El mayor anhelo de Valeria se convirtió en realidad: Ezequiel comenzó a caminar

En junio de 2017 LA OPINION daba a conocer la historia de Valeria y Ezequiel, que viven en Salto. Ella era su acompañante en el Hogar de Niños donde él, que padece parálisis cerebral, había sido alojado. Tiempo después pidió la guarda provisoria y la Justicia se la concedió. A ambos se los ha visto muchas veces en nuestra ciudad con su "bici inclusiva" participando de distintas pruebas atléticas que Ezequiel disfruta con una sonrisa que le ocupa toda la cara.

Así, en su rol de atletas, Pergamino conoció su historia que fue reflejada en las páginas del Diario. En esa nota Valeria Gasa, psicopedagoga y acompañante terapéutico, contaba que su mayor anhelo era que mejore la salud de Ezequiel y que algún día lograse caminar. Desde hace algunos meses este deseo comenzó a transformarse en una realidad, ya que ese niño que hoy es un adolescente de 13 años empezó a desplazarse por sus propios medios. Además, durante 2021, la guarda provisoria pasó a ser guarda definitiva y luego llegó la sentencia de adopción plena.

"Hace seis o siete meses empezó a largarse solo y ahora ya tiene una caminata un poco más firme, se traslada por algún motivo que lo incentive, siempre tiene que haber algo que le interese ya sea comida o que vamos a pasear", le cuenta Valeria al Diario.

Pero Ezequiel, que padece un retraso madurativo severo y transita una internación domiciliaria con un equipo de profesionales que le brinda los cuidados necesarios, evidenció otras mejoras que lo ayudan en la vida diaria. "También avanzó mucho en subirse al auto, si le abro la puerta logra subirse solo, o por ejemplo cuando va al comedor corre las sillas y se sienta solo, todos los días va mejorando un poquito más", agrega.

Ver también: Valeria y Ezequiel: una historia que muestra cómo el amor y el coraje pueden transformar el destino

"El progreso no solo es un trabajo intenso mío sino que es compartido con mi pareja Julia. Hace dos años que estamos juntas y agradezco a la vida habérmela cruzado y que haya aceptado mi vida con Ezequiel. Y fundamentalmente por entender que el día a día hay que lucharlo. Ella entendió que Ezequiel nos necesita y que debemos ser fuertes para que el pueda estar de la mejor forma posible, que su vida es maravillosa. Muchas veces él nos enseña a nosotras que lo más importante de la vida está en lo simple", destacó Valeria.

De la guarda a la adopción

Valeria tuvo la guarda provisoria de Ezequiel hasta 2021, año en el que primero logró la guarda definitiva y después llegó la ansiada sentencia de adopción plena. "Durante la pandemia tuvimos entrevistas con el juez y auditorías de manera virtual, tanto Ezequiel con un defensor y yo con mi abogado. Luego de esas entrevistas salió la sentencia de adopción plena y ahora tenemos que esperar el último proceso que sería concretarla y hacerle a Ezequiel el DNI nuevo con mi apellido", relató Valeria.

Con la "bici inclusiva"

Desde hace varios años Valeria y Ezequiel participan en competencias atléticas en diferentes ciudades del país a bordo de la "bici inclusiva". La iniciativa busca que otros niños discapacitados puedan vivir lo mismo que Ezequiel al ser parte de maratones. 

"La primera vez que se subió a la 'bici' se le cambió la cara, empezó a sonreír, empecé a darme cuenta que era lo que él quería, en bicicleta se siente libre, ese vientito en la cara es lo que le hace cambiar su mundo, siempre cuento que cada vez que freno en un semáforo o ando despacio se enoja y quiere que yo vaya más fuerte", expresó.

Pese a que la llegada de la pandemia les puso un freno, siguen adelante con su proyecto. "Estuvimos trabajando mucho para que otras personas puedan hacer lo mismo que nosotros, de hecho hace tres o cuatro meses en Pergamino participó en una competencia un niño que se llama Mateo con su mamá Rocío en una 'bici' que se la construimos nosotros. Tenemos la intención de poder generar más espacios para que otros nenes también puedan participar de eventos deportivos y se pueda continuar con el proceso de real inclusión", manifestó.

El inicio de la historia

Valeria y Ezequiel tienen una de esas historias que demuestran cómo el amor tiene una fuerza poderosa capaz de modificar el destino o definirlo. Se conocieron cuando el pequeño tenía apenas un año y medio y Valeria fue convocada para ser su asistente en el Hogar de Niños de Salto donde había sido alojado cuando su familia biológica no pudo hacerse cargo de él. 

A su retraso madurativo se le había sumado un accidente que agravó su condición de salud y todo contribuyó a que su destino fuera el Hogar de Niños. Valeria comenzaba a transitar sus primeros pasos de ejercicio profesional cuando conoció a Ezequiel. Con él emprendió una ardua tarea y estableció un vínculo que iba a transformarse en indestructible y a marcar la vida de ambos para siempre. 

El amor que Valeria comenzó a sentir por Ezequiel, la compasión por su realidad y la empatía que se estableció entre ambos hicieron que el cariño le ganara la batalla a la frontera terapéutica y naciera en ella el deseo de querer ayudarlo desde el lugar de contención que solo puede brindar una familia. Fue así que luego de reflexionarlo mucho y asesorarse tomó la decisión más trascendente de su vida: pedir la guarda de Ezequiel. Trámites judiciales, evaluaciones y determinación hicieron que lograra el objetivo. Desde hace ocho años Valeria y Ezequiel son familia al obtener en ese momento la guarda provisoria.

Torciendo destinos

El destino del pequeño de crecer en un hogar de niños quedó trunco, tal como sucedió con su prognosis de que sus días pasarían en una silla de ruedas. Y para que ambos destinos que parecían inexorables se torcieran hizo falta la decisión de una valiente mujer a quien la vida la puso frente a una mirada de la que no pudo apartarse jamás. Como sucede casi siempre en la vida con lo verdadero.