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Crédito: LA OPINION
La instructora judicial Valeria Schutz llevó adelante la investigación.
Crédito: ARCHIVO LA OPINION
La menor actualmente tiene 9 años y se encuentra bajo tratamiento psicológico.
El abuso sexual en menores de edad es uno de los tipos de maltrato infantil con peores repercusiones en sus víctimas. En las últimas horas una familia de nuestra ciudad vive momentos de mucha angustia, incertidumbre e indignación, sin embargo confían en la Justicia de nuestra ciudad.
Un matrimonio de gente trabajadora, tranquila y que tenía una vida sin sobresaltos, lamentablemente de un tiempo a esta parte, vivieron una situación que transformó sus días en un verdadero infierno al enterarse que su pequeña hija de 9 años (actualmente), venía siendo abusada sexualmente por un compañero de trabajo de ellos desde hace aproximadamente cuatro años en una empresa avícola ubicada en nuestra ciudad.
El sujeto que se encuentra acusado de los repudiables episodios se entregó este lunes en la sede del Ministerio Publico Fiscal acompañado por su abogado defensor y quedó detenido por abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por grave daño en la salud y corrupción de menores agravada por la edad y las amenazas.
La investigación que llevó adelante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 3 a cargo de Nelson Mastorchio y que contó con la participación de la instructora judicial Valeria Schutz (fue el nexo con los familiares directos de la víctima), presentó ante el Juzgado de Garantías Nº 3 de Fernando Ariel Ayestarán un abanico importantísimo de pruebas, lo que determinó que el magistrado aceptará el pedido detención de imputado.
Años de horror
Según pudo saber LA OPINION por fuentes cercanas a la investigación, la niña que actualmente tiene 9 años fue abusaba sexualmente por el acusado durante al menos cuatro años.
El hombre aprovechaba la Avícola donde trabajaba junto a los padres de la menor. Ellos eran los caseros precisamente en una casa lindera a los vestuarios de los empleados, donde compartían el patio y espacios comunes con el supuesto abusador que aprovechaba cuando la niña quedaba sola (de 10:00 a 11:00) para atacarla sexualmente.
De este modo, llamaba a la niñita, y mediante intimidaciones con amenazas de muerte para ella y su madre, la obligaba a ver videos desde su celular con mujeres teniendo sexo, la manoseaba por debajo de su ropa, bajándole sus pantalones y demás actos sexuales con acceso carnal, que luego dejaban a la niña con dolores en todo su cuerpo.
Esta conducta delictiva era diaria, y debido al temor de la niña por las amenazas, duró hasta que aquella pudo contarle a una tía, quien luego le contó a su madre y acompañó a realizar la denuncia. A partir de entonces, la madre de la víctima comprendió los desmayos de la niña, su enuresis y su déficit de atención entre otros graves padecimientos psicofísicos que la acompañaron desde sus cinco años, producto de los reiterados y graves abusos sexuales que padecía.
Cámara Gesell
La niña estuvo en la Cámara Gesell y los profesionales que tuvieron a su cargo analizar los dichos de la pequeña (médicos, fiscal, psicólogos y demás) confirmaron que los dichos de la víctima cuentan con total relato de los hechos.
Sujeto violento
El detenido además de la grave acusación se mostraba como un sujeto violento y de pocas palabras, aunque por sus funciones (había ingresado en 2004 y fue despedido hace algunas semanas por estos hechos) tenía lugar a diferentes espacios de la planta ubicada sobre la ruta provincial Nº 32.
La Justicia entiende que es un sujeto peligroso para la sociedad teniendo en cuenta la gravedad del hecho que se le endilga al imputado y la perpetuidad en el tiempo; habiendo abusado de una niña indefensa desde su escasos cinco años de edad, aprovechándose de su inocencia, su inmadurez sexual, su desventaja física y psíquica, su temor ante las amenazas de muerte que le repetía, las circunstancias de cercanía física inevitable que lo convertían prácticamente en alguien de su entorno cotidiano.
