Policiales

Crimen en la Uatre: una detención confirmó la teoría de la irrupción narco en la lucha sindical


Ramón Vallejos fue detenido cuando circulaba con el auto usado para trasladar al sicario

Crédito: LA NACION

Ramón Vallejos fue detenido cuando circulaba con el auto usado para trasladar al sicario.

Ramón Vallejos fue apresado cuando conducía el automóvil Fiat Palio rojo en el que habría sido trasladado desde Rosario hacia Colón el sicario que ejecutó a Mauricio Cordara, chofer y dirigente cercano a Pablo Ansaloni, exdiputado nacional y actual candidato a secretario general del gremio de los peones rurales

Según señala un informe publicado por el diario La Nación, un paso clave se produjo en las últimas horas en la causa que investiga el crimen de un dirigente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Este martes fue detenido Ramón Vallejos, integrante del clan narcocriminal Romero, al volante del Fiat Palio rojo, vehículo que se usó para trasladar desde Rosario a Colón al sicario que ejecutó de siete tiros a Mauricio Cordara, chofer y dirigente cercano a Pablo Ansaloni, exdiputado nacional y actual candidato a secretario general del gremio de los peones rurales que está en ebullición de cara a las elecciones del 21 de diciembre próximo.

La investigación que lleva adelante la fiscal Magdalena Brandt que pertenece al Ministerio Público Fiscal de Pergamino tuvo avances concretos. Hubo nuevos allanamientos y se secuestraron varios teléfonos celulares que estaban en manos del clan Romero.

Pocas horas después del homicidio de Cordara, la funcionaria judicial determinó que el sicario había viajado desde Rosario a Colón para ejecutar el crimen.

El ataque, en realidad, estaba dirigido a Ansaloni, pero ocurrió un cambio en la rutina del exdiputado que hizo que Cordara viajara, el 19 de este mes, desde la ciudad de Buenos Aires hacia Colón con los hijos del gremialista.

El vehículo fue interceptado en la zona norte de Rosario, en la ruta 34, era conducido por Ramón Vallejos, padre de Hernán Vallejos, conocido como Lichi Romero, un preso condenado por asociación ilícita.

La orden de detención la dictó el fiscal Matías Edery, quien colabora con su par de Colón Magdalena Brandt, quien investiga la ejecución del dirigente. En otras tramas criminales, vinculadas a internas gremiales, participan eslabones del crimen organizado de Rosario, que son contratados para sembrar violencia, muchas veces con resultados poco eficientes.

Es un misterio quién ordenó el homicidio de Cordara. Ahora la fiscal Brandt tratará de profundizar sobre los autores materiales y tratar de identificar quién podría haberle pagado al clan Romero para llevar adelante este atentado.

Los Romero son una histórica banda que, como la mayoría, se dedicaba a los delitos más comunes, como entraderas y robos y derivó a un grupo criminal que sostiene su negocio con el manejo de la venta de drogas en esa zona cercana a la ruta 34.

También, como ocurre con otras organizaciones criminales, como Los Monos, es un clan familiar, liderado por Lichi que está preso y que fue condenado en octubre de 2018 a 20 años de prisión por una ristra de delitos violentos.

En el caso de Lichi, los fiscales detectaron que a pesar de que nunca tuvo una actividad laboral registrada, compró un BMW modelo 323i, valuado en unos 20.000 dólares. Su primo Gastón Romero, que tampoco tiene ingresos legales, adquirió un Citroën C4 por 13.000 dólares. Cinco meses después compró un Mini Cooper por 17.000 dólares.

En 2018, los Romero se aliaron con otra banda de la zona, liderada por Emanuel Sandoval, alias Ema Pimpi, exsoldadito de Esteban Alvarado, quien tomó protagonismo por admitir en la justicia que atentó contra el exgobernador Antonio Bonfatti en 2013.

El 25 de octubre de 2019, Ema Pimpi, fue asesinado en una mansión de la zona norte de Rosario donde cumplía prisión domiciliaria, una residencia que alquilaba a una inmobiliaria que ofrecía la propiedad del camarista Oscar Puccinelli.

Sospechas

El sicario rosarino que ejecutó al chofer llegó a Colón 40 minutos antes de concretar el homicidio y esperó en la esquina a que el VW Vento de Ansaloni estacionara frente a la casa del exdiputado nacional.

Tenía todo planeado. El asesino viajó desde Rosario en un Fiat Palio rojo, que conducía un cómplice, y regresó a esa ciudad después del asesinato, por el que se presume habría cobrado.

La sospecha es que el asesino formaría parte de la mano de obra violenta de las organizaciones criminales que manejan el narcotráfico en Rosario y que cobran por matar o realizar acciones violentas. Esa teoría quedó ratificada con el arresto de Vallejos.

El crimen se produjo en un contexto particular de la Uatre. Por primera vez desde 1991 competirán dos listas por la conducción del sindicato de peones rurales que hasta 2017 tuvo como líder absoluto a Gerónimo Venegas, quien falleció ese año.

Ansaloni, hombre cercano al ministro de Economía Sergio Massa, es el candidato por la lista Celeste. Diputará las riendas del sindicato a José Voytenco, quien denunció a su rival por manejos irregulares en la obra social.

El día que fue asesinado Cordara, Voytenco compartió un acto con Axel Kicillof, cuya relación la tejió el exintendente de San Pedro Cecilio Salazar, otro dirigente histórico del gremio.

La sospecha más fuerte en la investigación es que el asesinato está relacionado con la fuerte tensión interna que hay en la Uatre de cara a las elecciones que se realizarán en Bahía Blanca el 21 de diciembre.

Los investigadores no descartan otros posibles móviles, incluso, aquellos que están vinculados al entorno de la víctima, que tenía un hermano que era policía santafesino, o cuestiones "pasionales". Sin embargo, la pista más firme apunta a que el sicario narco se confundió de blanco, ya que supuestamente Ansolini cambió a último momento de opinión y pidió que sus hijos fuesen llevado por su chofer a Colón.

La fiscal Brandt ordenó el miércoles de la semana pasada que la Policía Federal Argentina (PFA) allanara las sedes del gremio de la Uatre, la ART del sindicato y la obra social Obra Social de los Trabajadores Rurales y Estibadores de la República Argentina (Osprera), donde cumplían funciones tanto Ansaloni, como Cordara, que era empleado de esa entidad desde 2007.

En el edificio de la Uatre, situado en Reconquista 630, la PFA secuestró dos teléfonos y documentación. El allanamiento se produjo cerca de las 17, cuando estaba desierto.

Voytenco, el secretario general, no se encontraba en el edificio. Por las redes sociales y también por algunos medios de comunicación empezó a circular la versión de que el secretario general de la Uatre y su abogado en el gremio, Marcelo Urban, estaban prófugos.

Pero no había ninguna orden de captura para el dirigente gremial, oriundo de Chaco, que al otro día se reunió con el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, para negociar una reapertura de las paritarias.


Ver más:
Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO