Proponen un debate sobre el uso de la sala del Teatro Unión 

Cuando se inauguró el Teatro Unión, el viernes 27 de septiembre de 2013, tanto Héctor Gutiérrez como Raúl Notta, entonces intendente y subsecretario de Cultura respectivamente, hicieron hincapié en la importancia de la apuesta a la infraestructura cultural de Pergamino y que, de alguna manera, se saldaba una deuda con la comunidad artística de nuestra comunidad.

La exsala de teatro y cine y sede de la Unión Ferroviaria, que fue refugio de jóvenes actores vocacionales, cinéfilos, músicos y artistas varios, se presentaba como un moderno recinto con 197 butacas y seis espacios para personas con movilidad reducida. 

En aquella ceremonia de inauguración de este espacio, que hace pocos días cumplió nueve años de actividad, se priorizaba una agenda para las distintas actividades culturales de la ciudad. Sin embargo, hoy vuelve a ser tema de debate por su uso.

Por estos días, un productor y director de teatro de nuestro ámbito, Mauricio Pitrelli, se manifestó a través de sus redes, en desacuerdo por el tope al valor de las entradas para los espectáculos locales en 500 pesos.

-Como productor y director de teatro local, ¿cómo te afecta esta medida? ¿Te dieron algún argumento?

-Lo que hice fue una especie de llamado a la reflexión a los artistas locales y a los funcionarios de la Subsecretaría de Cultura. La publicación fue compartida por muchas personas que hacen a la cultura local: músicos, actores, bailarines; evidentemente lo que escribí es un pensamiento que nos une a muchos. Debo aclarar que soy un productor teatral hace 18 años, los últimos 12 los he transitado en Pergamino y he desarrollado la totalidad de mi oficio en espacios privados, pero la desproporción que hay en los precios regulados para la utilización del Teatro Municipal Unión Ferroviaria es un hecho que nos perjudica a todos porque nivela para abajo a toda la actividad. Actualmente estamos luchando con lo difícil que es producir espectáculos, con costos muy altos y con entradas que han quedado muy bajas por la inflación, y si además de eso tenemos a la sala Municipal tirando para abajo se hace aún más complicado.

Mi llamado a la reflexión vino a raíz que a los artistas locales se les permite poner una entrada de hasta 500 pesos, mientras que los artistas que vienen de afuera pagan un alquiler irrisorio y se les permite poner entradas cinco veces más caras como sucedió el fin de semana pasado con la actuación de Teatro Ciego (de Buenos Aires) que tuvo una entrada de 2.500 pesos. Debo aclarar que para nada critico a los realizadores de esa propuesta artística, es maravillosa, sino que hablo de la diferente vara que utiliza la Subsecretaría de Cultura para medir a los artistas locales y a los foráneos.

-Además del tope al precio de las entradas, ¿tuviste algún otro tipo de condicionamiento a la hora de proponer una temporada teatral?

-Como conté anteriormente hace muchos años elegí no trabajar en la sala municipal, lo hice una sola vez hace nueve años y por invitación de Raúl Notta (por entonces Director de Cultura) en el marco de la inauguración del teatro. Ya en aquel momento estaba el problema del precio, que se ha ido agravando con el tiempo hasta llegar a lo que sucede hoy que roza el absurdo. Una entrada de teatro no puede salir menos que la del cine, es desconocer la realidad de los artistas completamente. Es una sala muy linda y muy útil por su capacidad, pero no está gestionada en función a los requerimientos de los gestores culturales. Por ejemplo, los que hacemos teatro, hacemos temporadas de ocho a 12 funciones promedio, eso en el Teatro Unión no se puede hacer porque solo lo prestan para hacer una sola función, hacer un montaje de escenografía, luces, ensayos para hacer una sola función es imposible. Prefieren tenerlo cerrado como pasa muchos fines de semana. Hablé con otros artistas que han trabajo con más continuidad en el Teatro Unión y se han encontrado con múltiples inconvenientes, la mayoría de ellos tienen que ver con problemas en el armado de agenda, falta de disponibilidad para hacer ensayos y armados técnicos, entre otras cuestiones.

-En las últimas décadas las iniciativas privadas en materia cultural -en este caso los grupos de teatro independiente- han superado ampliamente las propuestas o iniciativas del Municipio ¿sentís que la Subsecretaría de Cultura no acompaña lo suficiente esta movida?

-No es un sentimiento, es una realidad; no acompaña. ¿Cuáles son las propuestas artísticas que lleva adelante el Municipio? Salimos de la pandemia, de dos años en que la actividad cultural estuvo completamente paralizada y nunca nadie nos convocó para diagramar un plan de acción para volver a poner al sector cultural en marcha. El Municipio lleva adelante actos culturales aislados, por alguna festividad o cuando necesita darle un poco de color y entretenimiento a algo, pero no gestan ideas. No sucede lo que pasa en otras ciudades que los teatros municipales tienen elencos estables, artistas trabajando adentro, ensayando o llevando adelante producciones propias. Las veces que he tenido charlas con respecto a esto con diferentes funcionarios me han dicho que responde a una cuestión presupuestaria, la Subsecretaría de Cultura no cuenta con un gran presupuesto, pero por otro lado se han inaugurado un montón de edificios que dependen del área de Cultura. Entonces debemos abrir otro interrogante, ¿qué contenido se les da a cada uno de esos lugares sin presupuesto? ¿Será entonces que la Cultura se ha reducido a cortes de cinta asociados con la obra pública, pero no a hechos artísticos?