo perdieron su capital en miles de dólares; sino que tuvieron que sacar créditos o vender vehículos o propiedades para resarcir a quienes cayeron en su engaño por su culpa o porque dejaron firmados documentos y deben cumplir con esas obligaciones para no quedar embargado.
Hábil embaucador
El perfil de este sujeto, tal como lo describen quienes lo conocen, el de un embaucador serial. Este individuo logró construir una falsa credibilidad a través de una "pantalla", donde se lo veía bien vestido, en autos nuevos y dando una imagen de persona exitosa para engañar a los demás.
Su mayor virtud es el engaño y la forma de lograr empatía con las personas que podrían ser nuevos inversores les solía resaltar las ganancias excepcionales que algunos de sus clientes obtuvieron, pero omitió las pérdidas significativas. A lo largo de los cuatro años que duró esta estafa supo sostener el engaño a los inversores para mantenerlos cautivos y que no se le desbaratara la gran estafa piramidal que pudo generar.
Pirámide derrumbada
Si la maniobra realizada se trató de una pirámide se cayó repentinamente a mediados de septiembre y se terminó de derrumbar a mediados de octubre cuando se fugó de nuestra ciudad. Aparentemente, en el período que pudo sostener la estafa lo hizo a través de los nuevos inversores que lograba cautivar.
Es así como pagaría las utilidades de los intereses mensuales a los inversores a través de los nuevos ingresos que iba teniendo. Pero en un momento determinado empezaron a diezmarse los inversores porque la propuesta no lograba convencer y le sería más difícil lograr nuevos clientes. Esto provocó que se quedara sin recursos para seguir cumpliendo con las personas que estaban dentro de esa pirámide.
Los inversores empezaron a reclamarle el capital para salir del fondo y el sujeto empezó a responder con evasivas. De acuerdo a una denuncia que hizo contra cinco personas, le empezaron a exigir que reintegrara el dinero invertido y lo obligaron a vender tres automóviles familiares para resarcirlos económicamente. Fueron 40 millones de pesos obtenidos por esa venta que fueron destinadas a esas personas que le exigían con mayor ahínco el resarcimiento económico.
La denuncia presentada por el estafador contra esos cinco acreedores fue el 18 de octubre. Desde esa fecha no se tiene más noticias de él ya que se fue de la ciudad, dejó de usar los teléfonos y eliminó las redes sociales. Una vez que avance la instrucción judicial con las pruebas documentales y testimoniales será el momento para la Fiscalía de requerir la orden de detención.