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No tiene, para la gente en general, el interés de cuando se vota presidente, gobernador e intendente, pero lo que está en juego no es nada menor, pues se trata de la definición de fuerzas en las cámaras legislativas. Por ahora hay pocos movimientos en el plano local.
Atravesada por la pandemia, como todas las actividades de este tiempo -y no hay que pasar por alto ese dato porque todo puede suceder y dejar de suceder de un día a otro-, las elecciones de este 2021 aparecen en el horizonte lejano de la ciudadanía pero muy cercano para los actores de la política que pretenden ser parte de la contienda.
Se trata de una elección de medio término; no es para seleccionar cargos ejecutivos sino legislativos en los tres niveles: nacional, provincial y municipal. No tiene, para la gente en general, el interés de cuando se vota presidente, gobernador e intendente, pero lo que está en juego no es nada menor, pues la definición de fuerzas en las cámaras legislativas marca en gran medida las posibilidades que tienen los mandatarios ejecutivos de desarrollar sus planes de gobierno en los últimos dos años de sus mandatos. Es, además, un termómetro puesto justo a medio camino de las gestiones ejecutivas que en gran medida revela en qué grado los electores están o no de acuerdo con quienes los gobiernan.
Aún no hay fechas oficializadas ni para las Paso ni para las generales. Es más: las Paso todavía están en duda porque hay muchos intereses cruzados. Por un lado están quienes piden eliminarlas (para lo cual se necesita una ley) y por otro los que consideran que siguen siendo una herramienta valedera para definir candidaturas. En el fondo, lo que los ubica a uno u otro lado es la conveniencia de la hora, y no faltará quien esgrimirá la cuestión de la pandemia y el distanciamiento para propiciar su suspensión aunque la real motivación sea la presunción de un resultado adverso.
Pero lo cierto es que, por ley, en este 2021 habrá que votar, más allá de las condiciones sanitarias que prevalezcan en la fecha que se asigne para los comicios.
Concejo Deliberante
En el plano local, la votación definirá la composición que tendrá el nuevo Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre. De los 20 ediles que componen el actual cuerpo, 10 culminan mandato y otros 10 continúan dos años más en la función, precisamente porque los concejales se renuevan por mitades cada dos años, por un período de cuatro años cada uno.
Los que terminan mandato son seis del oficialismo y cuatro de la oposición, exactamente en la misma proporción que la actual composición, ya que de 20 hay 12 oficialistas y ocho opositores.
Por Juntos por el Cambio terminan mandato Matías Villeta, Gisela Cerminara, Emmanuel Linares, Victoria Martínez White, Fabián Albuerne y Antonia Caldentey. Por el Frente de Todos los que terminan son Leticia Conti, Alvaro Reynoso, Marita Conti y Silvia Viera (ingresó en 2020 en reemplazo de Lisandro Bormioli cuando éste asumió como diputado nacional).
En tanto, los que continúan por dos años más son Guillermo Adrover, Gabriela Taruselli, Diego Basanta, Paula Bustos, Walter Baccarini y Ana Di Santo (Juntos por el Cambio); Guillermo Aiello, Macarena García, Héctor Cattáneo y Laura Clark (Frente de Todos).
Pocos movimientos
¿Quiénes serán los 10 nuevos concejales? Nadie puede saber ni un solo nombre por estos días sencillamente porque ni siquiera comenzaron las charlas para definir las listas. Pero aspirantes, como siempre sucede, hay más que puestos vacantes, en todos los espacios.
Por lo pronto, de manera subliminal, se pueden advertir algunos movimientos de posicionamiento. El que tal vez sea más visible es el que lidera el exsenador provincial Marcelo Pacífico, enrolado en las filas de Emilio Monzó. Por lo pronto en varios puntos de Pergamino se pueden ver carteles con el nombre de quien durante el Gobierno de Mauricio Macri fuera presidente de la Cámara de Diputados. Hay pasacalles con la leyenda “Emilio Monzó”, a secas, sin color político ni puesto al que se postularía. Además hay algunas reuniones virtuales entre “los jóvenes de Emilio”.
También se lanzó la Ucedé en Pergamino con pretensiones de estar presentes en la contienda electoral en el marco de algún frente con partidos afines.
Además está pendiente la interna en la UCR, que a nivel local tiene mucho interés. De ese resultado, por ejemplo, puede determinarse si el radicalismo orgánicamente sigue en alianza con el intendente Javier Martínez, si le presenta lucha interna o si, definitivamente, arma por su lado.
El propio oficialismo tiene muchos aspirantes a ocupar las listas, pero no solo de concejales sino las provinciales o nacionales. A nivel bonaerense se renuevan diputados y vencen los mandatos de Andrea Bosco y Susana Lázzari, las dos legisladoras que hoy tiene Pergamino. Ambas pretenden renovar pero a la par hay dirigentes que buscan esos lugares, aunque por el momento nadie sale a la cancha a platear sus deseos. Son actuales funcionarios del Ejecutivo local y hasta algún integrante del Concejo Deliberante.
Por el lado del Frente de Todos, la ensalada puede ser grande en la medida que no haya orden de unidad. En Pergamino hay varias fracciones internas y no entre todas están bien las relaciones. Ya en las elecciones de 2019 hubo cuatro listas y si este año definitivamente hay Paso, no es descabellado pensar en una reedición de esas internas.
Propuesta de Paso parcial
Luego del renovado reclamo para suspender las primarias nacionales que un grupo de gobernadores le planteó al presidente Alberto Fernández, la oposición bonaerense, que tiene una mayoría parlamentaria que le permite bloquear una iniciativa de ese tipo en la provincia, propuso que las Paso solo se realicen cuando haya listas en disputa. Pero el gobierno de Axel Kicillof adelantó su rechazo.
“Las Paso deben hacerse solo donde sean necesarias”, lanzó el presidente del bloque de Senadores bonaerenses de Juntos por el Cambio, Roberto Costa. La propuesta es una especie de vía intermedia: no es un rechazo total a la suspensión, como plantean otros actores de ese espacio, pero a la vez acepta minimizar el despliegue porque en un contexto de pandemia, y con el número de casos alto, realizar una elección en agosto puede ser problemático.
Costa, que admitió que no hay una postura unificada en Juntos por el Cambio, propuso las Paso “permanezcan donde son necesarias y no usarlas como una encuesta gigantesca”. La idea es que en las categorías donde hay más de un postulante, esos partidos hagan internas y así definan quién los representa en las generales. Pero dónde haya acuerdo, las Paso podrían eliminarse.
El criterio es el que le conviene a Juntos por el Cambio, donde se plantea, tras la derrota de María Eugenia Vidal en 2019, un escenario bonaerense con varios candidatos potenciales. “Me parece bárbaro que haya más de un candidato, me parece que es la forma que tenemos de revertir la idea de la existencia de un partido único en la Provincia, como pasó con María Eugenia Vidal”, dijo Costa.
La idea fue en principio rechazada por la ministra de Gobierno de Axel Kicillof, Teresa García, quien dijo que si las condiciones epidemiológicas desaconsejan el movimiento de gente que supone una elección, ese es el criterio que debe primar en todos los casos. “No hay que anteponer criterios personales o intereses partidarios. Lo principal es cuidarnos por la circulación del virus y la situación epidemiológica”, dijo la funcionaria.
La posición de Juntos por el Cambio es clave porque en base a la mayoría que tiene en el Senado podría trabar una suspensión de las Paso para las categorías bonaerenses de la elección de este año, que igual que en el caso nacional, debe establecerse por ley. Podría darse el caso, entonces, de que exista una suspensión nacional pero no en la Provincia, lo que relativizaría mucho el impacto sanitario de la decisión nacional.
Respecto de la posición de Kicillof sobre el planteo del resto de los gobernadores, García dijo que “vamos a ser parte de la decisión nacional, buscando el consenso necesario. Hay que ser prudente en la discusión de suspender las Paso”.
