Pergamino

Como parte de una colectiva internacional, mujeres de la ciudad bordan por la Tierra


Gestionan que una plaza local pueda ser parte de una acción de reforestación

Crédito: ZURCIENDO EL PLANETA

Gestionan que una plaza local pueda ser parte de una acción de reforestación.

La iniciativa "Zurciendo el planeta" promueve una serie de acciones para crear conciencia sobre la importancia de impulsar cambios frente a la emergencia climática. Pergaminenses que se han sumado a este movimiento están preparando arboles empleando textiles usados que se integrarán a una instalación urbana, en ocasión de la próxima conferencia mundial en Glasgow.

El activismo ambiental tiene muchas formas de expresarse y son varios los movimientos alrededor del mundo que trabajan de manera sostenida en la sensibilización social para la toma de conciencia sobre los pequeños cambios que pueden hacerse en la vida cotidiana para contrarrestar los efectos del cambio climático y hacer un uso más sostenible de los recursos de la Tierra. Uno de esos espacios es la colectiva de mujeres latinoamericanas "Zurciendo el planeta" que reúne a bordadoras de distintos países y en torno a la costura y el bordado comparten mensajes sobre la emergencia climática y las muchas maneras de vivir de manera sostenible. 

En Pergamino son 18 las mujeres que se han sumado -de las 60 que hay en Argentina- a una iniciativa promovida desde este espacio de trabajo colectivo y por estos días están abocadas a la confección de árboles empleando como materia prima textiles usados. Estas piezas formarán parte de una instalación de 25 metros cuadrados que se montará en Glasgow, Escocia, donde entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre se llevará a cabo la Conferencia Climática de las Naciones Unidas, COP 26.

Para conocer el espíritu de este trabajo y el modo en que mujeres de distintas partes del planeta se han unido en torno a un objetivo común como es el de hacer visible la importancia de promover cambios cotidianos en la búsqueda de mitigar los efectos de un fenómeno mundial que pone en riesgo al planeta, LA OPINION dialogó con Dora Napolitano, creadora de "Zurciendo el planeta", un movimiento con cuna en México pero que se ha extendido por muchas geografías.

"'Zurciendo el planeta' es una iniciativa que nació en la ciudad de México en 2016 cuando con unas amigas comenzamos a dictar talleres de transformación de ropa vieja para promover que la gente dejara de tirar a la basura algo que podía reutilizar. En realidad, los talleres eran una actividad para hacer la reflexión más grande respecto de la importancia de cambiar pequeños hábitos para mejorar el planeta en el que vivimos y contribuir en la búsqueda de soluciones a problemas ambientales severos como los que tenemos", señala Dora Napolitano.

"Al año siguiente empecé a escribir un blog donde profundizábamos reflexiones sobre los temas que surgían en los talleres y llamé a esa página 'Zurciendo el planeta'", agrega quien en 2018 fue elegida "Mujer por el clima de la ciudad de México" tras presentar un proyecto en el que daba cuenta del valor de impulsar pequeños cambios en la vida doméstica y en las ciudades para promover modelos de vida más sostenibles y mayor conciencia ambiental. 

"Ese proyecto con el que competí hablaba de las muchas pequeñas cosas que uno puede hacer desde su casa para avanzar hacia una vida más sostenible. Planteaba la propuesta de elegir un cambio, ponerlo en práctica y repetirlo en casa tantas veces hasta que se haga normal", refiere y cuenta que a la par de esto seguía con los talleres a los que comenzó a llegar mucha gente.

Bordado activista

"En 2019 tenía la sensación que la gente que llegaba era la que ya estaba convencida, la que ya sabía que había una emergencia climática. Sentía la urgente necesidad de llegar a aquellos que todavía no se habían dado cuenta y fue así que comenzamos a trabajar en lo que se llama bordado activista. La propuesta para 2020 era hacer talleres para transformar ropa vieja y armar huertos urbanos, pero la pandemia nos impidió su realización en forma presencial", comenta.

Confiesa que lo que en un principio vivió con cierta frustración, abrió un horizonte enorme de posibilidades en la virtualidad. "Debido a la emergencia sanitaria los talleres comenzaron a dictarse en forma virtual y se sumaron personas de muchos países. Entraron a nuestros talleres personas de Pergamino, Capital Federal, Chile y otros países de América Latina, además de españolas y mujeres latinoamericanas radicadas en distintos lugares de Europa, lo cual transformó la dinámica en algo muy rico".

Fruto de esa tarea de bordado activista realizada en los talleres, en plena pandemia lograron hacer una instalación en un parque de la ciudad de México, la filmaron y realizaron una inauguración virtual de la que todas las bordadoras fueron parte. "En esa ceremonia hablaron todas, desde aquellas bordadoras que habían enviado sus producciones desde Pergamino, hasta otras que viven en pueblos lejanos de América Latina", refiere.

Ir por más

Luego de esa experiencia les quedó el deseo de "ir por más" y fue así que decidieron comenzar a bordar para realizar una instalación en ocasión de la conferencia climática mundial que se realizará en el mes de noviembre en Glasgow. 

"Por cuestiones familiares yo estoy viviendo temporalmente en Francia y eso nos facilitó la posibilidad de poder gestionar espacios alternativos donde poder realizar nuestra instalación, así que desde aquí estoy gestionando lugares posibles para estar presentes en Glasgow, Escocia, en coincidencia con la realización de la conferencia climática mundial", comenta Dora Napolitano y precisa que son más de 130 bordadoras de distintas partes del mundo, la mayoría de ellas de América Latina preparando sus árboles para la instalación.

"Todas las piezas tienen el mismo tamaño, ojales y botones para que se pueda armar fácil. La idea es poder instalar entre dos ventanas y que cuelguen del bosque de una sola cinta", anticipa.

Sumar a otros

Este proyecto nació como una iniciativa latinoamericana y una colectiva de mujeres que se reúnen todas las semanas en sesiones virtuales para "bordar juntas". Con alegría descubren que ya no son solo mujeres. "Son varios los varones que se han sumado y celebramos que esto sea así".

En este punto resaltó: "Hay mucha gente con ganas de hacer algo y aunque sienten cierta frustración por los grandes cambios que nunca se producen, saben que hay pequeñas iniciativas que resultan sumamente valiosas porque cada milésima de grado que no sube en el planeta es un logro inmenso".

Respecto de la instalación, comenta que los bordados se entregarán en la primera semana de octubre y recuerda que aún está abierta la instancia de participación. "En distintos lugares las propias bordadoras han conformado grupos, se han unido y es a través de ellas y de su compromiso y entusiasmo que más personas han podido sumarse a esta idea, así que quien se quiera sumar, es bienvenido".

Al respecto, refiere que para participar no es necesario saber de técnicas de bordado, solo utilizar tela usada y tener ganas de generar conciencia. "No hace falta un saber, no hay una técnica, eso se aprende en el camino. De hecho, en Pergamino hay cinco mujeres que están haciendo un árbol en conjunto; como no sabían bordar tejieron hojas y una de ellas las está uniendo para formar el árbol. El único requisito es utilizar textil usado de fondo claro para que destaque la forma del árbol", señala, refiriendo que "en distintos sitios del planeta tenemos bordadoras de entre 10 y 86 años, con historias diversas, pero con un anhelo compartido de que hay que encontrar un camino para el bien común".

Mucho por hacer

"Esta es una acción que va a seguir colectivamente. Este proyecto tiene como meta la próxima conferencia climática, pero el problema no se va a resolver, así que hay mucha tarea por hacer y haber agrupado a tantas personas con ganas de hacer algo por el planeta es un motivo de esperanza", sostiene Dora Napolitano en la charla mantenida con LA OPINION, convencida de que "la comunidad virtual que hemos conformado en este tiempo nos dará fuerzas para mantenernos firmes en nuestras comunidades reales. Y desde ahí nos volvemos una fuerza para el cambio mucho más potente".

Optimismo tenaz

Según refiere, cada una de las acciones de la colectiva latinoamericana "Zurciendo el planeta" está sostenida en una serie de valores e impulsada por lo que ella llama "optimismo tenaz" que es aquel que "permite enfrentar las pésimas noticias de todos los días que nos hablan de catástrofes ambientales terribles y el que busca en momentos de crisis los espacios de oportunidad".

En este punto recalca que el hecho de que en los últimos tiempos haya habido tragedias ambientales que han afectado a países ricos, "quizás sirva a los gobernantes de esos países a entender que las cosas tienen que cambiar y que nadie se salva individualmente".

El mensaje del bosque

La instalación de las bordadoras de "Zurciendo el planeta" pretende acercar a la conferencia climática mundial un mensaje claro en relación a la necesidad de actuar colectivamente como lo hacen los árboles de un bosque: "Con nuestros árboles bordados queremos expresar la idea de que los seres humanos tenemos que trabajar más como un bosque. Allí los árboles se relacionan e intercambian nutrientes bajo la tierra, se comunican. El bosque funciona para el bien común y crea un ecosistema donde puede vivir mucha más flora y fauna que si no hubiera árboles. El árbol crece y al hacerlo comparte muchos beneficios para que otros seres vivos también puedan hacerlo. Comparte, en lugar de acaparar todo para sí. Eso mismo hay que promover entre los países y ciudadanos del mundo".

"Lo que vamos a llevar a Glasgow para la COP 26 es un acto de protesta pacífica, hermosa y atractiva. Buscamos llamar la atención hacia otra forma de vivir que es muy propia de los seres humanos que siempre hemos sido comunitarios", concluye.

Para ser parte

Quienes deseen conocer los alcances y propósitos de la colectiva latinoamericana "Zurciendo el planeta" o quieran sumarse a esta propuesta de bordado activista podrán comunicarse a través del correo electrónico: [email protected].

Dora Napolitano, desde Francia, dialogó con LA OPINION.

Un vínculo con la ciudad

La creadora de la colectiva "Zurciendo el planeta" nació en Reino Unido en 1978, pero mantiene un vínculo entrañable con Argentina y particularmente con Pergamino porque su padre nació aquí. Su abuelo médico fue uno de los fundadores de la Clínica Pergamino y en cada visita a la ciudad recrea parte de las raíces que conforman su identidad. Desde hace muchos años vive en México y es mamá de cuatro hijos. Por razones familiares en la actualidad está circunstancialmente viviendo en Francia, pero toda su tarea tiene un fuerte arraigo a la realidad latinoamericana y sus acciones en lo individual y colectivo están ancladas en el convencimiento de que es la unión de muchas voluntades la que promueve grandes cambios. Algo para lo cual no cuentan las nacionalidades sino el empeño puesto en la tarea.

Un proyecto local

De la mano del proyecto que se prepara para la próxima conferencia mundial, la colectiva pudo establecer conexiones con personas de distintas partes del mundo que trabajan en temas ambientales desde diversos ámbitos. Una de ellas fue la artista canadiense Silvia Borda, que cuenta con una nutrida trayectoria en el trabajo sobre cuestiones ambientales. Para la conferencia internacional ella está trabajando con una comunidad de Etiopía, un país brutalmente deforestado, para realizar una reforestación, pero con la particularidad que los árboles que se planten estarán ubicados de modo tal que las imágenes satelitales que se proyectan en Google van a permitir la observación de esos ejemplares representando la forma de un león -que es un símbolo muy importante para ese lugar- y anillos.

En el marco de esta propuesta se lanzó una convocatoria mundial para que otras comunidades se sumen plantando árboles en forma de círculos o anillos. A nivel local se está gestionando que en una plaza de Pergamino se pueda hacer una plantación que se sume a esta iniciativa. A instancias de las bordadoras que están siendo parte de este proyecto, ya se han iniciado conversaciones con las autoridades municipales con el propósito de que Pergamino pueda ser una de las ciudades que se integren a esta propuesta. En un principio se propuso el barrio Procrear para realizar la plantación, pero la iniciativa puede llevarse adelante en cualquier otro espacio público de la ciudad. La única condición es contar con un terreno que permita la colocación de entre 8 y 10 árboles para formar un círculo con un diámetro de 15 metros. De esta manera Pergamino se integraría a una de las expresiones mundiales para alertar sobre la emergencia climática y fomentar cambios necesarios y urgentes.


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