Pergamino

Vivir al borde del abismo: las voces de quienes se oponen a las restricciones


Los gastronómicos aseguran que la facturación “se desmoronó” desde que deben cerrar a las 23-00

Crédito: LA OPINION

Los gastronómicos aseguran que la facturación “se desmoronó” desde que deben cerrar a las 23:00.

Desde que el coronavirus llegó a Argentina y comenzó la cadena de contagios, allá por inicios de marzo de 2020, el Gobierno determinó un confinamiento de 15 días, lo que coincide con un ciclo de la enfermedad, para frenar los entonces incipientes contagios. La respuesta social fue total e inmediata; no solo no se cuestionó sino que se aplaudió la decisión. Pero luego devino una serie de prolongaciones de la medida que sumieron a la gente en el desconcierto, la desesperación y en el descreimiento. Porque aquello, esa "cuarentena eterna" no sirvió para evitar lo inevitable, como lo es la propagación de un virus respiratorio, y tampoco -a la luz de los hechos recientes- para prepara el sistema de salud para un pico de contagios. El haber usado un recurso tan extremo cuando la situación era incipiente y que se haya desvirtuado su intención inicial de cortar un ciclo de contagio para en su lugar paralizar muchas actividades por ocho meses, hoy tiene el gran costo social y político de la deslegitimación. Algo bueno y útil, usado indebidamente antes, ahora se convierte en algo malo, a lo que no se le reconoce efectividad.

Sin hablar de confinamientos extremos, encerramientos forzados ni nada que se le parezca, algunos sectores productivos y sus hacedores sufrieron más que otros y letalmente las restricciones. Negocios cerrados con sus empleos destruidos y cientos (tal vez más de mil) de personas sin trabajo son el resultado de los rubros más afectados por la crisis económica y social que aparejó el coronavirus. Turismo, organizadores de eventos, comerciantes en general pero en particular los gastronómicos, referentes de gimnasios, son algunos de los sectores que vivieron y aún viven la agonía de no saber hasta cuándo estarán en pie. 

Hoy, a un año del primer caso de Covid registrado en nuestra ciudad, y con la segunda ola del virus instalada entre los argentinos, hombres y mujeres de los rubros más perjudicados apuestan, a pesar de los últimas restricciones anunciadas por el presidente Alberto Fernández, a dar continuidad a sus labores para restablecer su situación, pensando no solo en ellos sino también en todas las familias que dependen de cada emprendimiento. Son ellos los que, en primera persona, en este informe, cuentan lo que significan en sus débiles economías la agudización de las medidas. 

"No podemos cerrar", la nueva campaña de los gastronómicos 

Los emprendedores gastronómicos de nuestra ciudad han lanzado una campaña en las redes sostienen que, después de casi un año de parálisis en su actividad, ahora "no podemos cerrar". Esto se da en un momento en que rigen restricciones más severas de horario y la posibilidad latente de un cambio de fase que directamente anule la nocturnidad. 

LA OPINION dialogó con Martín Gordon, de Nazareno Café. Primeramente el gastronómico manifestó: "La estamos pasando mal con estas nuevas restricciones. Durante el verano nos fuimos defendiendo porque los horarios fueron más flexibles pero con la llegada de las nuevas restricciones nos permiten tener abierto hasta las 23:00". Consecuentemente "la facturación ya se desmoronó porque el movimiento comercial no es el mismo ni a la mañana, ni a la tarde ni a la noche".

Inequidad

Por su parte, Andrés Tenaglia de la pizzería Patagón expresó: "Nos encontramos con una incertidumbre tan grande los gastronómicos que no sabemos para dónde correr. Por eso decidimos hacer esta campaña". Y agregó: "En lo particular me siento usado por la clase política que en un año electoral no quiere perder votos, quedamos en el medio y no se dan cuenta que para nosotros esto es mucho más que un trabajo, es la comida de nuestros hijos y el futuro de nuestros empleados, nuestra salud mental está en juego porque no sabemos cómo hacer para continuar".

Por otro lado Tenaglia, si bien comprende que el contexto es global y que "la pandemia que nos vino a arruinar", considera que "todo se maneja mal porque si nosotros tenemos que cerrar por una crisis de salud, nos tienen que dar una mano con la presión tributaria". Argumenta que "en 2020 no facturamos e igual acumulamos deudas, la carga impositiva no ha cesado a sabiendas de que los gastronómicos no facturamos un peso durante muchos meses".

Con el aumento en la cantidad de contagios la gente se retrajo y su decisión de ir a cenar afuera queda postergada contemplando, además el cambio de horario. "Nosotros nos tenemos que ir a casa a las 23:00 sabiendo que podemos facturar un poco más pero también sabiendo que las fiestas clandestinas continúan. Les pedimos a las autoridades que hagan controles porque la situación es injusta", dijo Tenaglia.

"No podemos acatar", afirma la Cámara de Alimentarios

A través de un comunicado, la Cámara de Alimentarios que preside Nelson Figueredo, se ha expresado contra las restricciones. Considerando las últimas medidas dispuestas por el Gobierno, la actividad comercial en general debe cerrar sus puertas a las 20:00 y no se estableció una diferenciación entre los alimentarios y el resto. Es una decisión cuestionable y desconsiderada habida cuenta que los empleados de comercio esperan salir de sus trabajos para ir en búsqueda de los alimentos necesarios para la cena.

Cuestión de permanencia

En el escrito, la institución, que es la voz de los referentes del comercios alimentarios de proximidad, autoservicios, almacenes y de algunos gastronómicos de la ciudad, afirma que "ante las decisiones del Gobierno nacional y/o provincial, respecto de las restricciones horarias que impiden la libertad de circulación y trabajo, debemos comunicar que nuestros representados, comercios alimentarios en general, no podemos acatar dichas restricciones, en virtud de que se encuentran al límite económico de subsistencia". Justifica y aclara: "Esta decisión no pretende ser una rebeldía política partidaria ni mucho menos, tampoco un desacato a las autoridades, simplemente se trata de una cuestión de permanencia y no cese de las fuentes de trabajo Pymes, tan poco protegidas".

Múltiples causas

Sobre la realidad del sector afirman que "un combo de problemas afectan a nuestro rubro, ahondados por la pandemia y la crisis inflacionaria, que hacen imposible sin trabajar lo suficiente, poder afrontar la cadena de pagos y sobre todo los gastos de comercialización que tiene todo establecimiento. No se podría pagar alquiler, energía eléctrica, gas, sueldos a empleados y sus cargas sociales, seguros, impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales, etcétera. Todo ello sin contar la recesión de ventas que venimos sufriendo por el deterioro del poder adquisitivo y mucho también causado por el crecimiento de la economía informal que debido a la crisis económico sanitaria se ha profundizado y afecta sensiblemente al comercio gastronómico formal principalmente"

"Más restricciones serían letales", dijo Mariana García

La Cámara de Comercio, a través de un comunicado, afirma: "No a las restricciones". Desde la entidad pergaminense, luego de anunciadas las nuevas medidas por el presidente y que fueron respaldadas por el gobernador bonaerense, salieron a marcar su postura como institución. "Sabemos que no hay ninguna posibilidad de que el sector privado deje de trabajar, no hay margen, no hay resto, no hay ahorro, no hay otra opción más que seguir trabajando con protocolos", explicó primeramente la presidenta Mariana García. Y celebró que, hasta el momento y mientras se permanezca en Fase 3, los comercios puedan permanecer abiertos hasta las 20:00.

Sistema perverso

En el escrito emanado desde la entidad se pone énfasis en la presión tributaria que recae sobre los comerciantes. Al respecto, García sostuvo que "la situación es desesperante. El sistema es perverso porque a los comerciantes, durante 2020, que fue un año terrible y durísimo jamás se le cesó el cobro de impuestos y si el contribuyente no pudo o puede pagar tiene que afrontar los onerosos intereses". 

"En caída libre"

Sin desconocer que la pandemia es una problemática mundial, García sostuvo que "en otros países los Estados destinan millones de euros o dólares para apuntalar al sector privado y en Argentina nos han dejado en caída libre sin ningún tipo de sostén". Y añadió: "Durante la pandemia no se advirtió ninguna ayuda, salvo el ATP para el que muchas empresas no calificaron. Además el ATP fue hasta octubre, desde ese mes y a la fecha no recibimos ningún tipo de ayuda, por el contrario recibimos las intimaciones para el pago de impuestos a quienes adeudan. En los últimos meses se ha establecido el Repro pero es una ayuda para la que cuesta mucho calificar. Por lo que la situación de los comerciantes es muy delicada".

Menos ventas

Consultada sobre las bajas en los niveles de ventas, García afirmó que son "históricas" y explicó: "La falta de actividad social ha hecho que la gente consuma menos determinados tipos de productos, y así los comercios de indumentaria, marroquinería, joyerías y de calzado fueron los más afectados en cuanto a baja en niveles de ventas. Los que lograron mantenerse fueron los comercios que venden electrodomésticos y de indumentaria deportiva pero en líneas generales el consumo local registra una baja histórica en sus niveles de comercialización. La facturación ha caído notoriamente, entre el 50 y el 60 por ciento. A esto se suma el flagelo de la inflación que nos sigue acosando y que continúa destruyendo a la clase media, esto deja poca capacidad para consumir otros productos que no sean los alimentos que son esenciales".

-¿Qué significaría el retroceso de Pergamino a Fase 2?

-Significaría el cierre de muchos pequeños comercios que hace meses están intentando sostenerse con mucho esfuerzo. Más restricciones serían letales para muchos rubros, por ejemplo, la gastronomía.

Sin horizonte

Por último y con relación a las expectativas, García expresó: "Hay que pasar un nuevo invierno, Argentina se ha caracterizado por ser un país con poca previsibilidad y en contexto de pandemia mucho menos. Vivimos el día a día, las expectativas para 2021 son bastante malas ya que la segunda ola llegó de manera abrupta. El panorama es muy angustiante".

Para los organizadores de eventos "la situación es desesperante"

Los organizadores de eventos, y todos los trabajadores que se incluyen en el rubro, como fotógrafos, disc jockeys, decoradores, pasteleros, modistas, peluqueros, maquilladores, servicio de catering, mozos, están de los más perjudicados por la pandemia. Estuvieron casi un año totalmente paralizados y a pocas semanas de darse el visto bueno para arrancar, el crecimiento en el número de contagios retrotrae la posibilidad de trabajar.

En contacto con Claudina Garbari, LA OPINION pudo saber sobre la realidad que atraviesan los integrantes del sector.

"En febrero un decreto municipal habilitó a los salones de eventos como espacios gastronómicos para que pudiéramos empezar a trabajar pero la crecida de los casos y las nuevas restricciones hacen que nos veamos impedidos una vez más de desarrollar nuestros labores ya que los eventos que teníamos programados para estas fechas están siendo suspendidos por los propios ciudadanos que ya habían señado los servicios. Las fiestas tienen un valor elevado; considerando la restricción de circulación nocturna, la gente es la que decide directamente suspender el evento ya que no quieren empezar a las 20:00 para terminar a la medianoche. Estamos hablando de personas que pospusieron su festejo, no quieren seguir esperando y reclaman su seña", explicó Claudina.

Afirmando estar "golpeados por la pandemia", la entrevistada aseguró que las restricciones "arrasaron con el trabajo de muchos colegas", y agregó: "La situación es desesperante porque en cada servicio se cuenta con la ayuda de personas por lo que son múltiples las familias que dependen de este rubro".

Toda una vida

En tiempos de pandemia muchos de los organizadores de eventos se reinventaron para subsistir. Así algunos se mantuvieron en su rubro pero otros salieron en la búsqueda de cualquier tipo de trabajo. La mayoría, conocidos por todos los pergaminenses, son personas que superan los 40 años de edad y con más de 20 en la misma actividad. Todos son autónomos, por lo que detrás de la falta de trabajo, no hay un soporte del sistema social público para ellos y sus familias. Con un bagaje de conocimientos de toda una vida que debieron dejar a un lado, como pudieron adquirieron otros. En este sentido, Claudina señaló: "Hay colegas que prestaban servicio de catering y que ahora se dedican a la elaboración de viandas por ejemplo; en mi caso me dedico a realizar tartas individuales saladas, pero otros directamente se abocaron a actividades que directamente desconocían pero que debieron aprender. Muchos instalaron verdulerías, otros se dedicaron a ofrecer servicios de mudanza o realizan delivery".

Responsabilidad social

Los sentimientos encontrados se apoderan de los integrantes del sector ya que, por un lado, tienen la necesidad de trabajar pero, por el otro, no son indiferentes a la compleja realidad sanitaria. "Es una charla recurrente que tenemos entre colegas porque necesitamos trabajar pero también nos preocupa mucho la cantidad de contagios. Además somos responsables en los eventos de hacer cumplir los protocolos. Nos preguntamos: ¿Si en un evento que organizamos se produce un contagio masivo? Quedamos en un lugar de mucha responsabilidad. Además los eventos durante la pandemia se han supeditado a ser cenas, en las que prevalezcan las burbujas, y en las que no se puede interactuar ni bailar por ejemplo", aclaró la entrevistada.

Sin ayuda

Por último la referente del rubro destacó: "Horizontes no hay, mucho menos certezas para nosotros pero tampoco tenemos ayuda de parte del Gobierno. Lo único que nos ofrecieron al principio fue un crédito pero que la mayoría decidió no tomar porque no había manera de generar dinero para después pagar las cuotas. Nunca tuvimos ningún subsidio ni ayuda para el rubro".

"El deporte es salud"

A nivel nacional se ha lanzado una campaña reivindicando que "el deporte es salud" y sobre esa premisa los propietarios y trabajadores de los gimnasios consideran que la actividad física debe ser declarada esencial en tiempos de pandemia.

Sobre esta propuesta, el Diario dialogó con Alex Haddad, del grupo de referentes de gimnasios en nuestra ciudad. "Los gimnasios no nos consideramos una actividad recreativa, como nos tildan, sino que consideramos que somos esenciales porque somos parte de la solución no del problema. Las personas que vienen a entrenar lo hacen para mejorar su calidad de vida, su físico y su psiquis, por eso para nosotros es importante que nos engloben dentro de las actividades esenciales", explicó el entrenador. 

Cumpliendo protocolos

Con énfasis en que los gimnasios no se constituyen como focos de contagios, Haddad señaló que menos del 1 por ciento de las personas se contagia en los gimnasios. "Esto tiene una explicación y es que trabajamos con protocolos, respetamos el distanciamiento, mantenemos los ambientes ventilados, cada persona que llega tiene su alcohol para rociar los elementos que utiliza. Además el ingreso y egreso del gimnasio se produce con barbijo, se completan planillas con los datos personales. A todo esto hay que sumarle la responsabilidad con que se manejan las personas que vienen a entrenar, ellos quieren continuar desarrollando su actividad física y por eso son muy respetuosos de los protocolos".

La utilización de la virtualidad

A consecuencia de la pandemia y del confinamiento, en 2020 los gimnasios debieron permanecer cerrados entre cuatro y cinco meses. Y así como otros rubros, los profesores debieron reinventar su actividad. "Dimos clases a través de la virtualidad, por Zoom o por videos de Whatsapp para poder subsistir", explicó el entrevistado.

Por qué no retroceder

Por último contó que significaría para ellos si los obligarían a paralizar la actividad: "Cerrar sería terrible, hay diferentes realidades en el rubro y sabemos de varios que por la pandemia tuvieron que cerrar sus puertas. Retroceder sería el fin para tantos otros gimnasios".

Las agencias de viajes no resisten un año más 

Samantha de Kumen Viajes y Luciano de Ramundo Viajes pertenecen al movimiento de Agencias de Viajes Autoconvocadas. Si bien las restricciones para movilizarse imperan en todo el globo, lo que sucede aquí con las limitaciones impuestas a los vuelos comerciales no se ven en ningún otro país. Las últimas medidas impusieron una reducción del 80 por ciento de las frecuencias. De esta manera, no solo se complica ciertamente viajar sino que para las aerolíneas, con sus costos fijos, Argentina resulta un puerto inviable, lo que a su vez conlleva a una sangría de puestos de trabajos directos e indirectos. Brindando precisiones sobre la realidad del sector, los pergaminenses enumeraron los perjuicios de la pandemia: 

*En diciembre de 2019 se elevó un petitorio al ministro Matías Lammens solicitando que gestione la eliminación de impuestos para viajes al exterior. El 30 por ciento de Impuesto País que no es reembolsable y luego la aplicación del nuevo impuesto de un 35 por ciento más, deducible solo para autónomos. "Parece lejano, pero nunca tuvimos respuesta".

* "El ministro debe comprender que el turismo que existe es de cercanía, las personas se mueven en sus vehículos y no pasan por una agencia de viajes. El porcentaje de personas que se mueven en grupos, haciendo turismo en buses, es mínimo. Y una vez que se logró el reinicio de esta actividad, la vuelven a cerrar. No se tiene en cuenta que las empresas de buses turísticos han adoptado las medidas de protocolo necesarias, con el gasto que esto implica, moverse con capacidad reducida, etcétera. Y el ministro no da la cara".

* "Es mentira que existe el turismo receptivo, Lammens miente una vez más" aseguran los agentes de viaje y lo certifican con el hecho de que formalmente están cerradas las fronteras al ingreso de extranjeros. "No hay ingreso de divisas para mantener nuestra actividad, como dijo días pasados. De hecho la reducción de frecuencias aéreas hacia el exterior hace imposible la circulación, además de tener en cuenta las restricciones de ingreso. Test negativo y 10 días de cuarentena para extranjeros (que puedan justificar laboral o familiarmente su ingreso) o argentinos que regresan a nuestro país. A esto agregar que prácticamente no hay turismo interno, debido a reducciones de vuelos y restricciones de cada provincia. Nunca trabajó para unificar un protocolo a nivel país, como se le solicitó varias veces".

* "Necesitamos ayudas económicas concretas. Hemos pedido la eximición de pago de Autónomos, reducción impositivas y eliminación del impuesto al crédito y débito bancario. Así como muchos recibieron aportes del Gobierno para soportar la falta de ingresos en determinado periodo de tiempo, nosotros llevamos más de un año sobrellevando sobre nuestras espaldas gastos fijos sin poder trabajar como lo hemos hecho siempre". Cabe señalar que los ATP para el sector se otorgaron exclusivamente para sueldos de empleados, pero en este rubro hay muchas agencias unipersonales que no recibieron ninguna ayuda económica concreta y solicitan "ayuda económica no reembolsable". 

Por último, dirigen palabras al Ministro de Deporte y Turismo: "Señor ministro Lammens: si usted tiene palabra, renuncie. Si considera que su palabra tiene valor, renuncie. Si no nosotros, las agencias de viajes, sacaremos nuestras propias conclusiones, porque si para usted no tiene valor la palabra, para nosotros sí. Estamos transitando momentos dramáticos, le pedimos su renuncia".


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