El episodio ocurrió en la madrugada de este martes en la sucursal de PC Shop de Larrea y Merced, donde en junio pasado cinco delincuentes violentaron una reja, rompieron la vidriera y sustrajeron varios productos.
La sucursal de la firma PC Shop ubicada en Larrea y Merced fue blanco de un nuevo episodio de robo en la madrugada de este martes, cuando autores desconocidos rompieron el vidrio de la puerta y se apoderaron de algunos elementos de electrónica que se encontraban a mano, para luego darse a la fuga.
El comercio había resultado damnificado en un hecho similar ocurrido en los primeros días del mes de junio, oportunidad en la que cinco delincuentes a bordo de dos motos, violentaron las rejas de la ventana, rompieron la vidriera y sustrajeron una importante cantidad de productos que estaban en exhibición. Este nuevo hecho de inseguridad generó preocupación en los comerciantes de la zona teniendo en cuenta que a pesar de los recaudos que ha tomado la empresa, aún así volvió a ser blanco de un robo.
El robo se produjo en la madruga de este martes y al igual que en la primera ocasión, los delincuentes actuaron con gran rapidez. Destruyeron el vidrio de la puerta con un elemento contundente y se llevaron elementos de electrónica que estaban al alcance, para luego darse a la fuga. El propietario volvió a realizar la denuncia poniendo a disposición de la justicia todas las imágenes de las cámaras de seguridad con la esperanza de que se pueda efectivizar el esclarecimiento de forma rápida.
Antecedente
El 2 de junio alrededor de las 4:00 cinco delincuentes llevaron a cabo un audaz robo. Sin que nadie lo advirtiera, los malvivientes se tomaron el tiempo de cortar los candados de las rejas de la vidriera que da a calle Larrea y luego rompieron el vidrio con una piedra. A partir de allí actuaron con gran rapidez para apoderarse de todos los elementos de electrónica y computación que se encontraban a mano y huyeron sin ser detenidos.
Los cinco delincuentes se movilizaban a bordo de dos motos y mientras uno de ellos se quedó en la esquina observando que no pasara nadie, los cuatro restantes cortaron los candados de las rejas. Luego arrojaron un adoquín contra el vidrio y se apoderaron de varios objetos electrónicos que estaban al alcance, para darse a la fuga.